CINE › RESTRICCIONES PARA “NORDESTE”
“Esta calificación fue bruta y facha”
El film de Juan Solanas fue calificado como “no apto para menores de 16 años”.
› Por K. M.
El cineasta Juan Solanas dice que su última película fue objeto de una calificación “bruta y facha”. Nordeste, que aborda el tema de la adopción ilegal de niños en el norte del país –y, de paso, recorre otros temas como el embarazo adolescente, la marginalidad o los caudillismos provinciales de la Argentina actual–, fue calificada por la Comisión Asesora de Calificación Cinematográfica como “no apta para menores de 16 años”. “Me resulta inaceptable porque hice esta película pensando en que una chica de 14 años chaqueña pueda verla y reflexionar sobre el tema. Y la hice con muchísimo pudor, sin golpes bajos: no muestro a una mina abortando con una aguja. Si no se la puedo mostrar a las personas que sufren de esto, estamos jodidos”, argumenta Solanas, que ya apeló dos veces la calificación. Ante la imposibilidad de cambiarla, el director levantó el estreno de la película, previsto para el jueves pasado, y ahora deberá esperar hasta febrero o marzo del año próximo para obtener nuevamente sala.
El film narra la historia de una francesa (Carole Bouquet) que viene a comprar un bebé al norte del país. La trama la lleva a descubrir el contexto en el que se desarrollará la compra y a cruzarse con Juana (Aymará Rovera), una madre soltera adolescente dispuesta a entregar a su hijo. “Dos destinos cruzados de dos mujeres paradas en distintos lugares del mundo”, sintetiza el director. Solanas cuenta que para llegar al film hizo una investigación de tres años, que lo llevó a conocer a muchas parejas europeas adoptantes –en forma legal e ilegal–, recorrer el norte del país y conocer a la monja Martha Pelloni, quien investigó y denunció el tráfico de niños y de órganos en Catamarca. En base a ese trabajo escribió el guión que, aunque es ficcional, tomó muchos casos reales. “Estoy tranquilo porque mi película es honesta, refleja la realidad. Quizás alguien que no está en el tema piensa que es una exageración, pero cualquiera que conoce o vivió un caso parecido sabe que esto es así. Me han dicho ‘ésta es mi historia’. Lo que más me jode es que si quiero ir a mostrarla a una villa a Formosa, no puedo”, lamenta Solanas.
En los dictámenes de los cinco calificadores, las objeciones se centran en el tema tratado: “La temática del tráfico de niños, la desprotección por la pobreza, la condena a una vida de marginalidad, el consumo de drogas y la tenencia de armas por parte de niños, y una escena de sangre por aborto hacen que se requiera de esta calificación”, recuerda Solanas que leyó como argumento. “Habla de la pobreza y es una durísima denuncia del sistema feudal que genera este país. Pero eso no quiere decir que sea impúdico mostrarlo”, se enoja su padre, Pino Solanas.
“Puede o no gustar, pero fue la única argentina en la sección oficial de Cannes y fue invitada a otros diez festivales”, advierte Solanas, cuyo primer corto, El hombre sin cabeza, también fue premiado en Cannes y con un César. En Francia y en Noruega la película se está exhibiendo como apta para todo público, y próximamente se estrenará en Bélgica con la misma calificación. Distintas instituciones como Unicef o la Asociación Católica Mundial para la Comunicación, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, entre otros, felicitaron a Solanas por su película. “El film no juzga, hace reflexionar sobre cómo una mujer puede llegar a aceptar dar a su hijo, cuando no puede darle lo mínimo para que viva, y cómo otra puede llegar a querer comprarlo. Tampoco pone el dedo acusador sobre las adoptantes, porque es difícil juzgar el corazón de una madre que quiere adoptar, y que encuentra trabas legales de todo tipo”, dice Solanas.