“Hicimos todo de nuevo”, aseguró ayer la presidenta del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), Liliana Mazure, en relación con la implementación del nuevo Plan de Fomento que regula la actividad cinematográfica nacional y que ya está en vigencia. “Buscando, encontramos que había hasta seis resoluciones de créditos diferentes que no se habían derogado unas a otras, algunas incluso contradictorias”, explicó, antes de dar detalles de la nueva reglamentación, que incluye un numeroso grupo de resoluciones. “El Plan de Fomento había que actualizarlo, no sólo por un tema económico, que era importante y que estaba desactualizado, sino también por un tema tecnológico”, agregó la funcionaria en una rueda de prensa, en la que participó Página/12.

Luego de arduas deliberaciones con las agrupaciones de cineastas y productores (en medio de las cuales hubo cuestionamientos severos), el Incaa ya tiene el flamante Plan de Fomento. Entre los principales lineamientos figura el aumento a 3.500.000 pesos del monto máximo a otorgar en concepto de subsidio para largometrajes nacionales con interés especial declarado (este punto fue a través de un decreto presidencial firmado por Cristina Fernández de Kirchner, semanas atrás). Por otro lado, el Incaa establece ahora como costo de una película nacional de presupuesto medio 2.300.000 pesos.

Hay dos vías para la presentación de proyectos. En la primera, el productor presentante “deberá acreditar la producción o coproducción y el estreno comercial en salas cinematográficas nacionales de al menos 5 películas de largometraje. Asimismo, deberá demostrar el 80 por ciento de la financiación del proyecto”, señala la resolución. En la segunda vía, el productor presentante “deberá acreditar la producción o coproducción y el estreno comercial en el país de al menos un largometraje, documental telefilm o cortometraje. Asimismo, deberá demostrar el 50 por ciento de la financiación del proyecto”. Esto generó críticas por los límites que impone. “La segunda vía pide algún antecedente”, minimizó Mazure. “La idea –agregó– es que los proyectos se presenten acompañados de todo lo que el realizador hizo, así sea un cortometraje. A lo mejor, el futuro realizador que presenta su proyecto fue asistente de dirección de alguien. La idea es que el Comité reciba el proyecto y pueda tener un panorama de cómo se va a llevar adelante ese proyecto. Por eso, les estamos pidiendo que presenten todo el material que tengan. A lo mejor, ese realizador es operaprimista, porque tiene sólo un cortometraje. El Comité puede evaluar que ese guión que presentó más el cortometraje que realizó amerita que puede realizar una muy buena película. Y ese es el único antecedente que se le pide. No se le pide otro largometraje.”

Con respecto a las vías de presentación de proyectos, la primera de ellas para ficción y animación, establece que el Incaa otorgará un subsidio por medios electrónicos del 80 por ciento del costo de producción, con un máximo del 65 por ciento del costo de una película nacional de presupuesto medio (que es de 2.300.000 pesos). Para el caso de documentales de la primera vía, se reconoce también el 80 por ciento del costo de producción, pero con un máximo del 30 por ciento del costo de una película nacional de presupuesto medio. La segunda vía, la más accesible para pequeños productores, establece que para ficción y animación el Instituto reconoce el 80 por ciento del costo de producción, con un máximo del 50 por ciento del costo de una película nacional de presupuesto medio. Y para los documentales de esta segunda vía, la reglamentación estipula que el Incaa otorgará el 80 por ciento del costo de producción, con un máximo del 25 por ciento del costo de una película nacional de presupuesto medio.

“Cuando llegué acá, el Plan de Fomento contemplaba que las diferentes vías tenían que ver con los soportes de registro. O sea, la primera vía era para películas en 35 mm, la segunda para películas en 16 mm. Y lo que sucedía era que yo firmaba pedidos de excepción permanentemente”, explicó Mazure. “Entonces, este nuevo plan, por ejemplo, contempla que se puede registrar en cualquier soporte. Se puede filmar en HD y después sí tienen que estar terminadas en 35 mm para que entre dentro de la Ley de Cine. Esto es un tema muy importante”, afirmó.

Ahora hay dos Comités de Evaluación, “A” y “B”, respectivamente, integrados por representantes de productores, directores, del SICA, de actores y guionistas. Estos comités tienen la tarea de evaluar el guión cinematográfico, los antecedentes del director y productor, la estética del proyecto, el diseño de producción y la viabilidad económico-financiera del proyecto, entre otros aspectos. También se modificó el funcionamiento del Comité de Evaluación de Proyectos Documentales. Para justificar el incremento de los comités de evaluación, Mazure señaló que “hay otro tema por el cual cambiamos el Plan de Fomento y es el crecimiento del sector. Acá se presentan 400 proyectos por año, más lo que queda de los años anteriores, como las películas en realización, en posproducción, en rendición de costos. Por Fomento, hay dando vueltas permanentemente cerca de 700 proyectos, más de 3000 expedientes en Jurídicos. Esto es lo que se maneja cotidianamente en el Incaa. Por eso sabemos que, a veces, hay quejas de atrasos. Por eso insistimos tanto en que las presentaciones sean lo más completas posibles”.

La presidenta del Incaa también informó que se incrementaron los concursos para primera y segunda película “porque consideramos que lo ideal para las óperas primas es que vayan a concurso. Es lo ideal para el Incaa y para los operaprimistas, porque cuando van a concurso tienen que presentar el proyecto. No necesitan presentar empresa productora ni plan financiero; es decir, una cantidad de requisitos para gente que tiene más experiencia”. Mazure comentó que, sobre todo en los concursos donde participa gente del interior, a estos directores les resulta difícil conseguir un productor que se presente con ellos para las vías. “En total, se realizarán dos concursos por año para óperas primas (permitirá realizar cuatro óperas primas al año) y otro para diez largometrajes de ficción digitales”, informó Mazure y completó señalando que “hay otro concurso para largometrajes terminados”.

Uno de los puntos controvertidos que generó discusiones con las agrupaciones es que se elimina la compra del derecho de antena: “Lo quitamos. El Incaa tiene comprados a la fecha 385 derechos de antena, de los cuales 157 se pagaron a 180 mil pesos a cada uno. Esto implica un presupuesto de 28 millones invertidos en derecho de antena que no se ha ejercido”. Ante la consulta de un cronista acerca de si esto implica que no se exhiban más películas por Canal 7, la presidenta del Instituto señaló que “se ha creado un Consejo Federal de Televisoras Públicas, donde están los doce canales del interior, el Sistema Nacional de Medios y nosotros como productores de contenidos. Lo que estamos apoyando en esa instancia es que los canales de televisión públicos tengan fondos para comprar y producir material”, aseveró Mazure, que también prometió para fin de mes una nueva reglamentación de cuotas de pantalla en salas.