–¿En qué etapa se encuentra su personaje y el resto de Los Vengadores al comienzo de esta película?

–S.H.I.E.L.D. ha caído desde la última película de Capitán América, así que ahora dependemos unos de otros. No hay realmente nadie a quién reportar, así que hay una jerarquía imprecisa. Ellos sólo se apoyan uno al otro como soldados; no hay una única persona que dé órdenes sino que operan como un auténtico grupo ahora.

–¿Qué es lo más interesante acerca de la evolución de su personaje en este film?

–Steve Rogers aún está intentando entender a dónde pertenece. Siempre ha sido un soldado y él está cómodo en ese formato. Le gusta la estructura y recibir órdenes, tener un plan, y sin ello se siente perdido, pero él está en busca de saber si puede o no construir una vida más allá de Capitán América. Ha estado en servicio por tanto tiempo ya, que intentar averiguar qué haría sin su uniforme y escudo es un poco un rompecabezas.

–Hay algunos personajes nuevos esta vez. ¿Cómo interactúa Capitán América con ellos?

–Al comienzo no sabemos si ellos son amigos o enemigos, así que hay ciertos problemas para averiguar si todos deseamos lo mismo. Lleva un tiempo entender en quién se puede confiar y en quién no, y quién está de tu lado y quién no. Pero en última instancia se forma una alianza.

–¿Cómo es reencontrarse con el mundo de Los Vengadores?

–Es como estar en un campamento de verano con todas estas personas con quienes hemos trabajado durante cuatro o cinco años, desde la primera película de Los Vengadores. Ya nos conocemos, se crean profundos lazos durante el rodaje y la etapa de prensa. Realmente se siente como una familia. Se siente como una gran unidad, con gente muy cercana. No parece un trabajo, en absoluto.

–¿Qué desafíos conlleva interpretar un personaje con alta demanda física y muchas escenas de riesgo?

–Es un montón de agotamiento físico, porque el Capitán no vuela o dispara rayos, así que, cada vez que lucha contra alguien o algo, no puede depender de ese tipo de efectos creados por computadora: todo tiene que estar en cámara. Se trata de dar puñetazos, patadas y correr; así que entre mi doble y yo tenemos un arduo trabajo.

–Como actor, ¿qué tal le resulta el trabajo con pantalla verde?

– No es tan malo. Como actor, de todas maneras se necesita tener una gran imaginación. Si uno intenta aprovechar la parte creativa del cerebro, es como ser un niño pequeño.

–¿Le gustaría dirigir películas?

–No me di cuenta de ello hasta, quizás, la mitad de mi carrera como actor. Hacía 7 u 8 años que hacía películas, y dirigir era algo que eventualmente quería hacer. Cuando sos actor sos una pequeña parte de un rompecabezas. Uno trabaja en la película y luego ya está, no ve más nada de ello por seis meses. Es una experiencia gratificante porque me encanta actuar, pero también me gusta mucho hacer cosas y, como director, uno puede realmente crear el film. Estás involucrado en cada decisión y hay un nivel de satisfacción mucho más profundo en esa participación.

–¿Cómo es trabajar con Joss Whedon?

–Fantástico. Es siempre optimista, hace bromas, es muy sarcástico y tiene un gran sentido del humor. Y adora estas películas, por lo tanto su actitud es contagiosa. Joss no es solo nuestro director, es el escritor, así que ese nivel de participación que tiene con estos personajes y su material es absolutamente beneficioso. Si estás luchando con una escena o con un parlamento, él no solo es fenomenal para aportar nuevas ideas en el momento sino también es muy ingenioso, así que siempre puede hacer ajustes. Es un fan de los libros de comics, así que uno de los principales datos demográficos que él trata de complacer es a los fanáticos. Como él es uno de ellos, es muy tranquilizador saber que cualquier cosa que él sugiera se logrará con aprobación.

–¿Cómo podría resumir esta película con una sola palabra?

–Impactante. Estas películas siempre me sorprenden. Cada vez que trabajo en una de ellas, no sé cómo lo hacen... pero lo hacen.

–En 20 años, cuando mire atrás, ¿cómo cree que recordará esta película?

–Uno intenta decirse todos los días que, en 20 años, mirará atrás y desearía poder hacer esto de vuelta. Uno aprecia y se recuerda a sí mismo todo eso, y realmente disfruta lo que ocurre ahora.

–¿Cuál fue su reacción al leer el guión?

–Pensé que era genial. Los Vengadores son una unidad ahora, así que no hay muchos más problemas. Sí hay conflictos internos, por ejemplo cómo aprender a funcionar como equipo en lugar de cómo formar uno.

–¿Cómo se siente Capitán América acerca de ser el nuevo líder?

–El Capitán está, sin dudas, dando las órdenes, pero no hay un tipo de jerarquía en la cual él da órdenes y la gente debe acatarlas. Es más bien en un sentido de que, cuando una batalla se desata y ellos necesitan estructura, Cap no tiene ningún problema en organizar un enfoque de equipo. En términos de cómo se comportan cuando no luchan contra un enemigo, aún hay una floja cadena de mando; técnicamente nadie está a cargo, pero Cap ciertamente se inclina hacia la estructura; en el campo de batalla es donde se siente más cómodo.

–¿Cómo pasaron con el elenco los días de filmación todos reunidos? ¿Cómo afecta eso la historia?

–Creo que el tiempo que pasamos juntos ayuda mucho. Nunca va a jugar en contra. Aun cuando no trabajamos como una unidad total en la primera película, pasamos tiempo juntos fuera del set y mucho tiempo durante la promoción del film. Al momento en que la película estaba lista, todos éramos amigos: esa química realmente se traslada a la pantalla.

–¿Qué pensó el primer día cuando llegó al set? ¿Era impresionante?

–Es impresionante, pero siempre lo es. Es Marvel, es lo que ellos hacen. Siempre tienen que superarse a sí mismos, así que cada set que ves es simplemente aplastante.

–¿Ayuda a la actuación el hecho de estar en un entorno auténtico?

–Supongo que sí. Todos nosotros, incluso fuera del universo Marvel, hemos hecho películas con pantalla verde, así que eso es parte del juego ahora. La mayoría de los actores tienen un encontronazo con esa tecnología. Y la verdad es que, si no podés aprovecharla desde tu imaginación y acceder a la parte creativa de tu cerebro, probablemente no deberías ser actor. Obviamente, un entorno tangible será más fácil, pero la pantalla verde no es el fin del mundo.

–¿Cómo fue James Spader como Ultron?

–Ultron está escrito como un personaje muy presumido y sarcástico, con mucha personalidad. No es sólo un robot mecánico. Tiene personalidad. Me costó comprender cómo ese personaje sería retratado en la película cuando leí el guión por primera vez. Luego supe que James Spader lo interpretaría, y yo no tenía ni idea en qué dirección saldría eso. El primer día, cuando da su discurso en la fiesta, todos estábamos ansiosos de ser la audiencia. Ser un espectador y verlo actuar fue emocionante, porque fue genial e intimidante, y él borró todas las posibles dudas de inmediato.

–¿Cómo evoluciona el estilo de pelea del Capitán América?

–Intentamos que siga avanzando en su estilo. Hay que asumir que este tipo, como soldado y con una mente militar, seguramente intentará superarse, por lo cual es factible que busque adoptar nuevas tácticas de lucha, enfoques y disciplinas. En El soldado del invierno pusieron el listón muy alto. Cap participó en secuencias de acrobacia muy fluidas y acrobáticas, derribaba aviones sin ayuda de nadie; así que es de esperar que no quiera dar un paso atrás. Se trataba de continuar la evolución de un estilo constante, fluido y acrobático de los combates.

–Parece que, cada vez más, hace una gran cantidad de la acción. ¿Es algo que quería especialmente hacer?

–A medida que tratamos de evolucionar en el estilo de lucha del Capitán, ciertas cosas exceden un poco mis posibilidades reales. Me da vergüenza admitirlo, pero cuento con un maravilloso doble para ello: Andy Lister. Él es casi de otro planeta, y es quien hace las escenas de peleas. Pero, de vuelta, a veces uno no tiene la habilidad para hacerlo.

–¿Capitán América tiene algún lazo especial en esta película con alguno de Los Vengadores en particular?

–Tony Stark y Steve tienen siempre una relación de tira y afloja, pero es como cualquier dinámica, incluso si te cuesta tener una buena relación con uno de tus padres, a través de eso te vuelves más cercano. Ellos siempre tienen idas y vueltas; quizás no ven la realidad del mismo modo, pero al final y como resultado de ello, el lazo se hace más fuerte.

–¿Disfruta encarnar al Capitán América?

–Tiene muchas recompensas. Una de las ventajas de este trabajo es ver cómo se iluminan los rostros de los niños. Interpretar un papel en su infancia es maravilloso, porque yo sé que hay ciertas películas con las cuales crecí y a las que adoré, y eso es parte de mis recuerdos. Me gusta pensar que seré parte de los recuerdos de otra persona; eso es un lujo.