Nacida en 1995 en la región de Cataluña como un espacio dedicado a la difusión del cine latinoamericano, la Mostra de Lleida se realizará por 14ª vez entre el 11 y el 18 de abril de 2008 con la particularidad de que destinará un lugar preponderante al cine argentino. Este festival surgió como una iniciativa del Centro Latinoamericano de Lleida, con el apoyo del Ayuntamiento de esa ciudad catalana y su director es Juan Ferrer, un experimentado programador cinematográfico y periodista español. “Cada año se han ido agregando secciones, pero un objetivo prioritario es mostrar la cinematografía latinoamericana y también el campo de la coproducción entre países europeos y Latinoamérica. Hemos llegado a un punto en que tenemos varias secciones en competición, como la de largometrajes, documentales y cortos”, comenta Ferrer en diálogo con Página/12, quien agrega que el festival cuenta con un premio importante de Televisión Española (TVE), que otorga 60 mil euros por los derechos de emisión de la película ganadora.

Ferrer reconoce que este premio “es un acicate importante para una cinematografía bastante necesitada ya no sólo a la hora de hacer las películas sino a la hora de desarrollar un marco, porque el lugar definitivo de las películas siempre tienen que ser las salas de cine y eso con el cine latinoamericano por las razones que todo el mundo conoce, a veces, es muy difícil”. Este festival fue creciendo a la par del surgimiento del Nuevo Cine Argentino y Ferrer reconoce que en muchas ediciones el cine nacional obtuvo premios, además del reconocimiento de la crítica y del público: como ejemplo menciona Nueve Reinas, del recordado Fabián Bielinsky, que se estrenó dentro del marco de la muestra. Otras producciones “han conocido bastante éxito a raíz de haber sido presentadas en la Mostra y haber participado en ella”, detalla Ferrer, quien agrega que han visitado Lleida directores como Adolfo Aristarain, Luis Puenzo y Fernando “Pino” Solanas, entre otros, además de jóvenes realizadores. La relación con Argentina “es un vaso comunicante importantísimo para la Mostra”, analiza Ferrer y lo explica de la siguiente manera: “Junto con México y Brasil, Argentina es uno de los países de la región con producción más sólida. Leía el otro día que este año se realizaron 80 películas. Yo no sé ni la forma, ni el nivel, ni el cómo ni el cuándo, pero me parece importante porque está alcanzando niveles del cine europeo. Por ejemplo, en España, ésa es la media”.

La relación es por partida doble ya que en 2008 Argentina será el país invitado en la Mostra de Lleida. La Sección “País Invitado” estará compuesta por una antología de largometrajes, documentales y cortometrajes del país seleccionado donde también habrá una representación importante de cineastas argentinos. “Estamos trabajando muy estrechamente con el Incaa para que esta sección tenga un alto nivel”, expresa Ferrer. En este sector de la muestra, los espectadores podrán toparse con películas de distintos años, no sólo de 2007.

A la hora de explicar por qué tiene tanta presencia el cine argentino en la Mostra de Lleida, Ferrer comenta que no se puede comparar “la cinematografía argentina con la de República Dominicana, con todo el respeto del mundo. Siempre hay ocho, nueve o diez países de Latinoamérica representados en la Mostra. En los últimos años ha habido un boom del cine uruguayo y la Mostra no ha sido ajena a él. Pero en España el cine argentino es muy conocido y los actores también. Es un cine muy aceptado y que gusta muchísimo y yo creo que parte del cine argentino en España viene dado por algunos títulos que han marcado una referencia de gustos en el público español. Por ejemplo, cuando en España hablas de Norma Aleandro, Ricardo Darín o directores como Aristarain, Puenzo, el público español conoce y tiene ganas de ver producciones de ellos. En cambio, si hablas de otras cinematografías, quizá ya no son tan conocidos por el público y cuesta más”.

Las secciones competitivas de la Mostra de Lleida estarán integradas por doce largometrajes, nueve documentales y entre doce y catorce cortos que participarán de las competencias, previa selección de un comité formado por un jurado internacional (la programación se está armando). “El espectro cinematográfico es muy amplio”, dice Ferrer sobre el tipo de películas que interesan. “Eso de ponerle puertas al campo nosotros no nos atrevemos jamás a hacerlo –agrega–. Es un festival especializado en cine latinoamericano pero no especializado en un género. Entonces, lo que se valora en la muestra es la calidad de la película, no el género que la promueve.” Otras secciones serán “Encuentros con...”, donde se exhibirán seis largometrajes de cada uno de los directores o actores invitados. La Mostra de Lleida se completará con una amplia oferta de actividades paralelas como exposiciones, presentaciones de libros y mesas redondas.

El argentino Osvaldo Francia Bonifacio, presidente del Centro Latinoamericano de Lleida, ONG que organiza el festival, afirma a Página/12 que, en un principio, “cuando se pensó la idea del cine, se pensó como una actividad complementaria de intercambios culturales de otros tantos aspectos que el Centro Latinoamericano promueve, como es el caso de la literatura y otros campos artísticos, culturales y sociales. Pero luego el cine pasó a ocupar un lugar central”. Por otra parte, Francia Bonifacio destaca que Argentina “es una de las escuelas de cine más importantes de Latinoamérica, no sólo numéricamente sino en calidad. Y queremos reflejar esa realidad”.