La vastedad de sus intereses y talentos hace que, curiosamente, a Gabriel Senanes se lo vea –y se lo escuche– poco. Director de orquesta, compositor, saxofonista, profesor de por lo menos tres generaciones de músicos, cuenta entre sus antecedentes haber sido arreglador de dos de los artistas más importantes de la historia de la música popular argentina, Mercedes Sosa y Charly García. Entre quienes han tocado y grabado sus composiciones y orquestaciones están Paquito D’Rivera –que ganó un Grammy con ellas– y el notable saxofonista francés Claude Delangle. Y también, claro, dirigió el Teatro Colón. Dice, sin embargo: “no he sido bueno para ordenar y plasmar eso en una producción visible”.

Será por eso que puede, de golpe, encontrarse con una producción inédita de proporciones asombrosas. Juan Belvis fue quien decidió producir la publicación discográfica de ese material. Y Senanes le entregó las riendas del proyecto. Una Antología sonora que incluye registros realizados a lo largo de veinte años por orquestas como la Camerata Bariloche o la Guido Cantelli, de Milán. Se trata de un conjunto de composiciones para orquesta de cuerdas. Y es apenas el primer volumen. La serie incluirá un segundo dedicado a obras para orquesta sinfónica y un tercero con composiciones de cámara. “La selección del material, al igual que el diseño gráfico y, en realidad, que toda este idea, es obra de Belvis. Creo que es muy importante la mirada de otro, que además puede escuchar, de una manera mucho más desprendida, no sólo la calidad de las obras y de sus interpretaciones sino cómo podría funcionar cada obra en relación con las otras y en un disco determinado”. El productor, además, convenció a Senanes de que, en este caso, debería haber sólo música y se omitieron los comentarios cargados de mordacidad con que suele acompañar sus obras. La presentación del disco, hoy a las 17, lleva en cambio el sello inocultable del compositor: será en una pizzería (Los Inmortales, Corrientes 1369) y lleva como título Pizza a la cuerda.

Allí, además de escucharse parte del disco –y de comer pizza, obviamente—, se verán videos con el registro de las grabaciones de algunas de las obras incluidas y hablarán acerca de ellas varios músicos involucrados en estos proyectos, y otros con los que lo unen años de complicidades estéticas: Manolo Juárez, Carlos López Puccio, Fernando Suárez Paz, Pablo Saraví, Rafael Gíntoli y quien fue también productor del disco, Juan Belvis. Las obras que forman parte de este primer volumen son Corpo Funda Mentale, En claves celestiales (obra encomendada por la Camerata Bariloche en 1999), Rastros, Minitango, Tres retratos entrañables (Concierto para cuerdas y cuerdas, encomendado por la Orquesta de Cámara Mayo en 1997), Licor de luna, Bien local y Canción. “En estos años he tenido la fortuna de trabajar muchísimo, y ha quedado muchísima música muy bien grabada y muy bien tocada, pero que quedó sin ser editada. El tiempo se me fue en hacerlas, supongo”, dice Senanes. “Es, por otro lado, una parte del material, la que tiene que ver con una de las líneas en las que desarrollo mi actividad. Ya la instrumentación, orquesta de cuerdas, define en parte de qué se trata. Están también mis grabaciones con el trío, por ejemplo (SenaneS 3, que integra junto a Pablo Marcovsky y Diego Amal). Lo que faltó es la posibilidad de hacer escuchar esta música más allá de las circunstancias que le dieron origen. Tal vez la gran noticia, en este caso, es precisamente que todo esto haya estado inédito. Un disco es una obra en sí misma y no un mero conjunto de cosas, y ahí es donde Belvis, que trabaja conmigo desde hace años en la grabación y mezcla, pensó un orden, estableció un concepto y se encargó de que esa noticia, o esa particularidad, desapareciera. Este material ya no está inédito”.