MUSICA › CULTURA UNIDA Y UNA MANIFESTACIóN ORIGINAL EN EL MINISTERIO DE ENERGíA
El colectivo preparó en secreto la acción cultural, que fue acompañada de la entrega de una carta en la que exige “una inmediata solución” por la “gravísima situación” que atraviesan los espacios culturales de distinta naturaleza debido a los aumentos de tarifas.
Bajo el sol de las 11, en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Balcarce, se encontraron ayer representantes del vital aunque golpeado sector cultural independiente. Preparaban una acción secreta, que no se difundió ni por medios ni por redes. Al cabo de cuarenta minutos, cuando ya eran varios, se metieron en el Ministerio de Energía. Con números musicales y teatrales que desarrollaron en el hall, acompañaron la entrega de una carta dirigida al titular de la cartera, Juan José Aranguren, en la que le exigieron una “inmediata solución” por la “gravísima situación” que atraviesan espacios culturales de distinta naturaleza por el aumento de tarifas. La larga jornada, que se extendió hasta casi las 18, dejó un saldo positivo: el compromiso del Ministerio de la realización de una reunión técnica para la semana que viene.
La acción tuvo de todo. Lo primero fue el ingreso al Ministerio y el desarrollo de los números. Después, los representantes de Cultura Unida fueron recibidos por un “funcionario medio, nadie que tuviera la capacidad de tomar una decisión” respecto del problema, según contó a Página/12 Claudio Gorenman, del Movimiento de Espacios Culturales Autónomos (MECA). “Nos tuvo una hora y pico, y en lugar de traernos un acta de compromiso nos trajo un recibido; un renglón que decía que habían recibido el petitorio”, detalló. Para colmo, los artistas y gestores se encontraron con una paradoja: mientras las clausuras se suceden, a veces, por motivos insólitos, los matafuegos del Ministerio de Energía estaban vencidos. Al detectar esta irregularidad, solicitaron la evacuación del edificio.
“Levantamos temperatura, nos enojamos. Y tomamos la determinación de meternos en el Ministerio”, relató Gorenman. Entonces tuvieron una segunda reunión, con Andrés Chambouleyron, subsecretario de Coordinación de Política Tarifaria. “Nos metimos de prepo, no nos quisimos registrar. Accedió a reunirse y estuvimos conversando durante casi una hora”, dijo el abogado. Con este funcionario lograron el “compromiso por escrito” de que se realice una reunión técnica el jueves de la semana que viene, de la que participarán representantes legales y técnicos de Energía y del Ministerio de Cultura.
Gorenman explicó que el objetivo será incluir dentro de la Ley de Entidades de Bien Público, aún no reglamentada, a los espacios culturales independientes para que accedan a una tarifa social. “No es la solución definitiva. No sabemos si vamos a lograr mucho, poco o algo. Tenemos estrategias. Estamos terminando de escribir propuestas que vamos a llevar”, detalló.
Debido al aumento en las tarifas de energía eléctrica, agua y gas, el ámbito independiente se encuentra en estado de emergencia. Cultura Unida es un colectivo de colectivos que agrupa teatros, espacios escénicos, centros culturales, clubes de música, peñas y milongas. Desde hace tres meses que viene reclamando una solución a esta problemática. “Muchos de nuestros espacios están en riesgo de cerrar sus puertas”, alertaron sus integrantes en la carta para el ministro, que se encontraba en el exterior al momento de la intervención.
La de ayer fue la acción más importante después de la que se realizó el 21 de mayo, cuando nada menos que 300 espacios se unieron en un apagón para hacer sentir su reclamo. Lo único que se consiguió hasta el momento fue un parche: un monto de 50 mil pesos para teatros independientes de la ciudad ya beneficiados por un subsidio. En este contexto, lo que ayer exigía Cultura Unida era la creación de una “tarifa cultural” que contemplara las particularidades del sector, en principio en relación al consumo de energía eléctrica, y que tenga alcance nacional. “No podemos trasladar este aumento al público sin destruir el acceso a la cultura independiente”, argumentaron sus integrantes.
Por unas horas, el hall del Ministerio de Energía se convirtió en un auditorio. Breves números teatrales y musicales se sucedieron con la música del sellado y de los teléfonos de fondo, bajo la luz de tubo y en diálogo con la formalidad y la seriedad que caracterizan a todo edificio público. A pesar de la gravedad de la situación, la imagen se ponía por momentos graciosa. Era difícil no reírse, por ejemplo, con Aníbal, el personaje nostálgico y de pelo engominado al que dio vida Diego Mauriño (del Teatro del Perro), que se dirigió directamente a los empleados que estaban del otro lado del mostrador. Algunos trabajadores observaban la escena con sorpresa y curiosidad; otros continuaban con sus tareas habituales. A pesar de que el personal de seguridad del Ministerio no se resistió al ingreso de los manifestantes, un policía los interrogó en la esquina en que se habían encontrado.
La que abrió el juego fue Mónica Cabrera, también, con un monólogo. “No tengo una sala pero trabajo en estos espacios hace 16 años. El ingreso de todas las compañías que están trabajando es la factura de luz. Como en seis meses no nos atendieron, vinimos a llamar la atención”, dijo a este diario. En ese escenario poco convencional, Cabrera encarnó a una mujer arrepentida de ser actriz, que propuso cerrar todos los “teatros chiquitos que no sirven para nada” y que todos los artistas que cobran “entradas miserables” vayan presos. La jornada incluyó, además, la música de Sofía Viola y de integrantes del Frente de Artistas Ambulantes Organizados (FAAO).
Otra vía del reclamo es la legislativa. Julieta Alfonso, de la Asociación Argentina del Teatro Independiente (ARTEI), explicó que en el ámbito porteño hay un proyecto de ley para la creación de un fondo de emergencia; en tanto que a nivel nacional el diputado Juan Cabandié impulsó otro para la tarifa diferenciada.
“La situación es cada vez más grave. Empezamos un proceso de impugnación de facturas de luz”, añadió Gorenman. “Por el tipo de actividad que hacemos, tenemos un consumo muy alto. Por otra parte, hay lugares que son muy grandes y pagan mucho de agua. Con la calefacción, el gas es un tema gravísimo. Los lugares no tienen margen. No es un costo que podamos trasladar al público, por eso trabajamos por la tarifa diferenciada”, detalló. Hay espacios que están pagando entre 10 y 15 mil pesos de luz.
Cultura Unida está conformada por ARTEI, MECA, Espacios Escénicos Autónomos (ESCENA), FAAO, Teatro x la identidad, Asociación de Organizadores de Milongas (AOM), Cámara de Clubes de Música en Vivo (CLUMVI), Seamos Libres, Foro de Danza en Acción, Abogados Culturales, Construyendo Cultura, Potencia Unida, Roja y Blanca Actores, La Cultura no se Clausura y Peñas Unidas.
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