Con la nueva gira de Mado-nna vuelve el escándalo: desde el escenario, la máxima diva del pop insulta a George W. Bush, provoca con la carga sexual de sus coreografías y hasta se crucifica mientras canta. La cantante, de 47 años, comenzó el domingo su gira Confessions, cuyo título alude al de su último álbum, Confe- ssions on the Dancefloor. Sin embargo, sobre el escenario del auditorio Forum de Los Angeles, Madonna hizo de todo menos confesarse. Hábil para provocar escándalos, la “chica material” cantó colgada de un gigantesco crucifijo construido con espejitos como los de las bolas de las discotecas. Así, bajando de los cielos con una corona de espinas en su frente, Madonna interpretó la balada Live to Tell, mientras detrás se veían rostros de niños sufrientes. Tras una ausencia de dos años desde su gira ReInvention, Madonna dedica cada segundo en el escenario a su música, sin apenas abrir la boca si no es para cantar. Pero una de sus pocas frases, durante el tema I love NY, fue un insulto contra el actual presidente de Estados Unidos.