Mar 31.03.2015
espectaculos

MUSICA › TRICKY PRESENTARá ADRIAN THAWS ESTA NOCHE EN NICETO CLUB

“La fama no es buena ni real”

El rapero es uno de los iniciadores del trip hop, género del que reniega pero al que le estableció su marca desde los tiempos en que formaba parte de Massive Attack. “La Argentina tiene mucha alma, así que nos sentimos mutuamente”, asegura antes del show.

› Por Joaquín Vismara

A fines de los ’80, Inglaterra comenzó a canalizar a su propia manera a la cultura hip hop en Bristol. DJs, graffiteros, bailarines y MCs (encargados de arengar las fiestas) abrazaron al género, sólo para imprimirle su sello distintivo al cruzarlo con música house, soul y ritmos ralentizados. El resultado final se convirtió en la banda de sonido acorde con una ciudad brumosa plagada de barrios bajos, que sirvió para que Adrian Thaws abandonase la vida delictiva y encontrase en la música el lugar en el que canalizar sus frustraciones. Hijo de un sonidista jamaiquino y una trabajadora angloguyanesa, el músico conocido como Tricky tuvo una infancia demasiado áspera aun para su entorno. Su padre abandonó a la familia antes de que él naciese y su madre se suicidó cuando él tenía 4 años, harta de los ataques de epilepsia que padecía cada vez con más frecuencia. Criado por su abuela, Thaws integró pandillas desde niño y coronó su adolescencia con un paso por la cárcel a los 17 años por querer hacer circular billetes falsos.

Su interés por la cultura urbana que estaba desarrollándose en su Bristol natal lo llevó a integrar The Wild Bunch, un colectivo que combinaba música y arte callejero que al poco tiempo se convirtió en Massive Attack. Tricky aportó su rapeo cavernoso a varias de las canciones del álbum debut del grupo, Blue Lines, pero decidió probar suerte por su lado antes de que el segundo disco del proyecto terminase de grabarse. Desde entonces, Thaws mantuvo una carrera solista que, aun con sus altibajos con el cambio de milenio, logró ubicarlo como uno de los referentes ineludibles del trip hop, rótulo del cual él reniega. Los títulos de sus últimos discos van de frente con la autorreferencia: Knowle West Boy (2008) evoca el nombre del ghetto en el que vivió en Bristol, Mixed Race (2010) es una alusión a su propio linaje mestizo y False Idols (2013) es una suerte de crítica al estrellato al que le tocó pertenecer. Pero quizá la referencia más explícita esté en Adrian Thaws (2014), el disco con el que encontró su mejor forma en años y que presenta esta noche en Niceto, como parte del ciclo Martes Indiegentes, junto a los créditos locales Catnapp, UNiko Dubs y DJ Campeón. “La Argentina tiene mucha alma, así que nos sentimos mutuamente”, responde a Página/12 desde Brasil, antes de un nuevo desembarco. Teniendo en cuenta que en el pico de la euforia de su última performance porteña Tricky se arrojó al público para que la marea humana lo depositase en la barra del lugar y así pedirse un whisky, motivos sobran para acercase a ver de qué es capaz esta noche.

–¿Cuál es el motivo que lo llevó a titular su último disco con su nombre verdadero?

–Estuve usando el apodo Tricky por varios años y titulé a mi primer disco con el nombre de mi madre. Ahora di la vuelta entera al círculo, volví al comienzo. Me tomé cinco años de descanso cuando me fui a vivir a Los Angeles, pero ahora estoy de regreso, y éste es el capítulo siguiente. Mi madre se llamaba Maxine Quaye y me dio la vida, así que es como si también hubiera dado a luz a mi carrera, porque todo salió de mi disco debut, que por eso titulé Maxinquaye. Mi mamá me trajo al mundo a mí, que soy Adrian Thaws. Se cerró el círculo.

–Ese álbum cumple veinte años y fue reeditado hace poco. ¿Cómo lo ve a la distancia?

–No soy de pensar mucho en un disco que hice hace dos décadas. Ni recordaba de cuándo se había publicado hasta que mi manager me hizo acordar, porque no me importa lo que hice en el pasado. Lo que es curioso es que veo a artistas nuevos que, si no fuera por ese disco, estarían haciendo siempre lo mismo. Si fueran una banda re-ggae, harían sólo reggae; lo mismo si hicieran rock o hip hop. Este disco cambió a la música en cierto modo al mezclar todo eso. Es gracioso, porque algunos de los pibes nuevos fueron influidos por él, por más que no lo sepan, como si no conocieran su propia historia. Es un tanto raro estar de gira y ver una banda que suena exactamente como vos, por más que ellos no tengan idea de eso.

–Todas las colaboraciones que hay en sus discos son de cantantes femeninas y en varias ocasiones se acompañó en vivo con bandas integradas exclusivamente por mujeres. ¿A qué responde esta elección?

–Escribo mis letras y, a veces, mientras las compongo siento que están limitadas sólo con mi aporte. Si le doy eso mismo a una chica, ya por el hecho de que sea una mujer quien las cante, ese mensaje llega a un público totalmente distinto, mucho más amplio. Si fuera yo sólo con mi voz, sería algo mucho más estrecho, con menos alcance. Una mujer puede darle una vibra diferente a mis canciones y creo que intento escribir mis composiciones desde una perspectiva femenina. A las mujeres les sientan mejor mis palabras. Podría cantarlas yo, pero ellas las llevan a otro nivel, me permiten ver a las canciones desde afuera.

–A fines del siglo pasado, los DJs tuvieron un rol vital en la escena underground en la que usted se formó. ¿Qué cree que aportan en la actualidad?

–Hoy en día los DJs se volvieron enormes estrellas de pop. Cuando era adolescente solían acercarle al público música que nadie había escuchado jamás y aprendí mucho a través de lo que ellos pasaban en sus sets. Hoy en día se vendieron, son otra cosa. La fama no es buena para nadie, perder tu anonimato no es sano. No es natural y causa enfermedad mental. La fama no es real.

–En los últimos años hubo un resurgimiento del trip hop gracias a artistas como London Grammar, Chet Faker y FKA Twigs. A pesar de que reniega de pertenecer a este estilo, ¿se siente responsable de este nuevo interés por esta música?

–Supongo que lo soy, porque dicen que soy el que empezó ese género, pero creo que tiene un título muy estúpido. Si yo comencé algo, deberían llamarlo Trick Hop, que al menos como nombre suena mucho mejor.

(Versión para móviles / versión de escritorio)

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS rss
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux