CINE › EL ESCáNDALO QUE SALPICA A LAS ESTRELLAS DE HOLLYWOOD
El cierre del hogar que mantenía la Motion Picture & Television Fund disparó una agria controversia, que amenaza llegar a juicio.
› Por Guy Adams *
Desde Los Angeles
En los tiempos en que los estudios cinematográficos eran manejados como empresas familiares y Hollywood era sólo otro pueblito más, los padres fundadores de la industria del cine crearon una organización que cuidara de los empleados caídos en la mala. La Motion Picture Relief Fund, lanzado por Charles Chaplin, Douglas Fairbanks y otras luminarias, empezó en 1921 con una alcancía en la que los trabajadores depositaban cambio suelto. Terminó convirtiéndose en una de las organizaciones norteamericanas de caridad con más estrellas involucradas, con un fondo de 120 millones y un lema que inspiraba una rara confianza: “Cuidamos de nosotros mismos”. Ultimamente, sin embargo, la organización –ahora llamada Motion Picture & Television Fund, MPTF– cayó en una fuerte controversia, en la que miembros del directorio tan famosos como Steven Spielberg, Warren Beatty, Michael Douglas y Kevin Spacey están siendo acusados de un lamentable fracaso a la hora de cuidar de los trabajadores del cine.
La disputa gira alrededor de la decisión de cerrar el histórico hogar de la MPTF, un hospital y enfermería situado en Mulholland Drive, en Woodland Hills. Durante sesenta años, actores veteranos, trabajadores del entretenimiento y de la industria del film fueron a esa zona alguna vez boscosa del Valle de San Fernando para pasar sus últimos años. Alegando una pérdida anual de 10 millones de dólares en costos operativos, con lo que el lugar estaba atentando contra la solvencia integral de la fundación, la MPTF anunció recientemente que cerraba el hogar, dejando a 290 empleados sin trabajo y a sus cien residentes de larga data frente a un destino incierto. “Venimos estudiando el problema desde hace tres años”, dijo Ken Scherer, directivo de la organización. “Y descubrimos que tenemos un déficit operativo de diez millones al año, con lo que decidimos que lo mejor que podíamos hacer era tomar algo de ese dinero para invertirlo en programas que alcancen a más gente.”
La movida causó furia entre los familiares y amigos de residentes del hogar y provocó una fuerte ola de críticas al estelar directorio de la fundación. Como toda buena controversia estadounidense, todo parece indicar que terminará resolviéndose en los tribunales. Más de doscientos manifestantes, incluyendo a la estrella de Los duques de Hazzard John Schneider, realizaron un piquete en el cuartel central de la MPTF en enero, poco después de conocerse la noticia del cierre. Otra protesta fue organizada en las puertas de la “fiesta de la noche anterior” realizada por la organización en la víspera de la reciente entrega de los Oscar: allí, una multitud le lanzó frambuesas (símbolo de los premios Raspberry a lo peor de Hollywood) a personajes de la talla de Tom Cruise, Jennifer Aniston, Cameron Diaz, Leonardo DiCaprio y Reese Witherspoon. La ira de los manifestantes había crecido gracias a las revelaciones sobre el manejo financiero de la fundación: se había descubierto que el doctor David Tillman, jefe ejecutivo de la MPTF, gana un salario de 600 mil dólares, y que había recibido un aumento del 20 por ciento apenas unos meses antes de anunciar la decisión de cerrar el hogar. El oficial jefe de finanzas, Frank Guarrera, gana más de 400 mil dólares.
Pero los dardos más furibundos están reservados para Jeffrey Katzenberg, el magnate del cine a cargo de DreamWorks, que sirve como presidente –y por ende figura central– de la Fundación. Katzenberg dio entrevistas en las que justificó el cierre por la “falta de fondos”. Pero los balances más recientes del organismo (que cubren los años previos a la presente crisis financiera) muestran a la organización operando sobre un saludable superávit. “Lo que molesta a muchas personas en la industria es que en el directorio hay un grupo de personas, como Katzenberg o Spielberg, que ganan cientos de millones de dólares al año, pero ninguno vino al rescate”, señala el historiador de Hollywood Marc Wanamaker. “Diez millones al año no es nada para esta gente, y no les costaría gran trabajo crear una suerte de póliza para cubrir las pérdidas. El dinero podría ser deducible de los impuestos.”
Seis residentes del hogar han muerto desde que se anunció su expulsión efectiva. Las familias de otros residentes iniciaron un juicio a través de la firma legal Girardi & Keese (con base en Los Angeles), buscando un mandato judicial para evitar la clausura del centro. Sea cual fuere el desenlace, ellos dicen que el edificio representa una institución histórica de Hollywood que merece preservarse. Fue construida en una granja de cítricos adquirida en 1940 por el actor Jean Hersholt, que fue presidente de la MPTF durante 18 años. Entre los invitados a la ceremonia inaugural estaban Mary Pickford, Shirley Temple y un joven Ronald Reagan. A través de los años, los residentes del hogar de retiro fueron de la actriz Norma Shearer (ganadora de un Oscar) y el renombrado productor Stanley Kramer a la estrella de Star Trek DeForest Kelley y hasta Dick Wilson, quien, bajo el nombre Mr. Whipple, fue durante 30 años la cara del papel higiénico Charmin.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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