“¿Qué pasa en Parque Norte?”, preguntan los taxistas. ¿Está Néstor?, insisten, cancheros, en busca de la primicia que después desparramarán por las calles a cada pasajero que viaje cerca de la zona. No, Kirchner, al final, no fue, pero lo que pasó fue que más de 2200 dirigentes sociales y bibliotecarios de todo el país asistieron ayer a la apertura del Encuentro Nacional de Bibliotecas Populares, organizado por la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (Conabip), del que participarán Néstor García Canclini (ver aparte), Mempo Giardinelli, Felipe Pigna, Leandro Sagastizábal, Silvia Schujer, Liliana Heker, Miguel Rep, Juan Sasturain, Emilio Cartoy Díaz, Horacio González y Carlos Ulanovsky, entre otros, y durante el cual Osvaldo Bayer recibirá la distinción especial Amigo de las Bibliotecas Populares. ¿Cuáles son los desafíos de cara al siglo XXI? María del Carmen Bianchi, presidenta de la Conabip, subrayó la necesidad de incluir a los niños, y especialmente, a los adolescentes, “que son los grandes ausentes en las bibliotecas, profundizando una línea de trabajo vinculada con los intereses que ya tienen los adolescentes y consolidando modelos de lectura alternativos, no necesariamente vinculados con el libro”.

En un momento de cambio vertiginoso, en el que la llamada “sociedad de la información” abre puertas a mundos insospechados años atrás, “no se trata simplemente de formar lectores –advirtió la presidenta de la Conabip–, sino de construir un pensamiento crítico”. Bianchi señaló que “la participación colectiva de todos los dirigentes y bibliotecarios populares del país así como la de destacados intelectuales y especialistas permitirán fijar metas y líneas de acción para los próximos años”. La idea es que esta experiencia inaugure una modalidad de participación que “ayude a consolidar una política pública e integral del libro, la lectura y las bibliotecas, que aún esta pendiente”, añadió. El secretario de Cultura de la Nación, José Nun, recordó que éste es el año Homero Manzi, “en el que trabajaremos con el propósito de difundir su vida y su obra como poeta y político”, y aprovechó para señalar que la entrega de viviendas que se hizo el domingo en Añatuya –ciudad santiagueña donde nació Manzi– con bibliotecas personales incluidas “no tiene precedentes”.

Después de la inauguración, escritores e intelectuales coparon las instalaciones de Parque Norte. “Construir ciudadanía es construir lectores”, afirmó Mempo Giardinelli. El autor de Santo oficio de la memoria reconoció que el tema de la lectura está instalado en las agendas educativas y culturales, así como en las preocupaciones sociales y familiares. “Es evidente que la ciudadanía quiere lectura para sus hijos. Eso está muy bien, pero todavía no somos un pueblo lector, y estamos muy lejos de serlo. Esa es la gran batalla que falta: pasar de la conciencia a la lectura, hacer que ese acuerdo básico transforme en lectores a los ciudadanos”, reflexionó el escritor chaqueño. En sintonía con las ideas y propuestas esbozadas en su último libro Volver a leer (Edhasa), Giardinelli advirtió que si la Argentina dejó de ser el principal país productor de libros de América y el mayor exportador de libros de la lengua castellana, “no fue ni por voluntad ni por casualidad, sino porque el discurso dictatorial, autoritario y perverso según el cual el libro era subversivo prendió en vastos sectores sociales”.

La recuperación del hábito de lectura, para el creador de la mítica revista Puro Cuento, se realizó de manera lenta pero persistente durante la democracia. “Estamos en franca recuperación lectora –observó el escritor–, lo cual habla muy bien de nuestra democracia y de nuestra ciudadanía, a pesar de todos los malos augurios que fatigan la paciencia.”

“El que sabe leer, sabe discernir en soledad, en libertad”, planteó Liliana Heker en una de las mesas temáticas del encuentro. “Quien ejercita la lectura, sabe leer también un espectáculo, una imagen, un discurso. Está en mejores condiciones de elegir. Tiene la oportunidad de ser un mejor ciudadano.”

En otra de las mesas, Carlos Ulanovsky opinó que a mayor cantidad de lecturas se está más cerca de ser un ciudadano más completo, exigente, comprensible, derecho y humano. “La promoción de la lectura debería estar lo más alejada posible de la cultura de la imagen y del espectáculo –propuso el periodista–. El ejercicio de la lectura tiende a la introspección, a la profundidad, a la discusión íntima; la subcultura del espectáculo, por naturaleza, se regodea ofreciendo revelaciones fáciles y simplificadoras.” Y, finalmente, insinuó que la Conabip debería tener “un programa de televisión que contara, hasta hacernos llorar a todos, la fascinante historia de las bibliotecas populares, tan vinculada con la creación de un determinado proyecto de nación”.