MUSICA › FLOPA-MINIMAL PRESENTAN SU EP REDUCCIóN DE DAñOS
Activos cada uno por su lado, los músicos volvieron a juntarse, guitarras acústicas en mano, para componer canciones juntos. El paso siguiente a publicarlas online fue un ciclo los jueves en el bar Ultra, que continuará hasta la primera semana de septiembre.
› Por Luis Paz
Proyectos con este nivel de riesgo son una noticia: nueve años después de haber saltado al vacío sin red en compañía de un músico que se ubicó como uno de los productores insignia de la música independiente metropolitana, la cantautora y el rockero cancionista que participaban de ese trío, que firmó una de las mejores piruetas para la canción post crisis, hacen nuevamente su salto, pero ahora desde mayor altura. Peligroso pero no suicida, el gesto de reunión que están haciendo Flopa Lestani (ex Mata Violeta y Barro) y Ariel Minimal (líder de Pez y ex Fabulosos Cadillacs) capitaliza la sustracción de uno de sus factores (Mariano “Manza” Esaín, ex Menos Que Cero y actual Valle de Muñecas) para multiplicar el intento. Pues si en Flopa-Manza-Minimal triangularon voces, guitarras y aportes para dar forma a un disco epónimo que quedó ubicado como una de las mejores obras acústicas de la última década, ahora Flopa y Minimal juegan al amor más desnudos y menos protegidos que antes, pero igualmente contundentes a la hora de bocetarlo y colorearlo.
Aunque lo más obvio sea entender al dúo como un “Flopa-Manza-Minimal sin Manza”, se debe ser más creativo, porque “en realidad la lógica del proyecto es diferente”, aclara Flopa Lestani, la cantante e instrumentista que, además de haber publicado dos compilaciones de finas canciones como autora (el sólido Dulce fuerte grave y el encantador Emoción homicida), ha tocado guitarra y bajo en algunas de las bandas que Francisco Bochatón y Pablo Krantz tuvieron durante este siglo. “Lo que pasa es que cambió el modo de composición con respecto al trío. Flopa-Manza-Minimal era una suma de partes, melodías, arreglos y letras que iba aportando cada uno. Las canciones tenían un origen más personal, pero en el dúo trabajamos componiendo juntos, directamente”, suma Ariel Minimal.
A Minimal también le cabe la responsabilidad (la grácil culpa) de haber rescatado a Flopa de un ligero ostracismo discográfico. “Ariel me rescató y me sigue rescatando. Soy bastante vaga, puedo tener una letra diez años sin ponerle música, puedo tomarme semanas para un arreglo, pero él tiene esa cosa de ‘hagamos y hagamos ya’ que me descuelga”, le agradece ella. Y él, en el mismo sillón del sótano del bar Ultra, se inclina hacia adelante para proponer: “Es que hay que hacer, hay que hacer cosas. Nos juntamos, hacemos canciones, las mostramos, las tocamos”. Lo dice con sencillez, como un axioma a recuperar. Y desde ese bar, porque es allí donde los dos últimos jueves de agosto y el primero de septiembre completarán el ciclo que llevan adelante, siempre alrededor de las 21 (pueden ser las 21.15, pero no mucho más tarde), en San Martín 678.
El sótano tiene más o menos los mismos elementos que el living donde componen: silloncitos, una mesita, ellos y su par de guitarras. “Somos el Living Dúo, pero no por sobrevivientes sino porque nos sentimos bien en ese tipo de ambientes, en las ‘salas de estar’”, dice Minimal. En una de ellas les dieron forma a las cuatro canciones que son parte del EP digital y gratuito Reducción de daños, o el par de canciones inéditas que están anticipando en este ciclo. “Por ahora los sacamos así, de a poquitos temas, pero cuando tengamos una cantidad suficiente para publicar un disco, la intención es hacerlo”, adelanta Minimal. “La idea es hacerlo... ¡y cobrarlo carísimo!”, bromea Flopa.
El show de Flopa-Minimal es magnético y el colchón tímbrico que arman entre ambos bien podría ser un modelo alternativo para los adornos esos que son entendidos como “llamadores de ángeles”. El show se basa en las piezas más representativas que cada uno aportó a Flopa-Manza-Minimal y sus novedades, y es una experiencia desequilibrante que desintegra al rencor y la amargura para integrar amor con belleza. “Estar solo en el escenario no está tan bueno. Estar en banda es tocar un poco en automático, porque si te confundís, la banda sigue sonando. En un trío estás respaldado, pero un dúo es algo más complicado. Hay una dependencia del otro a la vez que tenés que manejar la independencia de tu voz y tu instrumento para ponerles color a las canciones. ¡Me encanta este formato!”, viva Minimal y su encanto vale tanto para el formato dúo como para el formato canción.
–Hace años que la canción argentina, sobre todo la que tiene una pátina rockera sin ser “canción de rock argentino”, va retomando su condición militante, política pero también humanamente...
Ariel Minimal: –¡Y está buenísimo! Tomar posición es muy importante. No digo estar de un lado o estar del otro, porque últimamente vivimos en esa discusión que a mí me parece un poco tonta. Creo que hay que ser crítico y que tomar posición significa tomar una posición para mirar lo que pasa a tu alrededor. Habrá quien hable más de política o menos, pero tomar posición te sirve para todo.
Flopa Lestani: –Claro, somos militantes de la canción, no en las canciones. Trabajamos para la canción.
A. M.: –Ojo, también está bueno que muchos artistas hayan manifestado su posición política.
–Bueno, ustedes mismos en una de las fechas del ciclo hablaron sobre el Gobierno.
A. M.: –Ah, eso fue porque tenemos una frase que es “así se trabaja”. Y hace un par de jueves lo dije en el escenario y alguien gritó “viva Perón”. Y yo le respondí que no, que Perón está muerto y que encima le cortaron las manos. Y fue raro porque fue como que no se entendía qué onda.
–¿Qué onda usted, dice?
A. M.: –Claro, ¿hay onda o no hay onda? Y dije que yo no sé mucho de política, porque no soy un tipo interesado en la política, pero lo que sé es que ésta es la mejor administración que viví.
F. M.: –Sí, siempre desde ese ser críticos que defendemos. Porque hay muchas cosas que pueden no estar bien, como el modo de encarar los problemas ecológicos o la minería a cielo abierto, pero también se están haciendo cosas que el rock y la canción han pedido bastante y que están buenas.
“Así se trabaja.” Toda una celebración de la forma que tiene en uno de sus temas a su discurso del método: justamente, se trata de “Así se trabaja (reducción de daños)”, pieza que junto a las notables e insignes “Debajo del álbum blanco”, “Dejadez” y “El almaherida” (que Flopa, Manza y Minimal aportaron, respectivamente y una cada quien, a aquel proyecto surgido en 2002) colma la canasta de estos dos recolectores de ideas con un manifiesto de vida. “Por supuesto que estamos de acuerdo con la reducción de daños, en todas sus formas, no sólo en el campo de las drogas (el concepto es parte de un cuadrante de trabajos sociales, psicológicos y clínicos para combatir las adicciones)”, ajusta Flopa. Podrían declarar que “hay que dejar de hacer daño por lo menos por dos años”, pero no: el intento de estas dos voces es que nos dejemos de hacer daño para siempre.
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