“El mejor reconocimiento para nuestros artistas es no olvidarlos”, se dijo durante la presentación.
Imagen: Sandra Cartasso.

“Este trabajo, que logramos con la participación de grandes artistas, y que fue pensado para homenajear a Lima Quintana, también busca ser una herramienta para acercar la literatura a los más pequeños, desde una mirada social, porque la lectura nos hace más libres.” Con esas palabras, Diego Gareca, titular de la Dirección de Derechos Humanos de Godoy Cruz (Mendoza), definió el proyecto Cuentos para los culillos, un disco que reúne los relatos del libro Cuentos para no morir, del gran poeta argentino Hamlet Lima Quintana, fallecido en febrero de 2002. Se trata de un trabajo –que fue presentado el miércoles en el Centro Cultural de la Cooperación– en el que ponen el cuerpo y la voz más de quince reconocidos músicos del campo popular como Víctor Heredia, Teresa Parodi, Liliana Herrero, Verónica Condomí, Luisa Calcumil, Raly Barrionuevo, Rafael Amor, Víctor Hugo Cortez y Quilapayún, entre otros.

Cuentos para los culillos es un cálido homenaje al reconocido músico y poeta, autor de canciones populares como “Zamba para no morir”, compositor de letras que acompañaron al movimiento artístico y cultural denominado Nuevo Cancionero (1962). Y cuyas producciones fueron interpretadas por notables artistas del folklore argentino, de la talla de Mercedes Sosa y Horacio Guarany. Por eso, para recordarlo una vez más, durante la presentación, Víctor Heredia tomó el micrófono, entonó su voz y recitó, con gran entusiasmo, la hermosa “Leyenda del girasol”. Rafael Amor hizo lo mismo con el cuento “El espantapájaros”. Y más tarde llegó el momento del trovador mendocino Víctor Hugo Cortez, con el bello poema “Gente”. Liliana Herrero recitó “El títere de oro” con la simpatía y la gracia que siempre la caracterizan, Eduardo Guajardo recitó “La pajarita de papel” y la cantora mapuche Luisa Calcumil le puso la voz y el alma a “El árbol de granada”. Luego de las lecturas, Calcumil cantó sin la ayuda de ningún instrumento “Canción sagrada de la Luna” y un canto popular de la cultura mapuche llamado “El pajarito y la paloma”. Finalmente, el músico José Ceña interpretó “Canción para Lucho”, aplaudida afectuosamente por el público.

Durante la actividad, a la que asistieron algunos de los músicos que participaron en el proyecto, fue recordada la extensa y notable trayectoria del poeta, autor de más de treinta libros como La armonía de los cuerpos (1968), Milongueada por Pedro Coronel en Saladillo (1987), Breve historia de otro mundo (1992), En el fondo del horizonte (1995), y Las otras casuarinas (2000), entre muchos otros. Lima Quintana “nos ha dejado un legado de denuncia por un lado y, por el otro, de una alta poesía. El se entregó a las formas poéticas, para denunciar una realidad. Me parece que la presencia de la palabra y la vida poética la conocía bien. Entonces, no nos dejó un legado panfletario, sino una reflexión profunda sobre la poesía, sobre la palabra y la Argentina”, dijo a Página/12 Liliana Herrero. “Es una de esas personas enormes que están allí al lado nuestro y que sólo tenemos que tropezar con ellas para percibir que están absolutamente presentes y que con ellas podemos pensar el convulso tiempo contemporáneo. Es un poeta importantísimo.”

Cuentos para los culillos (así llaman a los niños en Mendoza) es un trabajo impecable, que reivindica la poesía y la palabra e invita a conocer un poco más sobre el universo de Lima Quintana. Algunos de los relatos infantiles con temáticas sociales que se pueden apreciar allí son “Pluma color verde”, interpretado por Teresa Parodi; “Cuento con un nombre”, por Ismael Serrano; “La mujer de barro”, por Raly Barrionuevo; “Dos historias de él, las hormigas y la cigarra”, por Quilapayún; “Historia de gallos”, por Verónica Condomí; “El títere de oro”, por Liliana Herrero; y “La deuda”, por Mónica Abraham, además de los que fueron recitados por los artistas en la presentación.

“Durante un año y medio trabajamos en este material para presentar el disco –explicó Gareca, impulsor del proyecto colectivo–. Los artistas han colaborado desinteresadamente para contribuir con este proyecto que intenta acercar la literatura a los más pequeños. El objetivo es que, mediante este material, los alumnos de las escuelas puedan aprender jugando, escuchando, imaginando, pensando y, a su vez, dar rienda suelta a la imaginación y a la esperanza de vivir libremente en un país más justo y solidario.” En ese sentido, Herrero consideró que “todos los cuentos que están en el disco son preciosos”. “En el que yo leí me pareció muy importante y profundo el homenaje que Lima Quintana les hace a Javier Villafañe y Ariel Bufano. Me emocionó leer ese cuento porque hace referencia a dos grandes titiriteros argentinos. Leerlo es conmovedor.”

No es casualidad que Lima Quintana se haya interesado desde “culillo” en el mundo de la música y la poesía, pues tanto su padre como su madre alimentaron el amor por las letras y la música: ambos escribían poesía, tocaban la guitarra y el piano. Entre 1940 y 1960, Lima Quintana fue músico y cantor, primero en la compañía de Ariel Ramírez y luego con los grupos Los Musiqueros y Los Mandingas. También grabó discos con el recitado de sus poemas, entre ellos Juanito Laguna remonta un barrilete y La pampa verde. En el cierre de la presentación, que culminó con música en vivo de Coqui Sosa y José Ceña, Gareca consideró que “el mejor reconocimiento para nuestros artistas es no olvidarlos”. “Este país –continuó– tiene una facilidad enorme de devorarse el trabajo realizado de muchos artistas. Las grandes corporaciones dicen que su música no vende, por eso nosotros decidimos no venderlo sino regalarlo y difundir la obra de Hamlet Lima Quintana. Y hacer esta tarea alternativa al sistema discográfico.” Es por eso que Cuentos para los culillos es de distribución gratuita y puede descargarse de www.godoycruz.gov.ar

Informe: María Luz Carmona.