En consonancia con la temporada veraniega en el Hemisferio Norte, una verdadera oleada de películas pochocleras, como las consabidas secuelas y sagas, muchas de ellas con la “novedad” de las proyecciones 3-D, llegará a los cines en los próximos meses. El punto de largada será la primera semana de mayo, cuando en Estados Unidos se estrene Iron Man 2 (cuya primera parte recaudó 600 millones de dólares). El mismo mes, Russel Crowe se pondrá en la piel del justiciero en una nueva película inspirada en la historia de Robin Hood. El gran estreno en 3-D será Shrek Forever After, cuarta parte de la saga. Prince of Persia, basada en el videojuego homónimo y protagonizada por Jake Gyllenhaal, también aparecerá en mayo, junto a Sex and the City 2. La idea de tanto entretenimiento apelmasado y excedido en glucosa (como el buen pochoclo, justamente) es alcanzar el record de recaudación de la temporada pasada: 4340 millones de dólares en tickets en Estados Unidos y Canadá.

Para eso, no bajarán el tono durante junio: Karate Kid, con Jackie Chan; Toy Story 3 (y 3-D); Knight and Day, una de espías con Cameron Díaz y Tom Cruise; y dos films inspirados en el mundo del comic, Marmaduke y Jonah Hex. Como si la cartelera no fuera ya lo suficientemente “veraniega” (aquí será en plenas vacaciones de invierno, claro), en julio llegarán a las pantallas The A-Team, sobre la intrépida brigada de los ’80; Eclipse, nueva entrega de la saga Crepúsculo; y The Sorcerer’s Apprentice, con Nicolas Cage. Por el lado de la acción y el thriller, el cine de entretenimiento hollywoodense presentará Inception (con Leonardo DiCaprio, Michael Caine, Ellen Page y Joseph Gordon-Levitt, bajo dirección de Christopher Nolan) y la tercera entrega de Depredador, con Angelina Jolie en el papel de una agente de la CIA acusada de espionaje, cuyo rasgo más distintivo será... el sex appeal. Mucho pochoclo, pero nada nuevo bajo el sol del verano norteño.