La fotonovela Novela rosa, dirigida por Marianela Fasce, retrata la relación entre una joven pupila y su tutor y es definida por ella misma como “kitsch, barroca y glamorosa”. Realizada en 3-D, tres dimensiones, el largo, el ancho y la profundidad de una imagen son simulados por una computadora, que debe ser vista con anteojos especiales. Inspirada en las fotonovelas de los años ’70 y en los relatos de la escritora española Corín Tellado, Novela rosa fue realizada en Barcelona y dura dieciocho minutos. El guión de Romeo Fasce utiliza un tono zumbón y sarcástico con el que transita los lugares comunes del género. Marianela Fasce captura al espectador con fotografías estéticamente imponentes, donde prevalecen una gama furiosa de colores fucsias y verdes, un impecable vestuario y ambientación, y esparce fragancias que se huelen en la sala y despiertan los sentidos. Fasce fue directora de arte de la multipremiada película Glue, de Alexis Dos Santos, y trabaja en publicidad y cine. Novela rosa se exhibe hoy y mañana a las 21.30 en el Teatro Piccolino (Fitz Roy 2052) con entrada libre y gratuita. En una charla con Página/12, Fasce se refiere a la estética de su obra y al uso del 3-D y adelanta detalles de un nuevo proyecto cinematográfico con Carmen Chaplin, nieta del actor y director inglés Charles Chaplin.

–¿Cómo surgió Novela rosa?

–La fotonovela nació en 2002, por un aviso en la web de una fundación catalana que buscaba proyectos. Romeo, mi hermano, había escrito un guión basado en la obra de Corín Tellado, que yo conservaba. Además, en ese momento residía en Barcelona, una ciudad que es sinónimo de modernismo. El protagonista de la fotonovela, Andrés Muschietti, es director de publicidad y estaba experimentando con una cámara estereoscópica. Entonces decidimos hacerla en 3-D, con olores, colores saturados, con una estética kitsch, barroca y glamorosa.

–La estética de su fotonovela es preciosista. ¿Cómo la pensó?

–El vestuario está inspirado en Fruits, un libro con fotos de adolescentes urbanos japoneses que hacen ellos mismos sus ropas y expresan la personalidad del que las lleva. La película tailandesa Las lágrimas del tigre negro, en tonos fucsia, turquesa y dorado, y su puesta estética y pictórica que me dejaron soñando, dispararon ideas para la escenografía. Pensé una estructura general de color, eligiendo colores para cada personaje y cada escena: Lucy Tillet y Laura Felgueras estuvieron a cargo del vestuario y el arte.

–¿Qué dificultades técnicas se le presentaron?

–El 3-D me encanta, porque siempre tuve idea de hacer un proyecto envolvente, que despertara los sentidos de los espectadores. Al principio pensamos proyectarla con lentes rojo y azul, pero cuando hicimos las pruebas nos dimos cuenta de que viraba todo al rojo y que perdía mis amados fucsias y turquesas. En ese momento conocí a Félix Larreta, artista digital argentino, que resolvió cambiar los filtros y usar anteojos polarizados, y se sumó al proyecto haciéndose cargo de la parte digital y tecnológica.

–En qué etapa se encuentra su participación como directora de arte de una película que dirigirá Carmen Chaplin?

–En pocos días más viajo a Barcelona para reunirme con Lucy Tillett, productora, actriz de la película y amiga de la infancia de Carmen Chaplin. También participará otra nieta de Chaplin que es cantante. Es una película independiente, no tengo detalles del guión. La directora está ahora en Nueva York para comprar una cámara HD y comenzar a filmar a principios de 2008 en el sur de Francia. Será en la casa de los Chaplin, donde pasan los veranos con toda la familia y otras amistades y hacen obras de teatro y shows a la hora de la cena.