Jue 23.07.2009
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CINE › SONRISAS Y LáGRIMAS, DE SILVIO SOLDINI

No hay mal que por bien no venga

› Por Luciano Monteagudo

El mismo tema tuvo ya otra hondura en El empleo del tiempo, del francés Laurent Cantet, y en Tokio Sonata, del japonés Kiyoshi Kurosawa, presentada en el último Festival de Mar del Plata. El fantasma del desempleo en la clase media acomodada llega ahora agitado por el cine italiano, a través de uno de sus directores más exitosos, el milanés Silvio Soldini, que aquí tuvo su pequeño apogeo con Pan y tulipanes (2000). En Sonrisas y lágrimas –el prosaico título local con que se tradujo el más poético original, Giorne e nuvole, Días y nubes–, Soldini y su ejército de guionistas dan cuenta de la crisis de un matrimonio que debe enfrentar una nueva realidad, cuando ya creía que tenía la vida resuelta.

Génova, hoy. Michele (Antonio Albanese) es un afirmado proyectista naval, felizmente casado con Elsa (Margherita Buy) hace más de veinte años. Pero un conflicto en la empresa naviera de la que es socio lo deja de pronto en la calle, con la vergüenza de tener que confesarles a su mujer y a su hija que ya no tiene trabajo. Al comienzo –como en las películas de Cantet y Kurosawa– lo oculta y trata de tender un telón sobre las circunstancias. Telón que no tardará en descorrerse, dejando al desnudo el de-samparo de todos. Elsa, que hasta entonces había podido desentenderse de las urgencias laborales para continuar su carrera como restauradora de obras de arte, deberá emplearse en un call-center, mientras su marido, poco a poco, se deja ganar por la depresión y la autoconmiseración. Los golpes sobre la solidez de esa pareja, que parecía inexpugnable, son cada vez más duros y la distancia entre ellos se intensifica, llevándolos a la frontera de la ruptura. Sólo al llegar a este punto, Elsa y Michele comprenden que se arriesgan a perder su bien más preciado: el amor que los une.

Aquello que en los films de Cantet y Kurosawa era complejo e invitaba no sólo a cuestionar los pilares de la sociedad (el culto al trabajo, el prestigio económico), sino también la constitución familiar, aquí en cambio tiende a diluirse en el conflicto personal del matrimonio, en un melodrama que no se atreve a decir su nombre. La realización de Soldini es siempre correcta, pero televisiva en su puesta en escena, a pesar de contar con el estupendo director de fotografía argentino Ramiro Civita, ahora radicado en Italia. Y el ánimo del film, en vez de interpelar a su espectador, se inclina más bien a tranquilizarlo en su conformismo.

6-SONRISAS Y LAGRIMAS

Giorni e nuvoli, Italia, 2007.

Dirección: Silvio Soldini.

Guión: Silvio Soldini, Doriana Leondeff, Francesco Piccolo y Federica Pontremo.

Fotografía: Ramiro Civita.

Intérpretes: Margherita Buy, Antonio Albanese, Giuseppe Battiston, Alba Rohrwacher y Carla Signoris.

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