Algunos dicen que se trata de una cuestión de mercado. Otros sostienen que la única manera válida de interpretar obras del pasado es respetando aquello que se sabe acerca de cómo se interpretaban en su época. Se habló de “versiones historicistas” y “auténticas”. Hoy se prefiere una expresión menos rimbombante: “versiones históricamente informadas”. Y, más allá de que también eran cuestiones de mercado que Händel escribiera más arias para una cantante que para otra o que, en su época, hubiera orquestas más grandes que otras, hay ciertas cuestiones que esta clase de versiones permite escuchar con más facilidad. Hoy a la noche será la primera vez que, en Buenos Aires, se escuche un programa sinfónico dedicado a Mozart y que la orquesta responda al modelo conocido por su autor y, seguramente, tenido en cuenta en el momento de componer. El excelente grupo Les Musiciens du Louvre, de Grenoble, dirigido por su titular, el notable Marc Minkowski, se presentará en el Colón hoy y el miércoles a las 20.30, cerrando el ciclo 2006 del Mozarteum Argentino.

El Ballet final de la ópera Idomeneo y las Sinfonías Nº 40 y 41 serán interpretadas, esta vez, por una orquesta en que las secciones de violines, violas, chelos y contrabajos, con sus instrumentos utilizando cuerdas de tripa, tienen aproximadamente la mitad de instrumentistas que en un organismo actual, cambiando notablemente el balance entre las distintas secciones. Las flautas traveseras son de madera y los bronces, mucho más delgados y largos que los actuales, son menos sonoros que adquieren su clásica reverberación mucho antes: eso explica que Mozart jamás escribiera un fortísimo para ellos, ya que con una intensidad media alcanzaba para lograr el efecto deseado (lo que no sucede con las trompetas actuales). Con el auspicio de la Embajada de Francia en la Argentina y Culturesfrance, Les Musiciens du Louvre interpretarán un programa de obras mayores. De hecho, las dos últimas sinfonías escritas por Mozart están entre las obras más importantes de toda su producción. El fantástico desarrollo del primer movimiento de la Nº 40 y la extraordinaria fuga de Nº 41 bastarían para justificar su audición. Pero, además, la posibilidad de escuchar en vivo la particular relación entre el pensamiento de Mozart y el instrumental habitual en su época convierte la ocasión en única.

El grupo, fundado por Minkowski en 1982, es uno de los principales entre los dedicados a las versiones históricamente informadas del repertorio barroco y clásico. Su reciente grabación de la ópera Giulio Cesare de Händel y sus versiones de las óperas francesas de Glück son referencias obligadas en la materia y, desde sus primeras grabaciones para el hoy desaparecido sello Erato hasta las más recientes, para Archiv (un subsello de la Deutsche Grammophon dedicado a las interpretaciones historicistas) cada una de sus producciones ocupa un lugar privilegiado dentro del repertorio. Han participado de producciones operísticas en el Festival de Salzburgo (Mitridate, de Mozart, el año pasado), en la Opera de Amsterdam y la Opera de París entre otros ámbitos. En la Trienal del Ruhr presentaron La flauta mágica de Mozart con puesta de La Fura dels Baus y, en el Festival de Aix-en-Provence, Rapto en el Serrallo. Por el grupo pasaron instrumentistas del prestigio del violinista Fabio Biondi y Minkowski, por su parte, comenzó su carrera musical como fagotista, tocando entre otros grupos en Les Arts Florissants, que dirige William Christie, y La Chapelle Royal que conduce Philippe Herreweghe. Les Musiciens du Louvre tienen su sede en Grenoble desde 1996 y, a partir del año pasado, ha acrecentado su actividad con la creación de un centro educativo para artistas y un Atelier cuya directora artística es Mirella Giardelli. Nacido en París en 1962 y formado en dirección orquestal en el Pierre Monteux Memorial School, en Estados Unidos, bajo la tutela de Charles Bruck, Minkowski es uno de los músicos más creativos en el ámbito de la interpretación de música antigua, aunando vitalidad y rigor estilístico.