MUSICA › ETHAN IVERSON HABLA DE RITE OF SPRING POR THE BAD PLUS
El pianista grabó junto a sus compañeros una versión de La consagración de la primavera, de Igor Stravinsky, después de haberla tocado más de una docena de veces. Por eso, la obra canónica del siglo XX suena en el disco como si fuera creación del trío.
› Por Diego Fischerman
Hace 45 años, un trío que había convertido al virtuosismo en estética estrenaba, en el Festival de la Isla de Wight, un extraño repertorio. Una serie de piezas para piano escritas por un compositor ruso del siglo XIX, Modest Mussorgsky, e inspiradas en la obra de un pintor, se convertían en pieza maestra del pujante rock progresivo británico. Grabado en vivo el año siguiente y publicado en 1972, Cuadros de una exposición sería el tercer disco de Emerson, Lake & Palmer. Lo novedoso del proyecto, en rigor, tenía que ver con que la obra original no había sido prácticamente transformada. No se trataba de una versión pop de una obra clásica, por lo menos en cuanto a su forma, sino de un grupo de rock abordando con su instrumental –y casi sin inmiscuirse en ella– una obra de la tradición académica. Y de lo que nadie dudaba es de que se trataba de un disco de rock.
The Bad Plus, otro trío, también virtuoso, pero más cercano al jazz –por lo menos en el origen de sus integrantes y en las enciclopedias de las que parten para sus búsquedas– repitió el gesto el año pasado. O, más bien, volvió a visitar una obra de la tradición académica para construir un disco y una música propios. El desafío no era menor: ni más ni menos que la obra canónica –tal vez la última– de comienzos del siglo XX. Aquella que con un escándalo parisino había inaugurado a la vanguardia como género. La consagración de la primavera, de Igor Stravinsky, fue inicialmente, en 1913, la música de un ballet fracasado. Y muy poco después, la obra sinfónica, ya con un destino autónomo, más consensuada de los últimos cien años. De gran complejidad rítmica, con superposiciones de patrones y una estructura basada más en la cinematográfica idea del montaje que en los viejos conceptos del desarrollo y la variación progresiva, en ella la orquestación parecía, además, indivisible de la obra. Había una transcripción para dos pianos, es cierto. Pero lo que aparecía allí no era la misma obra sino una suerte de esqueleto, o de versión en negativo.
“De toda la música clásica modernista, La consagración... es probablemente la más popular”, dice Ethan Iverson, el notable pianista del trío. “Lo que puedo asegurar es que a medida que la fuimos tocando más y más, teníamos la sensación de estar llegando más a su raíz. En realidad, ya se trata más de un símbolo que de una obra. Ahora nosotros conocemos otras cosas, incluso del propio Stravinsky, y podemos poner en perspectiva a La consagración... Por ejemplo, escuché en un concierto en el Met a Valery Gergiev dirigiendo esta obra y Oedipus Rex. Y a mí la composición que me pareció realmente grande fue Oedipus Rex. De hecho, el comienzo de nuestro disco Give está casi calcado del Oedipus.” Elegidos en todas las encuestas y listas de lo mejor del año, en Estados Unidos y Europa, como uno de los mejores grupos de jazz existentes y con su Rite of Spring –ése es el título en inglés de la obra de Stravinsky y el que ellos eligieron para el álbum– entre los más destacados de 2014, The Bad Plus, que completan el bajista Reid Anderson y el baterista David King, comenzaron con su trabajo alrededor de la obra de Stravinsky gracias al encargo conjunto del Lincoln Center de Nueva York y de la Duke University.
Iverson no oculta la sorpresa –y el deleite– de haberse enfrentado a esta composición. “Usualmente trabajamos con ritmos extraños. Pero los de La consagración... los dejan bien pequeños. Si bien la versión orquestal es la más importante –explica–, tomamos como base para nuestro arreglo la transcripción para dos pianos. Es algo así como Stravinsky reimaginado por Scriabin. Hay versiones anteriores, en las cercanías del jazz. Ignoro si lo que hicimos es un disco de jazz. Escuché los arreglos de Herbie Mann, Larry Coryell y The Butchershop (para mí, la mejor de todas). Allí el jazz está más presente. Si bien nosotros incluimos la improvisación y algún solo en algún momento, más bien somos como un grupo de jazz que se puso a tocar algo que no es jazz (aunque fue influyente para el jazz y comparte con él unos ciertos criterios de valor) sin buscar forzarlo. Yendo para donde el propio material nos llevaba.”
The Bad Plus es un grupo bastante ecléctico, lo que lo ha llevado a ser tomado como una impensada bandera por aquellos que piensan que el jazz debería ser para un público al que no le gusta el jazz. La verdad es que limitarlo a ese lugar es bastante injusto, teniendo en cuenta que se trata de uno de los fenómenos musicales más vitales y poco previsibles de la actualidad. Su Rite of Spring fue estrenada en marzo de 2011, fue tocada más de una docena de veces durante el año siguiente y para cuando fue grabada, en junio de 2013, el grupo ya la hacía casi como si se tratara de una obra propia. Y así es como suena en disco. El jazz, un poco más celoso de sus límites que el rock progresivo de comienzos de los ’70, tal vez tenga dudas de su pertenencia al género. No debería. Se trata de un gran disco. Es, sin duda, una versión magistral y, además, llena de swing. Pero sobre todo si se la lee en serie con la admiración por la Música de cámara de Paul Hindemith que Charlie Parker tuvo en mente cuando grababa su disco con cuerdas, actualiza una vieja cuestión esencial. La música siempre nació –y creció– en el contacto con otras músicas.
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