CINE › OPINIóN
› Por Mariana Carbajal
El Bafici terminó el fin de semana pasado con una afluencia record de público, según destacaron sus organizadores. Llama la atención que en ese ámbito donde se promueve la cultura y las miradas alternativas se haya generado y difundido un spot publicitario vergonzoso como el que se presentó antes de la exhibición de cada película. En ese corto se da una bofetada a una señora mayor, que le hace volar los anteojos, y seguidamente se escucha en off una voz que dice: “Despertate que viene lo nuevo”. No es gracioso y mucho menos original. ¿Qué es lo nuevo? ¿Que se avale semejante mensaje desde el Estado? Al Bafici lo motoriza la Secretaría de Cultura del gobierno porteño. Diariamente la violencia contra las mujeres –en el país, y en el mundo– intimida, degrada, humilla y mata. El único estudio sobre femicidios que se hizo en el país reveló que entre 1997 y 2003 fueron asesinadas 1284 mujeres en el ámbito bonaerense: una cada dos días, la mayoría murió a manos de su pareja o ex pareja. ¿Qué es lo nuevo?
Es raro que semanalmente en los medios argentinos no haya una o más noticias sobre crímenes o agresiones graves sufridas por mujeres en el contexto de una relación conyugal (terminada o en vías de concluir). A veces –si ocurren en un country, por ejemplo– adquieren más trascendencia. Otras pasan inadvertidas. El problema de la violencia de género está tan extendido en la sociedad –en la argentina como en otras, claro– que una organización como Amnistía Internacional lo ha tomado como eje de su actual campaña y le ha elevado un petitorio al gobierno nacional con una decena de puntos que incluyen el diseño de políticas públicas para poder prevenirlo y combatirlo. “La violencia doméstica es una violación recurrente del derecho de la mujer a la integridad sexual”, advierte la organización. La muerte es la expresión más extrema de la violencia de género. Antes, generalmente, hay insultos, menosprecios y cachetazos. Y muchas veces, incluso, denuncias en la Justicia que no son escuchadas debidamente. Me decía hace unos meses la antropóloga y feminista mexicana Marcela Lagarde, una de las académicas que más ha investigado el fenómeno en Latinoamérica, que “en las regiones donde hay crímenes contra mujeres hay otras formas de violencia contra las mujeres que están presentes en la vida social, de forma constante, tolerada socialmente y por las autoridades, que crean un clima de impunidad”. Un spot como el que se vio en el Bafici legitima, ante miles de ojos, la violencia contra las mujeres.
Desde el grupo feminista ATEM 25 de Noviembre le enviaron en los últimos días una carta al director del Bafici, el crítico y cineasta Sergio Wolf, donde le expresan su indignación y le recuerdan que hace unos años las organizaciones de mujeres salían a la calle para protestar contra una publicidad donde una mujer con un ojo morado decía “Dame una piña”. También le dicen: “La violencia contra las mujeres es un tema cotidiano impuesto a nuestros ojos. No esperábamos verla en un ambiente ‘progre’ y menos dirigida a una mujer mayor (‘gremio’ en el cual nos incluimos). Si esto es lo nuevo, es bastante espeluznante. Los denunciamos por discriminación y apología de la violencia contra las mujeres y los ancianos. En un país donde los ancianos son objeto de todo tipo de maltratos, esta propaganda nos parece doblemente tenebrosa”, escribieron la investigadoras Alicia Schejter, Margarita Bellotti y Marta Fontenla. Desde aquí, yo también le pregunto a Sergio Wolf: ¿Qué es lo nuevo? Y me pregunto, con verdadera sorpresa, cómo a ninguno de los organizadores del Bafici se le ocurrió pensar que ese spot era, como mínimo, de peligroso gusto.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux