Todo empezó diez años atrás, cuando la productora británica Judy Cramer decidió capitalizar el curioso revival del grupo Abba que ya por entonces tenía lugar, encargando la escritura de un musical que debía incluir un Greatest Hits del cuarteto escandinavo. Como la obra resultó un exitazo a uno y otro lado del Atlántico, aquí está la versión cinematográfica, a cargo de la teatrista y régisseuse Phyllida Lloyd, directora de aquella puesta. Con canciones en boca de los propios actores, el truco de Mamma Mia! La película no consistió en contratar a estrellas que canten, sino todo lo contrario. Sostenidos en algunos números por capas y capas de regrabaciones, dejados en otros a su libre desafinación, se nota que Meryl Streep, Pierce Brosnan & Cía. han resuelto divertirse, como puede verse en los bonus musicales que acompañan los títulos de cierre. Pero no en la película, donde lucen más esforzados que sueltos.

Veinte años atrás (la actriz de Los puentes de Madison representa unos veinte años menos que su edad real), Donna lo hizo con tres hombres, en la paradisíaca isla griega donde más tarde fijaría residencia. El resultado de esas noches fue su hija Sophie, que ahora se está por casar (Amanda Seyfried, que sí canta). Como no sabe quién es el papá, la chica invita a la boda a los tres inculpados: un Brosnan en eterno estado de perplejidad, el mucho más relajado Stellan Skarsgaard (tal vez por tomar la película como prestación patriótica) y el siempre paspadísimo Colin Firth. Como se trata de un mero artilugio narrativo sin implicancias dramáticas o emocionales, al final dará exactamente lo mismo que el papá sea cualquiera de los tres. Al mismo tiempo, Mamá Meryl invitó a las otras ex integrantes del trío de lamé Donna and the Dynamos (Julie Walters y Christine Baransky, entre el festival de muecas y el error de casting).

La convivencia insular da pie a abundantes chisporroteos sexuales, en un clima de viaje de egresados a destiempo. Falso homenaje a Abba –Björn Ulvaeus y Benny Andersson aportan una veintena de canciones sin que se haga la menor mención al grupo–, “Chiquitita”, “Dancing Queen” y “Super Trouper” se emparejan aquí sin complejos con el Flower Power, el amor libre ¡y hasta el punk! Ateniéndose a una suerte de realismo musical, la coreografía se permite un único viaje a la fantasía al comienzo, al servicio de I Have a Dream. Con Mrs. Streep a la cabeza, a los actores no les queda otra que sobreactuar o lucir visiblemente incómodos. Cuando no parece a punto de convertirse en Antígona (como cuando canta “The Winner Takes All” sobre un acantilado, a dúo con un Brosnan que la mira), la actriz de Los puentes de Madison se retuerce de calenturas o salta sobre un colchón entre grititos.

La superposición de cincuentones sobreexcitados con adolescentes de mohín, con el azul del Egeo al fondo, hace de Mamma Mia! una extraña cruza entre Volver a vivir, Club Med, High School Musical y Viva la diferencia, programa de televisión donde Andrea Frigerio y sus invitados parecían bajo el efecto de hormonas pasadas de fecha. Mamma mia...

4-MAMMA MIA!

(Mamma Mia!, EE.UU./Alemania, 2008)

Dirección: Phyllida Lloyd.

Guión: Catherine Johnson, sobre el musical homónimo.

Intérpretes: Meryl Streep, Amanda Seyfried, Pierce Brosnan, Julie Walters, Christine Baransky, Colin Firth y Stellan Skarsgaard.