“El músico de orquesta es un artista, no un empleado, y los artistas deben tener la posibilidad de tomar iniciativas y ser creativos.” Quien dice esto es uno de los directores más importantes de la actualidad, Iván Fuscher, fundador y conductor de la notable Orquesta Festival de Budapest, con la que actuará hoy y mañana en Buenos Aires, en la apertura del ciclo de este año del Mozarteum Argentino. “Sólo una orquesta compuesta por verdaderos artistas –explica–, haciendo música como un equipo altamente disciplinado, es capaz de hacer realidad los sueños de los compositores y de transmitir a la audiencia una experiencia estimulante, tocando a todos los oyentes en lo más profundo de su corazón. Este es el objetivo para el cual ha sido creada esta orquesta.”

Junto a dos solistas de excepción, el violinista József Lendvay y el pianista Dejan Lazic, la orquesta hará aquí, en el Teatro Colón, dos programas distintos. Esta noche, a las 20.30, serán la Suite de Danzas de Béla Bartók, el Concierto para violín y orquesta No. 1 en Re mayor, Op. 6 de Niccolò Paganini y la Sinfonía Nº 5 en Mi menor, Op. 64 de Piotr Ilich Tchaikovsky y mañana, en el mismo horario, los Valses de Praga para orquesta, B. 99 y las Danzas eslavas Op. 46 Nº 2, Op. 72 Nº 8 y Op. 72 Nº 1 de Antonin Dvorak, la Pieza de concierto en Fa menor para piano y orquesta, Op. 79 de Carl Maria von Weber y la Sinfonía Nº 3 en Mi bemol mayor, Op. 97 “Renana” de Robert Schumann. Fundada en 1983 por Fischer y el pianista Zoltán Kocsis, esta orquesta, que desarrolla, además de sus programaciones sinfónicas, ciclos de conciertos de música de cámara, fue elegida por la crítica europea como una de las diez mejores orquestas sinfónicas del mundo. Fischer, su director estable desde la fundación, conduce regularmente a las más destacadas orquestas del mundo entre las que se incluyen la Filarmónica de Berlín, Royal Concertgebouw Orchestra, New York Philharmonic y la Cleveland Orchestra. Además de desempeñarse como director de la National Symphony Orchestra de Washington, dirige en los mayores teatros de ópera internacionales y es Director Musical de las óperas de Kent y Lyon. Sus producciones para este género han atraído la atención internacional mientras que sus registros para la industria discográfica han obtenido numerosos premios.

“Soy una especie de dinosaurio. Todavía creo en las grabaciones y aún defiendo los registros en estudio”, dice al respecto. Formado en Budapest, Fischer prosiguió sus estudios en Viena como discípulo de Hans Swarowsky. Se perfeccionó intensivamente en música antigua y, en esta área, fue asistente de Nikolaus Harnoncourt. Recientemente ha estado activo también como compositor y sus obras se han presentado en Holanda, Hungría, Alemania y Austria. Es fundador, además, de la Hungarian Mahler Society y patrocinador de la British Kodály Academy. Ha recibido la Golden Medal Award del gobierno de Hungría y el Crystal Award otorgado por el World Economic Forum. Más allá de una carrera ecléctica, sus versiones de Dvorak y Bartók son referencias obligadas dentro del mercado discográfico.

El violinista József Lendvay, que será solista en el Concierto de Paganini, fue galardonado con el Paganini Prize y el Liszt Prize. Formado en la Academia Musical Franz Liszt de Budapest, asistió a clases magistrales y seminarios dictados por Yehudi Menuhin e Igor Oistrach y se ha presentado en numerosos escenarios, además de en su Hungría natal, en Suiza, Japón, Holanda y los Estados Unidos. Ha sido invitado como solista a realizar interpretaciones junto a la Rotterdam Philharmonics, Netherland Radio Orchestra, Los Angeles Philharmonic, City of Birmingham Orchestra y la Suisse Romande. Dejan Lazic, pianista croata, crecido en Salzburgo y formado en el Mozarteum de esa ciudad, poco después de su graduación obtuvo reconocimiento internacional como “un pianista brillante y musicalmente dotado, pleno de ideas y capaz de proyectarlas persuasivamente”, según la revista especializada Gramophone. Calificado por el New York Times como “pleno de poesía, bello fraseo y vívidos efectos dinámicos que producen un sonido fresco, espontáneo y vehemente”, se ha presentado en los teatros más importantes del mundo y aquí actuará como solista en la obra de Carl Maria von Weber.