Esta tarde, cuatro y media en punto, cuando Todos Tus Muertos avive la tierra por ahora estanca de San Roque, empezará a consumarse la octava edición del prestigioso Cosquín Rock. Luego de ciertas idas y vueltas (admitidas por el organizador José Palazzo) que hicieron peligrar su realización, finalmente Córdoba tirará el lago por la ventana y, casi por casualidad, yendo a más. Es que a falta de Deep Purple, como se amagó en un momento, habrá dos bandas bastante impensadas cuando se presentó oficialmente el festival: Café Tacuba y Los Piojos, tal vez junto a Suicidal Tendencies, León Gieco, Las Pelotas y La Vela Puerca, las más significativas (en tanto “cartel”) del evento, que esta vez durará tres días y presentará a algo más de 70 artistas.

El hermoso predio ubicado entre el lago San Roque y las sierras, equidistante de Córdoba Capital y Cosquín, espera esta tarde-noche unas 50 mil personas para entrarle a los TTM –hace tiempo sin Fidel Nadal–, y un devenir heterogéneo en el escenario principal: Carajo, Los Cafres, Café Tacuba, Arbol, Catupecu Machu, La Vela Puerca, Attaque 77 y Suicidal Tendencies, la banda hardcore californiana, que, terminado el set, volará rápidamente hacia Buenos Aires para presentarse mañana en El Teatro de Flores. El resto de las bandas llega con material más o menos fresco para mostrar: en el caso del trío Langer-Corvalán-Vilanova, el disco Inmundo; Los Cafres, que esta vez no estarán en el escenario reggae, con el doblete de discos Hombre simple y Barrilete; Arbol, con el primer disco hecho sin Edu Schmidt (Hormigas); el grupo de Fernando Ruiz Díaz con el festejado Laberintos entre aristas y dialectos; los uruguayos de La Vela con el, tal vez, mejor disco rioplatense de 2007 (El impulso) y Attaque con Karmageddón.

El escenario temático inaugural espera a la patria heavy encabezada, claro, por Almafuerte. Y detrás –por orden de aparición– Horcas, O’Connor, Tren Loco, Lethal, Roko, Mastifal, Coalissión, los fueguinos de Adher y Japo de Misiones. El alternativo, esta vez llamado Nitro, mezcla a Kinky con Dante y una perlita oculta: Ozomatli, la banda de Los Angeles que conjuga activismo político con salsa, cumbia, dub, funk y hip hop.

Capítulo 2. Sábado. 15 minutos más tarde (16.45) comienza la jornada en el escenario principal con Electrosaurio y siguen Ojos Locos, El Bordo, Pier, Ratones Paranoicos (con Pablo Memi otra vez al bajo, luego de diez años de ausencia), Las Pelotas, Intoxicados y, pasada la medianoche, Gardelitos. El temático –noche de punk– presenta la flor y nata “viviente” del género: Flema, Los Violadores, Cadena Perpetua y 2 Minutos, más un semillero prometedor que va de Herederos a Maltrato, y ancla en Bulldog, la banda rosarina que, en verdad, ya está un poco más allá del indie. En el alternativo cerrará Rescate y amenizarán Vetamadre, Pampa Yakuza y 4 al Hilo.

Capítulo 3 y final. Domingo, tal vez el día más esperado por la presencia (renovada) de Los Piojos, luego de un parate sanador. Ellos cierran, pero también habrá Gieco (gran agitador de tierra adentro), Kapanga y Pericos, entre otros, animando el escenario principal donde, también se proyectará Luca, el film de Rodrigo Espina sobre la vida del legendario pelado de Sumo. El temático postrero, de reggae, incluye a Nonpalidece, Resistencia Suburbana, Fidel Nadal y Mutante de Uruguay, mientras que el Nitro se vestirá de blues y rock and roll con los inoxidables Botafogo y Vitico (el primero como solista y el segundo al frente de Viticus), La 66, Lucila Cueva y Lovorne, en busca de un esfuerzo para que la ausencia de Pappo, genio y figura de festivales pasados, no se sienta tanto esta vez: casi una utopía.