Raly Barrionuevo y Liliana Herrero, dos de los artistas que participarán del encuentro.
Imagen: Télam & Jorge Larrosa.

Uno de los desafíos de todo festival masivo es impactar a nivel convocatoria y a la vez lograr una artística cuidada e inclusiva. El Fifba, el festival de música popular que se realiza todos los años en el mágico Paseo del Bosque de La Plata, parece haber encontrado la fórmula. A punto de dar comienzo a su sexta edición, se consolida como uno de los festivales más elogiados y mejor curados del país. La clave radica en darle importancia tanto a expresiones musicales emergentes como a artistas consagrados, con el eje puesto en la raíz folklórica de Latinoamérica. En todo caso, el concepto está por encima de los nombres. De todas formas, una larga lista de artistas de diversos paños desfilarán por los tres escenarios: Liliana Herrero y Juan Falú, Raly Barrionuevo, Ramón Ayala, Dúo Coplanacu, Chaqueño Palavecino, Tomás Lipán y Rubén Patagonia, Elpidio Herrera, Onda Vaga, Martín Buscaglia (Uruguay), Gepe (Chile), Marina Fages y Lucy Patané, Orkesta Popular San Bomba, Morbo y Mambo, Dom La Nena (Brasil), entre muchos otros. Organizado por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, el Festival del Bosque, subtítulo que adoptó este año, se desarrollará entre hoy y el domingo a partir de las 15, con entrada libre y gratuita.

Una de las propuestas pensadas especialmente para el festival es el cruce musical que protagonizarán mañana en el escenario Panorama los tres integrantes de Tremor y el luthier y compositor Elpidio Herrera. “Yo vengo de una familia santiagueña y me siento súper honrado de poder fusionarme con Elpidio, a quien escucho desde la época del disco De Ushuaia a La Quiaca y es un tipo muy abierto musicalmente”, se alegra el joven Camilo Carabajal, de Tremor. “Somos parientes en lo musical”, relaciona el hijo de Cuti, criado entre Alemania y Buenos Aires. “Si bien en Tremor jugamos con elementos del folklore, nuestra búsqueda apunta más a la percusión y a la utilización de máquinas”, explica el ex Semilla y cuenta que toda su vida, desde pequeño, pasó largos veranos en Santiago del Estero. De esta forma, las influencias de la música urbana y rural se cruzan en esa búsqueda. “Nunca perdí el pulso del folklore”, aclara y promete para el sábado “fusión de música vieja y nueva”.

Como en las ediciones anteriores, habrá tres escenarios principales. El Panorama, un espacio que puede cobijar a 40 mil personas y en el que tocarán “grandes figuras populares, nuevos fenómenos musicales y las producciones especiales” del festival, como Onda Vaga (hoy) , Raly Barrionuevo (mañana) y el Dúo Coplanacu, Los Carabajal y el Chaqueño Palavecino (domingo); el Alternativo, un escenario ideal para descubrir nuevos artistas y sorpresas musicales, como Fauna (hoy), Barbarita Palacios (mañana), Todopoderoso Popular Marcial (mañana) o Graveola (domingo), de Brasil. Y, por último, el Fogón, un escenario pensado para abrir aún más los oídos y apelar al silencio. “Nos parece muy zarpada la programación, estamos contentas de ser parte de esto”, se entusiasma Marina Fages, quien se presentará mañana con Lucy Patané en el escenario Fogón. “No abundan festivales que puedan juntar a bandas como Morbo y Mambo y Onda Vaga con Los Carabajal y Ramón Ayala, propuestas muy distintas entre sí”, destaca Fages y adelanta que tocarán canciones de El poder oculto, el disco que grabaron a dúo con Patané, y versiones folklóricas, como “Recuerdo de Ipacaraí”.

Por el escenario Fogón, el domingo, pasarán el compositor y acordeonista Lucas Monzón y el cancionista Seba Ibarra, dos prometedores músicos chaqueños que no suelen entrar en los radares de los festivales tradicionales. “Creo que a este tipo de festivales la gente va por la propuesta, es una buena oportunidad para mostrar lo que hacemos”, considera Fages. Germán Bermant, productor artístico, le explica a Página/12 el criterio de selección de los artistas. “El perfil se fue construyendo a lo largo de los años. Nos dieron el espacio para abrir el juego y ampliar los horizontes y no lo dudamos. Entonces, la propuesta artística tiene que ver con los cruces estéticos y la música de raíz, pero entendido desde un sentido amplio. Es un festival provocador en dos aspectos: toca una fibra sensible de la tradición y a la vez intenta abrir cabezas.”

Otra de las particularidades del festival –y tal vez de La Plata– es la presencia de públicos de diferentes edades, gustos musicales y hasta nacionalidades. “El Fifba es un evento claramente popular, porque desde las tres de la tarde va la señora con la sillita y los nenes, y también van las groupies de algún artista”, grafica Bermant. “Desde el inicio intentamos generar una construcción de público más allá del artista que suba al escenario. Que el festival, de alguna manera, pueda convocar en sí mismo y trascender. Y que algunos de esos artistas nos sirvan para validar a músicos no tan conocidos”, puntualiza el organizador. Nacho Rodríguez, de Onda Vaga, dice que el festival cuadra justo con la propuesta del grupo: “Nosotros tenemos elementos folklóricos y nos gusta mucho jugar con los géneros de Latinoamérica. De todas formas, nos interesa ir más allá de los géneros”. Onda Vaga cerrará la jornada de mañana. “Que no haya un líder en la banda es súper fuerte y eso hace que la propuesta sea inclusiva y el público se conecte más con las canciones”, apunta Rodríguez.

Además, en el marco del festival, se realizó ayer la tercera edición del Mercado de la Música de América Latina, un espacio de encuentro entre la industria de la música local y los sellos discográficos, festivales, programadores y bookers internacionales invitados, que tuvo como fin posibilitar intercambios y negocios entre actores de toda la región. La grilla completa del festival, con los horarios, se puede consultar en http://fifba.com.