Paul McCartney tuvo ayer, en el Tribunal Superior de Londres, una vista preliminar sobre su divorcio, que anticipa una áspera batalla judicial. Su abogado, en conjunto con el de su ex mujer Heather Mills, emitió un comunicado para pedir a los medios de comunicación “respeto para su intimidad y confidencialidad en el proceso”, mientras las partes tratan de solucionar los “asuntos pendientes de su divorcio”. Según la prensa británica, McCartney, cuya fortuna asciende a más de 1200 millones de euros, podría llegar a pagarle a su mujer más de 170 millones.