Los amantes del cine mudo disfrutarán desde este sábado y hasta el 4 de diciembre con la tercera edición del Festival de Cine y Música de San Isidro, en lugares emblemáticos del municipio bonaerense. Pero la propuesta, organizada por la Dirección General de Cultura de San Isidro y la Fundación Cinemateca Argentina, no es sólo cinematográfica: cada proyección estará acompañada por música en vivo, en algunos casos del film y en otros compuesta para la ocasión. Y la tercera pata del evento es gastronómica, ya que se ofrecerán menúes temáticos relacionados con la película y los lugares de proyección. Algunas de las sedes serán los Jardines del Museo Pueyrredón, la Catedral de San Isidro, la Plaza Mitre, los Jardines de Villa Ocampo, el Paraje de Almas y el Paseo de los Tres Ombúes (que fue la casa de Mariquita Sánchez de Thompson). “El festival más importante de este tipo que existe es el de Pordenone, pensado para un público conocedor. Pero con la Fundación Cinemateca Argentina quisimos dar un giro diferente, dedicarlo al gran público”, señala la directora de Cultura de San Isidro, Eleonora Jaureguiberry, quien agrega que la idea es también “poner en valor los lugares extraordinarios que tiene San Isidro”. La entrada a las funciones cinematográficas es gratuita.

Uno de los platos fuertes será la exhibición de Amalia, con guión y dirección de Enrique García Velloso, en los Jardines del Museo Pueyrredón. “La elegimos porque es el año del Bicentenario: buscamos una película de las que se conservan del período mudo –explica Marcela Cassinelli, vicepresidenta de la FCA y curadora de la muestra–. Programamos Amalia, basada en la novela de José Mármol, que aborda un tema histórico, unitarios y federales.” Amalia es también el primer largo argentino. Y es muy curiosa la historia de cómo llegó a realizarse. “La viuda del general Mitre contrató a García Velloso para hacer un largo con la idea de que la proyección generase ingresos para la obra de la Sociedad del Divino Rostro. Hay que imaginarse a una señora de avanzada edad en 1914, cinéfila. Y convocó a todos sus conocidos, quienes colaboraron actuando, aportando escenografías o vestuario”, relata Cassinelli. La exhibición del film contará paralelamente con lecturas de textos originales, a cargo de la actriz Cristina Banegas, y de música interpretada por el grupo vocal Erlebnis, de la Universidad de San Martín.

Otro film que podrá verse es Berlín: Sinfonía de una gran ciudad (1927), dirigido por Walter Ruttmann. “Muestra la vida de Berlín en 24 horas, con cortes, como si fuese un videoclip”, señala Cassinelli. Y por eso pensaron que el acompañamiento musical esté a cargo del DJ Carlos Díaz (en secuencias electrónicas) Pablo Guadalupe (en percusiones electrónicas) y Rudie (en sintetizadores). “Walter Ruttmann era un director de vanguardia y mostró una ciudad que no existe más, aunque Berlín sí existe.” Cassinelli lo argumenta de la siguiente manera: la Berlín que se ve en la película fue anterior al plan de Hitler de hacer la nueva Germania (y que por esto rompió parte de la ciudad) y a la Segunda Guerra. “La película muestra, a Berlín en el apogeo. Durante los ‘20 era la capital del mundo”, reflexiona la curadora.

Tabú, la última película que dirigió Friedrich Murnau (para la que se asoció con Robert Flaherty), se exhibirá en los Jardines de Villa Ocampo. Fue filmada en Tahití en la década del ’20. “Murnau y Flaherty escribieron una historia con las leyendas de esta isla. Es la historia de un joven que se enamora de una chica que le corresponde. Pero a ella la eligen como una especie de mujer sagrada. Ambos pensaban tener una vida juntos pero no pueden porque ella es considerada intocable. A partir de ese momento, la chica se convierte en tabú para todos los hombres”, relata Cassinelli sobre este icono del cine mudo que tendrá acompañamiento musical de Marcelo Katz Trío. Una novedad es Independencia, que el filipino Raya Martin estrenó en 2009. “La elegimos porque Martin hace películas mudas en la actualidad. Es un film que tiene todos los elementos y lenguajes del cine mudo de los ’20, pero hecho en 2009. Tiene una belleza fotográfica y una música muy moderna –comenta Cassinelli–. El cine mudo no es algo viejo, sino algo de vanguardia y depende de cómo uno lo muestra.”

También se proyectará El pibe, de Charles Chaplin, en el exterior de la Catedral de San Isidro, y la música original estará a cargo del pianista Ernesto Jodos y de un grupo de niños cantores dirigidos por Santiago Chotsourian, con asistencia de Claudia Di Doménico. El águila negra (1925), de Clarence Brown, podrá verse en la Plaza Mitre de San Isidro, y la exhibición tendrá acompañamiento musical a cargo de Chotsourian y María Noel Luzardo. El film cuenta con una actuación memorable de Rodolfo Valentino. “Es un teniente del regimiento de la emperatriz Catalina II, integrado por los soldados más buenos mozos de Rusia. Y la emperatriz, harta de encontrarlo en off side porque era un picaflor, lo destierra y lo manda juzgar. En el ínterin, su padre muere y un terrateniente se apodera de las tierras. Y él se convierte en alguien que busca liberar a los oprimidos”, cuenta Cassinelli.

El festival cerrará en el Paseo de los Tres Ombúes con La tentadora –-basada en la novela La tierra de todos, escrita por Vicente Blasco Ibáñez–, dirigida por Fred Niblo y protagonizada por Greta Garbo. “Interpreta a la mujer de un millonario. Es una especie de vampiresa que destruye a todos los hombres que se le cruzan. Y en un baile de máscaras se enamora y conoce a un ingeniero argentino. Después de que un famoso banquero se suicida porque ella no le correspondió, el personaje de Garbo viaja con su pareja a la Argentina. Y es la Argentina de Hollywood, con una dirección de arte muy interesante”, asegura Cassinelli. Paralelamente a la proyección, habrá un freecollage a cargo de Chotsourian con la Artistry Big Band, dirigida por Emanuel Brusa.

* La programación completa, sedes y horarios de proyección pueden consultarse en www.sanisidro.gov.ar