Desde Los Angeles

Dado el estatus de “tanques” de películas como Star Wars, Indiana Jones y casi toda precuela o secuela de su extensa lista, George Lucas supuso alegremente que los grandes estudios de Hollywood se atropellarían para producir su nueva película de acción. Muy por el contrario, el realizador asegura que ha peleado por más de veinte años para poder producir Red Tails, su película sobre la Segunda Guerra Mundial. ¿La razón? Según sus propias palabras, “porque es una película solo con actores negros, sin ningún blanco en roles importantes”.

La revelación, que Lucas hizo en una serie de entrevistas concedidas la semana pasada, puso al director en el centro de un debate que siempre produce conflictos en una industria de costumbres largamente liberales, pero que sigue poseyendo una elite en sus mesas de directorio casi íntegramente caucásica. Lucas concibió por primera vez Red Tails en los ’80: la historia real de los Tuskegee Airmen, un escuadrón segregado de pilotos de combate afroamericanos. Pero Lucas sostiene que los estudios no quisieron financiarla porque se negaron a creer que pudiera tener éxito una película sobre gente negra. Al final, Lucas se vio forzado a gastar 58 millones de su propio bolsilllo para sostener la película; al fallar en conseguir un distribuidor, debió poner otros 35 millones.

“Era una película de presupuesto razonable. Normalmente, las películas negras tienen bajo presupuesto”, dijo Lucas en una entrevista con Jon Stewart en The Daily Show. “Funcionan, pero hacen cierto monto de dinero, y ellos saben cuál es ese monto. Y ésta costó un poco más.” Cuando Lucas presentó la película en los estudios “me dijeron que no sabían cómo hacer el marketing de una película como ésta”. Que los comentarios se produjeran justo una semana antes del estreno de Red Tails llevó a que algunos consideraran los comentarios de Lucas como un cínico intento de crear controversia para llenar los asientos. Pero otros dicen que tiene su punto de razón. En el pasado Hollywood ha tomado una posición algo laxa cuando se trata de representar minorías étnicas: en una decisión que despertó controversias, La conquista del honor y Cartas de Iwo Jima, las películas de Clint Eastwood sobre la Segunda Guerra, no incluyeron un solo soldado de color. El año pasado, ni una sola persona negra llegó a la lista final de los Oscar del año pasado. Y aunque entre las grandes contendientes de este año se encuentra Historias cruzadas, que hace foco en la lucha por los derechos civiles, Lucas dijo en la última edición de Variety que “Historias cruzadas no es un film negro. Hay una gran diferencia entre una película con actores negros y una película negra”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.