Durante la realización de Ventana Sur, en diciembre de 2010, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) rubricó un acuerdo con la Agencia Nacional de Cinema de Brasil (Ancine), que consistió en la creación de un fondo de fomento para estimular las coproducciones entre ambos países. El objeto del acuerdo –que fue presentado ayer– consiste en la ejecución de un programa de ayuda financiera a proyectos de largometrajes de ficción, documental y/o animación. Los proyectos seleccionados, dos de Argentina y dos de Brasil, recibirán una inversión equivalente a 200 mil dólares cada uno. Es decir, será un fondo de fomento de 800 mil dólares destinado a cuatro coproducciones, dos mayoritariamente argentinas y dos mayoritariamente brasileñas. La selección de los proyectos quedará a cargo de una Comisión Binacional de Selección que estará integrada por dos personalidades argentinas y dos brasileñas con conocimientos de cine y se completará con un representante del Incaa y uno de Ancine. La convocatoria está abierta desde ayer y hay tiempo hasta el 11 de abril para presentar proyectos en la Gerencia de Asuntos Internacionales del Instituto.

“Los objetivos de este acuerdo son el fomento de la coproducción entre Argentina y Brasil, un país vecino y riquísimo”, comentó a Página/12 Liliana Mazure, titular del Incaa, minutos antes de la presentación oficial, en el Palacio San Martín de la Cancillería argentina. El acto contó, además, con la presencia del subsecretario de Comercio Internacional de la Cancillería argentina, embajador Ariel Schale, y del ministro consejero de la Embajada de Brasil, Julio Bitelli. “Brasil es un socio estratégico importantísimo para nosotros –explicó Mazure–. Aparte de ser parte de una región que tenemos que integrar desde todo punto de vista, cultural y comercialmente, tiene una cinematografía riquísima, mucha tecnología, un formato de producción muy industrial, un público inmenso, un consumo interno muy importante. O sea que todo esto es lo valioso para nosotros. Y ellos también rescatan nuestra cinematografía y la importancia de coproducir con Argentina. Para ellos es fundamental, porque tienen más dificultades para coproducir con Latinoamérica por el tema del idioma y de una cultura y un mercado tan fuertes que hacen que se queden fronteras para dentro.”

Schale, en tanto, resaltó que “lo que fundamenta el convenio es el ánimo de los dos Estados reafirmado permanentemente en profundizar la integración regional. Quizá no haya ningún instrumento más importante y poderoso que la cultura para seguir fomentando y fortaleciendo la relación bilateral, cultural y comercial, entre los dos países”. Para Schale, este convenio “es un enorme paso adelante para la integración bilateral y estamos seguros de que el cine es un vehículo poderosísimo para seguir fundamentando una relación cada vez más intensa en el plano internacional de los dos países para presentarnos frente al mundo con nuestros valores”. Bitelli, en tanto, precisó que este acuerdo “era una deuda que teníamos en una relación muy completa, muy amplia y muy sincera. En este tema de cooperación de coproducción de cine estábamos un poco retrasados y esto permite trabajar en un sector de enorme impacto a nivel global y de enorme dimensión simbólica”.