Coproducción entre Pol-ka y Patagonik de Argentina, asociadas con Tornasol de España, La educación de las hadas representa el ingreso directo al cine de aquel país por parte de Ricardo Darín, todo un ídolo allí gracias a Nueve reinas, El hijo de la novia y El aura. Basada en un best seller del prolífico novelista francés Didier van Cauwelaert (publica un libro por año) y estrenada en la península a mediados de la temporada pasada, no parece que esta película esté en condiciones de reforzar esa idolatría. El décimo film de José Luis Cuerda (realizador de El bosque animado y La lengua de las mariposas) no es exactamente un bochorno. Pero entre las gratuidades e inconsistencias del guión, la dirección en piloto automático y una sensación general de escasa convicción, es difícil que La educación de las hadas vaya a quedar en el recuerdo.

Llena de acentos diversos por imposiciones de la propia coproducción, no llama la atención que, habiendo un argentino y una francesa que intenta hablar en español (una apagada Irene Jacob, eternamente recordada por La doble vida de Verónica) a los que más cuesta entenderles es a los españoles del elenco. Por ejemplo, el niño Víctor Valdivia, hijo de la ornitóloga Ingrid (Jacob), que rápidamente convierte a Nicolás (Darín) en padre sustituto. Huérfano de padre (su papá era un piloto italiano que murió en Irak), basta que Nicolás le haga unas monerías al pequeño Raúl durante un viaje en avión, para que éste lo adopte como pater familiae. Si la mamá no parece tan entusiasmada con la idea, ya la convencerán de ello el guión y las exigencias dramáticas. Por lo cual pronto todos estarán viviendo en una antigua casona del bosque, que perteneció a la familia de Nicolás. Que trabaja de inventor de juguetes, aunque extrañamente no suele vérselo en compañía de ellos.

Hay un dato que Ingrid esconde (y la película también, de modo que durante mitad del metraje su conducta se torna tan incomprensible como reprensible) y que la llevará a querer abandonar a hijo y pareja, de un solo golpe y sin mayor preaviso. A todo esto, Nicolás, que como todos los personajes guarda rocambolescas historias familiares (el papá, jugador empedernido, se suicidó después de obsequiarle un descapotable blanco, que aún conserva) ha conocido a una vendedora de supermercado llamada Sezar (Bebe, la cantante de “Malo, malo eres”), que permite la conformación del inevitable triángulo amoroso. Nacida en Argelia, Sezar espera una beca de la Sorbona, donde aspira a presentar una tesis sobre André Gide. Y tiene un novio traficante que está en la cárcel, cuyos amigos cada tanto aparecen y la muelen a golpes.

Como puede verse, el rigor, la coherencia, la plausibilidad no son cosas que hayan desvelado a Van Cauwelaert y Cuerda, autores del guión a cuatro manos.

5-LA EDUCACION DE LAS HADAS

España/Argentina/Francia/Portugal

Dirección: José Luis Cuerda.

Guión: J. L. Cuerda y Didier van Cauwelaert, sobre novela de este último.

Fotografía: Hans Burmann.

Intérpretes: Ricardo Darín, Irene Jacob, Bebe y Víctor Valdivia.