CINE › EL DOCUMENTAL ITALIANO FUOCOAMMARE GANO EL OSO DE ORO DE LA BERLINALE
Con el premio al film de Gianfranco Rosi, rodado en la isla de Lampedusa, el Festival de Berlín se posiciona a favor de los refugiados. Un corto argentino también resultó premiado.
› Por Luciano Monteagudo
Desde Berlín
La actualidad política y social de Europa se impuso de manera contundente anoche en la Berlinale. El documental Fuocoammare, del director italiano Gianfranco Rosi, que da cuenta de la tragedia humanitaria de los miles de inmigrantes que arriesgan sus vidas por llegar, de la manera que sea, a la isla de Lampedusa, ganó el Oso de Oro a la mejor película del Festival de Berlín. “Es el cine que necesitamos ver”, pronunció Meryl Streep, presidenta del jurado, mientras que Rosi aseguró, con el premio en sus manos: “Mis pensamientos más profundos están con aquellos que nunca pudieron llegar a esa tierra de esperanza que es Lampedusa”.
De hecho, Rosi hizo subir al escenario del Berlinale Palast a algunos habitantes de la isla que participan de su película, entre ellos el médico que atiende a los recién llegados y que también debe extender el certificado de defunción de aquellos que llegan a la playa, pero ya sin vida. “Fue él quien me hizo ver que Lampedusa es una isla de pescadores y que los pescadores aceptan siempre las ofrendas del mar. Creo que es una lección para todos nosotros y espero que toda Europa también tome conciencia”, finalizó el director, quien por segunda vez gana el premio mayor de un festival de primera categoría. En 2013, ya había obtenido el León de Oro de la Mostra de Venecia por su documental anterior, Sacro GRA, lo que lo convierte en el primer documentalista con dos oros en su haber.
No hubo sorpresa alguna en este premio. El festival todo estuvo dedicado, en la mayoría de sus secciones, a films que tienen como tema la crisis de los refugiados y el problema de la inmigración masiva, con cientos de miles de personas que huyen de la guerra y el hambre (en Siria, en Africa) y encuentran una Europa cada vez más hostil y cerrada sobre sí misma. Cinematográficamente, el tema estuvo quizás mejor tratado en films del alemán Philip Scheffner, el israelí Avi Mograbi y el chino Wang Bing, que desde la sección Forum del Cine Joven se ocuparon de otros refugiados del mundo. Pero el Oso de Oro del concurso oficial para Fuocoammare (un juego de palabras que funde el sustantivo fuego con el verbo amar) sin duda le permite a la Berlinale posicionarse de manera rotunda en el escenario político actual.
Aunque esta vez por fuera de la competencia mayor, el cine argentino nunca se queda sin premios en Berlín. El corto El inicio de Fabrizio, escrito y dirigido por Mariano Biasin, que el año pasado formó parte de las Historias Breves que produce el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), ganó el Oso de Cristal al mejor cortometraje de la sección Generation Kplus, dirigida al público adolescente y con un jurado integrado por chicos y chicas menores de 18 años. “Encontramos este corto muy interesante y gracioso”, escribieron en su considerando los miembros del jury. “Los actores son muy buenos y nos hicieron reír mucho. Y el mensaje de la película reforzó nuestra idea de que no hay razones para apurarse cuando se trata de la primera vez”.
Es que la iniciación a la que se refiere el título del corto es el tan ansiado debut sexual de Fabrizio, un chico de Zárate que hace “un año, dos meses y 27 días” que está de novio con Nadia, pero que no encuentra el momento y, sobre todo, el lugar para poder estar a solas con ella. Y junto con un grupo de amigos, que tienen todos problemas similares, deciden comprar –rifas y ahorros de por medio– un auto destartalado y convertirlo en un delicado nido de amor, lejos de las miradas siempre preocupadas y censoras de los padres.
En carácter de país coproductor, Argentina también recibió otro premio en Generation Kplus: el largometraje Rara, opera prima de la directora chilena Pepa San Martín, se llevó a su vez el galardón mayor de la sección. Basada en un caso que se registró hace doce años en Chile –cuando una juez perdió la custodia de sus hijas por ser lesbiana–, la película retrata la vida familiar de una niña de trece años cuya identidad está en plena transformación. La compañía coproductora argentina es Le Tiro Cine, de Nicolás Grosso, y en el equipo del film chileno figuran la actriz Agustina Muñoz y el sonidista Víctor Tendler, entre otros argentos. Y no hay que olvidar que nueve días atrás El rey del Once, de Daniel Burman, tuvo el honor de inaugurar la sección Panorama, donde también tuvo funciones a sala llena La helada negra, el segundo largometraje de Maximiliano Schoenfeld, protagonizado por Ailín Salas.
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