El festival británico de Glastonbury, que en esta edición trae como principal novedad la actuación inédita de los Rolling Stones, arrancó ayer con las entradas agotadas para un cartel que incluye además a los Mumford & Sons y los Artic Monkeys. El evento, que se prolongará hasta el domingo 30 en la localidad inglesa de Somerset, llega después del paréntesis del año pasado por los Juegos Olímpicos, entre una gran expectativa con las 135.000 entradas disponibles agotadas apenas dos horas después de salir a la venta.

Glasto abrió ayer con la actuación de grupos de música folk y otras bandas menores para calentar motores de cara al fin de semana, cuando llegarán los platos fuertes. Artic Monkeys y la cantante Eliza Doolitle, que comparte escenario con el dúo electrónico Disclossure, serán los protagonistas del viernes, que precede a un día histórico para este festival con más de cuarenta años de historia. Los Rolling Stones debutarán el sábado sobre el escenario de Somerset, uno de los pocos que les faltaban por conquistar en una dilatada carrera que no presenta atisbos de frenar pese a la edad de sus componentes, cercanos a los 70.

El anuncio de su incorporación, realizado después de que Ronnie Wood convenciera al resto del grupo, tomó por sorpresa a los seguidores de la veterana banda. Las negociaciones siguieron inclusive hasta ayer, cuando Michael Eavis, organizador de Glastonbury, anunció que los Stones habían acordado que la BBC transmita una hora de su show de 90 minutos, cuando originalmente la banda quería que se emitieran sólo cuatro canciones. Los Stones pasarán por Glastonbury antes de protagonizar un esperado regreso, los días 6 y 13 de julio, al londinense Hyde Park, donde no tocan desde 1969, una cita en la que tendrán de teloneros a The Vaccines.

Elvis Costello también subirá al escenario de Glastonbury el sábado, antes de dar paso el domingo a los Mumford & Sons, flamantes ganadores del premio al mejor grupo en los Brit Awards, el premio más importante de la música en el Reino Unido. El cuarteto de folk rock británico, que sabe lo que es agotar las entradas en sus giras individuales, promete cerrar con su vibrante directo una de las ediciones más esperadas de Glastonbury, considerado uno de los mejores festivales del mundo.