Página/12 En México

Desde Guanajuato

Ciudad de túneles bajo las sierras. De una iglesia con altar barroco y torres inconclusas. De multitudes llegadas desde partes diversas, yendo y viniendo por sus estrechas calles mientras tiene lugar el Festival Cervantino. No van a los espectáculos pero, de alguna manera, es esa tradición que ya lleva 43 años la que los convoca. Hoy empieza una nueva edición. Allí estarán desde El valle para el asombro, con dirección de Peter Brook, hasta una coreografía de Blanca Li para bailarines y robots o la nueva revelación del jazz, la notable cantante Cécile McLorin Salvant, que actuará el próximo domingo, y uno de los mejores grupos historicistas de la actualidad, Anima Eterna Brugge, que dirigido por su fundador, Jos Van Immerseel, hará la integral de las sinfonías de Beethoven. Y Guanajuato se prepara para recibirlos.

En su encarnación 2015, el Cervantino, que dirige el escritor Jorge Volpi, se plantea tender puentes entre disciplinas que los tiempos modernos se han empeñado en separar: la ciencia y el arte. “Dos culturas en pugna, como advirtió hace décadas el escritor inglés Charles Percy Snow”, apunta Volpi. “Antes del siglo XIX, artistas y científicos compartían un marco de referencia, mientras que hoy nos enfrentamos a una especialización extrema que divide de manera tajante estos dos mundos. Nosotros retomamos la idea del conocimiento unificado para mostrar los vínculos que unen a estos dos universos. Habrá un concierto con proyección en pantalla gigante de imágenes tomadas por la NASA, estará Robot, de Li, y la programación contempla las intervenciones de los premios Nobel de Física y Química George F. Smoot y Roald Hoffmann, además de los monólogos científicos del grupo español The Big Van Theory y el estreno en México de la Sinfonía ‘Doctor Atomic’, de John Adams.”

Salif Keita y la cantante portuguesa Teresa Salgueiro, que integró el grupo Madredeus y que en su nuevo espectáculo, La golondrina y el horizonte, explora el repertorio latinoamericano y en particular el de México, serán parte de una delegación de más de tres mil artistas de ventisiete países que protagonizarán unas cuatrocientas cincuenta actividades a lo largo de diecinueve días. Los espectáculos, por su parte, serán transmitidas a través de televisión y radio abiertas, y por streaming a través de la página de Internet del festival, además de difundirse en pantallas situadas en diversas ciudades mexicanas. La Argentina estará presente a través de la actuación de la Camerata Bariloche, el domingo 18. Haciendo música de Mozart, Bach y Piazzolla y, sobre todo, en el libreto de una ópera encargada especialmente por el Cervantino (una práctica que comenzó hace dos años) donde la historia remite a una casa de veraneo en la playa de San Clemente, durante la última dictadura cívico-militar, y un secreto guardado celosamente por una niña de siete años. Escrito por la cineasta Paula Markovitch, bonaerense radicada en México, el libro de la ópera en un acto La Creciente, con música de Georgina Derbez, está basado en su película El premio. Con dirección musical de Ludwig Carrasco y régie de Yuriria Fanjul, la obra se estrenará mañana.

Además de la obra de Brook, el festival contará con varias obras y elencos teatrales de primer nivel, entre ellos la chilena Diez mil cosas, de Andrés Kalawski, con dirección de Fabio Rubiano Orjuela, y Fausto, en la lectura de Tomasz Pandur y su Drama Nacional Ljubljana, de Eslovenia, que se presentará en contrapunto con la ópera Mefistofele de Arrigo Boito. Otra ópera, Moctezuma, de Antonio Vivaldi (en realidad una reconstrucción ya que el original está perdido), varios grupos de música contemporánea –y entre ellos el célebre Ensemble Modern–, que irán de Xenakis a Conlon Nancarrow y Julián Carrillo, un miniciclo de danza coreana, el excepcional laudista inglés Paul O’Dette, Paquito D’Rivera homenajeando a Armando Manzanero, los gitanos del grupo Taraf de Haïdouks y el Ubú Rey de Jarry dirigido por Declan Donnellan con escenografía de Nick Ormerod, serán otras de las propuestas que durante unas tres semanas refrendarán los créditos de esta intrincada ciudad de serranías como una de las capitales culturales del mundo.