La inauguración del Séptimo Encuentro Músicas de Provincia, anoche en Parque Roca, con un concierto gratuito de Mercedes Sosa, acompañada de una larga lista de invitados, marcó el espíritu de un festival que se propone servir de vidriera urbana para los ritmos y voces de todo el país. Sólo una figura como la de la tucumana puede reunir a los compositores de un abanico amplio de expresiones, desde los consagrados a los nuevos, interpretándolos y también teniéndolos a su lado como invitados. Su voz, impecable, junto a la de colegas como León Gieco, Víctor Heredia, Teresa Parodi, Ramona Galarza, Raúl Carnota y Duende Garnica, entre muchos otros, mostró que en toda la diversidad rítmica y de paisajes de estas Músicas de Provincia hay una raíz que une en forma muy natural al tango, la chacarera, la canción del Litoral y la de Charly, Fito y León. El final, con Mercedes bailando y cantando “Pollerita” junto a todos sus invitados –-María Graña, Walter Ríos, Alberto Rojo, Bebe Ponti, Motta Luna, Abel Pintos, Fabiana Cantilo, Graciela Carabajal y Suna Rocha, además de los ya mencionados– resultó una postal potente, de esas que el público agradece con palmas y aplausos bien fuertes.

Durante cerca de dos horas, Mercedes Sosa mostró los temas de su último disco, junto a algunos de los autores como Alberto Rojo o Raúl Carnota (curiosamente, alguien que declara no ser folklorista y que mostró, bombo en mano, cuánto folklore puede hacer desde la gran ciudad). Hubo espacio para un homenaje a Carlos Carabajal, fallecido en agosto pasado (el homenaje se repetirá mañana a las 17.30 en el Centro Cultural del Sur, cuando se proyecte un documental sobre el padre de la chacarera). Y para un “olé, olé, olé” a León Gieco, cuando subió a cantar su tema “Todos los días un poco”. También hubo tangos, esos que Mercedes hizo propios, como “Los mareados” y “Nada”. Y la bella “Posadeña linda”, que unió al bandoneón de Walter Ríos con la joven voz de Ramona Galarza, quien cantaba por primera vez junto a Mercedes Sosa. “No alcanza hoy la copla si Julio López no aparece”, recordó el santiagueño Duende Garnica, en un poema que recitó antes de acompañar a Mercedes en su chacarera “El olvidao”, transformada en una suerte de himno actual de la resistencia. La mención a la desaparición de Julio López despertó una de las ovaciones de la noche.

El flamante estadio de Parque Roca (donde se disputó la Copa Davis y desde ahora destinado también para brindar conciertos), con capacidad para 14 mil personas, quedó definitivamente grande para las dos mil personas que pudieron llegar hasta este lugar ubicado entre Villa Soldati y Villa Lugano, al que se accede con pocos medios de transporte. La intención de los organizadores fue la de dar impulso al proyecto de la Corporación del Sur, una sociedad del Estado que tomó a su cargo, entre otras cosas, la construcción de este estadio. A la entrada, un grupo de vecinos repartía volantes: “Denunciamos que este espacio verde y público ha sido ocupado y privatizado por la Corporación Bs. As. Sur”, decían, explicando que ahora está prohibido el acceso del público a este sector.