El sábado 25 de julio murió, a los 94 años, el pintor Luis Barragán, que había nacido en Buenos Aires en 1914. A mediados de la década del ’30 participó de la primera exposición del grupo Orión, que había fundado junto con Leopoldo Presas, Vicente Forte y Orlando Pierri, entre otros, para introducir el surrealismo en la Argentina.

A fines de los años ’40 presentó su primera exposición individual. La herencia de las vanguardias y la abstracción fueron conformando su lenguaje hacia una pintura que entre otras claves se basaba en la síntesis compositiva y formal. Fue un pintor convencido de las leyes internas de cada cuadro, en donde una vez iniciada, cada obra ofrecía una lógica propia y para que esta lógica se impusiera la clave era quitar todo aquello que pudiera resultar accesorio. En este sentido, la paleta del artista se compone principalmente de los colores primarios.

En 1970 recibió el Gran Premio de Honor del Salón Nacional de Pintura. En 1971 obtuvo el Premio Palanza, que otorgaba la Academia Nacional de Bellas Artes, que cinco años después lo incorporó como miembro de número.