CINE › NOOMI RAPACE, MAS ALLA DE LA CONSAGRACION CON EL PERSONAJE DE LISBETH SALANDER
La chica del dragón tatuado la puso en el mapa. Ridley Scott le dio un rol central en Prometheus y ahora le llueven ofertas. La próxima película de la actriz sueca será Child 44, un thriller con asesino serial ambientado en la Unión Soviética estalinista.
› Por Kaleem Aftab *
Noomi Rapace se hizo un nombre en La chica del dragón tatuado y sus secuelas de la trilogía Millennium, luciendo como si acabara de dejar una banda punk o new wave: vestida con un traje de cuero, con el pelo peinado en diagonal sobre su ojo izquierdo y numerosos piercings en la oreja y la nariz. Era una nueva clase de heroína femenina, que combinaba inteligencia –una avezada hacker de computadoras– y músculo. Su inquietante performance como Lisbeth Salander ayudó a impulsar su carrera y los libros hacia la estratosfera. Ahora espera ayudar a otra serie de libros a convertirse en tanques cinematográficos: Child 44 es la primera parte de una trilogía de espías escrita por el autor inglés Tom Rob Smith.
Publicados originalmente en 2008, los libros están basados en los crímenes de Andrei Chikatilo, el descuartizador de Rostov, que fue atrapado y ejecutado por cometer al menos 52 asesinatos en la Unión Soviética entre 1978 y 1990. Transplantado a la era de Stalin, el thriller sigue a un oficial de seguridad idealista y a su mujer, mientras investigan una serie de asesinatos de niños en contra de los deseos del Estado. Si la trama suena como si fuera un trabajo ideal para la chica del dragón tatuado, Rapace insiste con que lo que le atrajo del rol fue que se trata de un papel diferente. “Ella no es dura, no es cool, es muy femenina y normal. Es una maestra de escuela bastante fría, para nada vehemente. A pesar de ello, creo que todos los personajes que interpreto tienen algo que ver con mi vida, y se apropian mucho de ella. No puedo hacer las cosas a medias o de modo táctico. Siento como si el personaje se instalara y quedara allí durante todo el rodaje. No es que la gente tenga que empezar a llamarme con ese nombre, pero realmente me cuesta distanciarme.”
Esta inmersión en el personaje es lo que explica por qué la actriz de 34 años parece tan extenuada. Al principio produce sorpresa lo diferente que se ve desde un encuentro anterior, menos de dos años atrás. Los mechones oscuros que se veían en Prometheus están teñidos de rubio. Y su cuerpo, tonificado por una intensa práctica de yoga Bikram –una actividad central en su personaje de Passion, de Brian de Palma–, ha cambiado. La pérdida de peso se debe a que actualmente está rodando Alive Alone, donde interpreta a una prostituta adicta a la heroína que se enreda en Nueva York con un ex detenido de Guantánamo.
El guión de Child 44 le llegó a Rapace a través de Ridley Scott, que iba a dirigir el proyecto, pero finalmente decidió ser productor. Como muchos en Hollywood, el realizador estaba determinado a contratar a la actriz luego de verla en la trilogía Millennium. “Me encontré con Ridley y me dijo: ‘Soy fanático tuyo, amé La chica del dragón tatuado y me gustaría trabajar con vos’. ¡Y yo me sentía como si me fuera a morir en ese mismo momento! Entonces me dio el guión de Child 44, con lo que fue uno de los primeros guiones estadounidenses que leí.” Scott terminaría dirigiendo a la actriz sueca en Prometheus, la precuela de Alien. De todas formas, cuando esa aventura de ciencia ficción no obtuvo los resultados esperados en taquilla, aparecieron los interrogantes sobre si la segunda parte alguna vez llegará a hacerse. Rapace insiste con que se hará: “En este momento se está escribiendo un guión. Va a hacerse, sólo se trata de un proceso lento”. Muestra algunas dudas cuando se le pregunta cómo puede evolucionar su personaje en esa película; empieza a contestar y luego parece recordar que no puede decir nada... y, dado que el film aún está en proceso de escritura, es probable que tampoco pueda dar muchos detalles.
Dirigida por Daniel Espinosa, Child 44 cuenta con el protagónico del inglés Tom Hardy. Hardy y Rapace también aparecen juntos en The Drop, basada en el cuento de Dennis Lehane “Animal rescue” (“Rescate animal”). “Conocí a Tom dos años atrás y estábamos buscando algo en lo que trabajar juntos”, dice. “Lo mejor fue que nos conocemos muy bien, confiamos uno en el otro. No necesitamos ser corteses, no tenemos que empezar desde cero. Podemos ir de una cosa a la otra, tenemos muchas cosas ya dadas. Se sintió como si fuéramos una familia de gitanos, llegando de Nueva York con toda nuestra familia, y la siguiente parada era Praga.” Alimentados por el hecho de haber trabajado juntos en dos películas consecutivas, en un momento abundaron los rumores de que Hardy había dejado a su novia de largo tiempo, la actriz Charlotte Riley, para caer en los brazos de Rapace. Las versiones no tenían sustento y se evaporaron a medida que Hardy aparecía en eventos de alto perfil, como la última edición de los British Independent Film Awards, del brazo de su prometida.
Cuando se lanzó la trilogía Millennium en 2009, la actriz estaba casada (desde 2001) con Ola No-rell, el actor de Wallander. La pareja decidió crearse un apellido y se decidió por Rapace: la resonancia con el significado español de “ave rapaz” se comprueba en uno de los muchos anillos que utiliza, con la forma de un cuervo. Nació como Noomi Norén y el cambio de nombre fue una manera simbólica de disociarse de su familia. A los 23 años nació su hijo Lev, representado por un anillo con forma de león. La madre de Rapace, Kristina Norén, es una actriz sueca; su padre, Rogelio Durán, era un cantante flamenco español. Antes de su nacimiento sus padres se separaron y, cuando era muy pequeña, Rapace fue a vivir a Islandia con su madre y su padrastro. Vio a su padre muy esporádicamente, hasta que murió de cáncer en 2006. Empezó a actuar en Islandia y tuvo su debut en pantalla a los siete años: había encontrado el modo de escapar. Como buena rebelde natural, dejó el hogar a los 15 años para ir a estudiar artes dramáticas en Estocolmo. En 1996 consiguió un papel en Tre Kronor, una telenovela de extendida emisión en la TV sueca.
Ella dice que su deseo de actuar tiene que ver con las largas noches invernales de Escandinavia: “Como afuera está oscuro y frío, eso fuerza a las personas a ser creativas. No podés sólo sentarte ahí y colgarte. Durante seis meses es oscuro y solitario, y hay que poner en juego la creatividad”. El precio del éxito fue su matrimonio. Pero no fue ese viejo asunto de la fama subiéndole a la cabeza. “Cambio constantemente –dice–, pero son los personajes que interpreto los que me cambian, dependiendo de qué personajes haga.” Presumiblemente, entonces, vivir con ella los dieciocho meses en que estuvo haciendo tres películas como la agresiva y obstinada Lisbeth Salander debe haber tenido su costado negativo. Tras su divorcio se mudó a Londres, aunque las demandas de su trabajo significaron que tuviera casi todas sus pertenencias en depósito. Espera poder comprarse un lugar en breve, cuando esté en la ciudad preparándose para su rol en el drama de ciencia ficción Whatever Happened to Monday? De todos modos, se queja: “Londres es más cara que Nueva York”.
Mudarse le resulta fácil porque no le cuesta desprenderse. “¿Guardar cosas? Nunca. No soy sentimental, ni con los premios: siento que es como si me pusiera un hechizo si las conservo. Quiero mantenerme en movimiento. No quiero descansar sobre viejas victorias, aun cuando no las vea como victorias. Soy muy autocrítica, siempre puedo hacerlo mejor.” Más difícil es manejar el balance entre el trabajo y ser una madre soltera. Aunque dice que los actores que son padres tienen los mismos problemas, y menciona a Jude Law y Robert Downey Jr., con quienes trabajó en Sherlock Holmes: Juego de sombras. “Mi hijo de diez años viaja mucho conmigo, pero quiero que esté en escuelas con chicos lo más posible. Por eso ha estado en escuelas en Berlín y Londres, y el año pasado viajó a Praga. Es difícil encontrar el balance, pero le dije que no a muchas películas para poder estar con él.”
Su insistencia de que los hombres y mujeres no son tan diferentes puede ser un reflejo de su experiencia laboral. Cuando el director Tommy Wirkola le envió el guión de Whatever... le dijo que estaba interesado en que interpretara el rol principal, que involucra siete partes distintas en una historia sobre septillizos. “Cuando lo recibí, estaba escrito para un hombre. Así que lo están reescribiendo. Siempre me atrajeron las cosas algo imposibles, los personajes que, cuando los leo, siento que no sé si podré encontrar la verdad en ellos, si no son muy peligrosos u oscuros. Después se convierte en una obsesión: quiero intentarlo, ver si puedo. Es la parte más dura.” Pero lo más duro es lo que Rapace mejor hace.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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