El músico Juan Carlos Cáceres presentará esta noche en La Trastienda su último disco, Murga Argentina. El pianista, cantante, pintor e historiador, que vive en París desde mayo de 1968, viene haciendo un notable trabajo de investigación sobre las raíces negras del tango, contextualizando esos orígenes con razones históricas, políticas y culturales. “Los hijos de los negros de la época de Rosas prefirieron la diversión al ritual y comenzaron a bailarlo en pareja. Este candombe bailado es el ancestro del tango-canyengue, del tango-milonga que después toman los inmigrantes. Incluso, tango es una palabra africana que quiere decir tambor: lugar de negros”, dice Cáceres. El músico sostiene que “los únicos que grabaron fueron los blancos y por eso el tango parece cosa de inmigrantes, pero no es así. Es más, la primera orquesta que visitó París era de negros y se llamaba Murga Argentina. Pasa que los negros se van ‘blanqueando’ con el afán de integrarse a la sociedad. Tienen vergüenza. Y, hasta los ’60 inclusive, el tambor se toca solo en ámbitos privados.” El revisionismo que postula Cáceres queda claro en la portada del cd, editado por el sello Mañana. En ella conviven coloridos conventillos, esqueletos, negras murgueras, bailarines prietos y algún malevo blanco, inmiscuido en ese mundo oscuro. Es un collage con imágenes pasadas del carnaval porteño. La música acompaña ese mundo, lo vivifica con candombes-guariló, marchas camioneta, milongas y murgas e invitados afines a la cosmovisión del pianista. Participan, entre otros, Niní y Rudy Flores, La Chilinga y Ariel Prat. “El disco es un viaje que parte del antiguo candombe argentino: así aparece la historia negada, luego se desarrolla la aparición de la murga porteña y por último la recuperación de estos elementos dispersos”, detalla.