CINE › EL CAMINO ABIERTO POR EL FESTIVAL DOCBSAS
“Para nosotros, éste fue un intercambio muy productivo”
Los directores Diego Lerman, Darío Doria, Alejandro Hartmann y Pablo Baur cosecharon cuatro de los cinco premios pensados como un estímulo para la creación y el desarrollo de proyectos cinematográficos.
› Por Oscar Ranzani
Paralelamente a la exhibición de treinta de las mejores producciones internacionales de cine documental, la quinta edición del DOCBSAS celebrada en esta ciudad dejó un camino abierto para cuatro jóvenes cineastas argentinos que participaron del Foro Latinoamericano de Producción Documental y cosecharon cuatro de los cinco premios pensados como un estímulo para la creación y el desarrollo de proyectos. El jurado estuvo integrado por Monique Simard (productora canadiense), Delphine Coulin (ARTE, Francia) y Xavier Carniaux (productor francés), que seleccionaron los proyectos de los argentinos Diego Lerman, Darío Doria, Alejandro Hartmann y Pablo Baur, entre los que presentaron realizadores de diversos países de la región, como Chile, Paraguay, Bolivia, Perú, Venezuela, Colombia y Ecuador. Organizado por la productora Cine Ojo, junto al Servicio de Acción Cultural de la Embajada de Francia, el Complejo Teatral de Buenos Aires y la Fundación Cinemateca Argentina, el DOCBSAS/05 permitió establecer contactos entre realizadores y productores locales y extranjeros, así como también tender un puente entre los directores locales y los principales foros, festivales y mercados internacionales, entre otros objetivos.
El culturista de Diego Lerman (Tan de repente) obtuvo el Premio DOCBSAS/05 al Mejor Proyecto, que consiste en 5000 dólares otorgados por el Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa). “Es un documental sobre la vida de un fisicoculturista y, a través de él y del grupo de gente que concurre al gimnasio, la idea de un fragmento social argentino”, explica Lerman a Página/12. El cineasta conoció al personaje realizando el corto La guerra de los gimnasios y, con el tiempo, fueron aumentando las ganas de hacer esta película. “Me fue como envolviendo de a poco esta idea de entrenamiento constante que tiene el fisicoculturismo y que no tiene un objetivo claro en cuanto a competencia”, subraya Lerman sobre el disparador.
El proyecto de Alejandro Hartmann se llama tentativamente AU3 Buenos Aires al medio y obtuvo el Premio Cinecolor, que consiste en servicios de postproducción. “Trata sobre la autopista central, un proyecto de Cacciatore de la época de la dictadura que nunca se llegó a construir. Solamente se llegó a destruir y a demoler una parte importante de la ciudad, ya que la autopista atravesaba Buenos Aires”, comenta Hartmann. “De lo que no se demolió –agrega– quedaron casas en el medio de huecos, manzanas semivacías pero con partes de edificaciones que no fueron demolidas. Entonces, quedó un paisaje muy extraño de huecos, escombros y casas que fueron ocupadas por pobladores muy humildes.” La idea es reflejar esa zona problemática que atraviesa Belgrano R, Coghlan, Saavedra y Villa Urquiza y que enfrenta a dos mundos habitados por poblaciones muy pobres y, alrededor, personas con muy elevado nivel de vida.
Después de su elogiada Grissinopoli, Darío Doria sigue apostando al documental. En este caso, se trata de El ginecólogo, cuyo proyecto recibió el premio Prix Nyon que otorga el Festival Internacional de Nyon (Suiza). “Es sobre un médico de 74 años que hace más de 40 que practica abortos en la clandestinidad”, cuenta Doria. “Básicamente este médico después de muchos años de vivir en la clandestinidad quiere salir un poco a la luz y quiere contarnos qué es lo que hace, cómo es su vida, qué siente y cómo es su vínculo con todo esto. Porque como es clandestino es algo de lo que no se habla, y él piensa que es importante contar lo que hace”, agrega.
“En mi caso es más que un proyecto, porque hace tres años que estoy filmando a mi abuelo que hace un recorrido por las calles de su barrio”, cuenta Pablo Baur en diálogo telefónico desde Córdoba, sobre Los pasos de Antonio, que cosechó el Premio al Proyecto más creativo, otorgado por ARTE, un canal cultural francés (en total 3000 euros). “Mi abuelo tiene 95 años –cuenta Baur–, está casi ciego y ha hecho una promesa de ir hasta una iglesia. Yo registro este trayecto.” Baur se lo planteó básicamente como un retrato familiar, ubicando la cámara de manera más “observacional”, pero eso no impide que haya una narración. Mientras la cámara va describiendo la cotidianidad de una vida hay una trama muy fuerte: “Esta historia sale de algo muy personal y muy íntimo pero tiene cuestiones universales, que son la ancianidad, la voluntad de caminar todos los días aunque no veas o estés sordo”, argumenta Baur.
Lerman, multipremiado por Tan de repente, reconoce que esta es su primera experiencia en el documental. Respecto de su participación en el foro, destaca que “fue muy bueno poder compartir, escuchar los proyectos, las devoluciones, poder cruzar. Fue un intercambio que me pareció constructivo, en el sentido de que en cada proyecto se pudo ir viendo desde dónde se estaba mirando”. En ese sentido, Lerman capitalizó experiencia no sólo de los especialistas, sino también de sus colegas: “Estaba bueno presentar el proyecto y ver qué causaba y, por ahí, las dudas del resto hacían también que uno se tuviera que responder interrogantes”, confiesa. “Básicamente para este tipo de proyectos –sostiene Baur– no hay otro lugar en el que puedas conseguir financiación o tener un ámbito de discusión con gente de arte o productores de canales europeos. Para proyectos como estos ligados al ensayo o a la creación dentro del documental no hay otro ámbito.”
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