Tim Burton, a dos manos. El año pasado, mientras terminaba de poner a punto una versión larga de su legendario corto Frankenweenie –paráfrasis de Frankenstein en la que un chico hace el papel del científico loco y su perro, el de la Criatura–, se reunía por octava vez con su otro yo, Johnny Depp, para llevar al cine Dark Shadows, extraña serie de los años ’60. Emitida desde mediados de esa década hasta comienzos de la siguiente, Dark Shadows era una típica telenovela... pero con vampiros, brujas y lobisones en lugar de esas familias americanas, estilo Yo quiero a Lucy. Con Michelle Pfeiffer volviendo a Burtonlandia tras haber sido Gatúbela en Batman vuelve, y un elenco en el que también reaparece Helena Bonham–Carter (esposa del realizador), Dark Shadows se estrenará este jueves en la Argentina con el título Sombras tenebrosas. Mientras que Frankenweenie, nueva incursión del realizador en el terreno de la animación cuadro a cuadro (y en blanco y negro), deberá esperar hasta octubre para su lanzamiento.

Como queriendo confirmar que son dos personas con una única cabeza, en la siguiente entrevista Burton y Depp recuerdan, a dúo, cómo comenzó el proyecto de filmar Dark Shadows, por qué se propusieron terminar de una vez con esos vampiros que parecen modelos publicitarios, qué representó para ellos aquella serie cuando eran chicos, por qué Depp se sintió por una vez casi un miembro más de los Village People y qué hay de cierto en la versión de que lo próximo que encararán será otra traslación al cine de una serie mítica: The Night Stalker, donde Darren McGavin hacía de un reportero especializado en casos sobrenaturales.

–¿Quién tuvo la idea de filmar una versión de la serie Sombras tenebrosas?

Tim Burton: –Este señor que tengo aquí al lado.

Johnny Depp: –Es un tema del que venimos conversando con Tim desde hace un tiempo, pero lo cierto es que desde niño tengo la ilusión de actuar en una versión de Sombras tenebrosas.

T. B.: –El tema surgió cuando estábamos filmando Sweeney Todd. De pronto, Johnny me dijo qué bueno sería hacer juntos una de vampiros.

J. D.: –Pero una de vampiros que tengan pinta de vampiros, le aclaré. Bien pálidos y demacrados. Ahí hicimos mención a Sombras tenebrosas. La cosa quedó como picando, y de a poco fuimos insistiendo con esa idea.

–¿Y fue usted quien compró los derechos para filmarla?

J. D.: –Así es, en cuanto terminamos de rodar Sweeney Todd.

T. B.: –Lo que pasa es que tanto Johnny como yo, e incluso Michelle (Pfeiffer), éramos chicos cuando Sombras tenebrosas empezó a emitirse, y rápidamente se convirtió para todos nosotros en una de nuestras series favoritas. Hay algo generacional ahí.

–¿Qué era lo que les interesaba recuperar de la serie?

T. B.: –Básicamente, el tono juguetón que tenía, la sensación de desconcierto que generaba. Todos coincidíamos en eso. Incluido el guionista de la película, Set Grahame-Smith. El desconcierto no era sólo producto del tono de la serie, sino de ciertos elementos externos, como el hecho de ser una telenovela... pero con vampiros como familia protagónica. Se emitía a la tarde, incluso, el horario típico de las telenovelas. De hecho era la serie que todos nosotros veíamos cuando volvíamos de la escuela y mientras tomábamos la merienda.

J. D.: –La cuestión es que en Hollywood no es fácil ir y decirles a los productores que uno quiere filmar una telenovela de vampiros, con caracterizaciones medio paródicas. Te van a mirar medio raro si ofrecés eso...

–Johnny, para interpretar a Barnabas Collins, ¿se basó en la actuación de Jonathan Frid, que es quien lo hacía en la serie, o intentó buscar por otro lado?

J. D.: –Tanto Tim como yo siempre tuvimos claro que la interpretación de Jonathan Frid era insuperable, que había que basarse en ella. Esa rigidez que Frid le daba al personaje... que es, finalmente, la misma rigidez que tenía Max Schreck en Nosferatu.

T. B.: –Nada de esos vampiros que se ven ahora, que parecen modelos publicitarios. No, nosotros queríamos volver a la figura clásica del vampiro.

–Sin embargo, hay un fuerte componente de ironía en la película, por ejemplo, en la posible lectura homoerótica de las escenas en las que le clava los colmillos a más de un grandote...

J. D.: –Primero un albañil, después un motoquero, un cowboy... Más que en una de vampiros, yo me sentía como en un show de Village People.

–Tim, el final parece pensado en función de una posible secuela. ¿Es así?

T. B.: –No, para nada; el final es como el de un episodio de la tira. Por eso puede parecer que deja las cosas medio en suspenso. Pero no tiene que ver con una posible remake, porque nunca pensamos en esa posibilidad. La serie Sombras tenebrosas no era como Los locos Addams o Los Picapiedras: nunca fue un éxito masivo. Tiene sus fans, pero son una minoría, por lo cual nunca nos planteamos la película como un posible exitazo. Por eso mismo tampoco pensamos en una remake. Pero si la película resulta un éxito, bienvenido sea...

–Tim, ¿es verdad que cuando se enteró del proyecto, Michelle Pfeiffer lo llamó para pedirle un papel?

T. B.: –Sí, fue incluso antes de que hubiera un guión. Ella también era fan de la serie, cosa que yo no sabía...

J. D.: –Era una fan en el closet (risas).

T. B.: –Sí... bueno, yo sabía que ella era una tipa rara, así que tampoco me sorprendió tanto (más risas). Lo cierto es que me llamó y no lo dudé ni un segundo; me quedó un gran recuerdo de cuando ella hizo el papel de Gatúbela en Batman vuelve. Había estado extraordinaria, así que recibí de brazos abiertos la posibilidad de volver a trabajar con ella. Y volvió a estar fantástica en el papel de Elizabeth Stoddard.

–¿Es cierto que están pensando en la posibilidad de filmar una versión cinematográfica de The Night Stalker?

J. D.: –Es otra serie que nos encanta, y sería una continuidad lógica con respecto a Sombras tenebrosas. Pero de ahí a que tengamos ya el proyecto de filmarla hay más de un paso.

–Tim, ¿el estreno de Frankenweenie está próximo?

T. B.: –Está programado para octubre.

–Será su tercer largo hecho con la técnica de animación cuadro a cuadro y el segundo en 3D.

T. B.: –Así es. Pero para que Johnny no se ponga celoso, mejor hablemos de ella en otro momento (risas). En octubre, por ejemplo.

–¿Cuánto tiempo más piensan seguir trabajando juntos?

J. D.: –No sé qué pensará Tim, pero mientras siga disfrutando de los rodajes, no tengo intención de parar.

T. B.: –Yo tampoco.

Traducción, selección e introducción: Horacio Bernades.