PLASTICA › III BIENAL REGIONAL DE ARTE CONTEMPORáNEO DE USHUAIA
Se inauguró el Mes del Arte Fueguino, con artistas, grupos, invitados especiales y homenajes, alrededor del título convocante de esta nueva edición, Islario. Evocaciones del territorio, las ideas y las vivencias.
› Por Fabián Lebenglik
Pasado apenas el efecto del deslumbramiento por el paisaje y la naturaleza (como resultado de las variadísimas maneras en que se presenta el imponente contexto según sean las nevadas intensas, los vientos, el sol, las nubes cargadas, el frío o el clima más templado que se viene sucediendo y alternando en estos días) puede comenzar a verse todo lo demás. También la relación entre la geografía y las ideas.
Según una formulación de Carl Schmitt: “No existen ideas políticas sin un espacio al cual sean referibles, ni espacios o principios espaciales a los que no correspondan ideas políticas”. En todas partes, pero aquí más que en ningún otro lugar del país, resulta ineludible asociar las nociones de espacio y poder, porque los resultados son dramáticamente contradictorios, dado que el destino que se pensó hace décadas para Ushuaia es el de una ciudad industrial y, por lo tanto, este territorio, privilegiado por varios motivos, se transformó también en un laboratorio social, económico y medioambiental.
Sobre estas cuestiones, y con las dificultades que (entre muchas otras) suponen el aislamiento, la formación, la capacitación, la distancia, la logística, etc., trabajan los artistas locales: algunos lo expresan en sus obras de manera aún muy literal, otros levantan un poco más la mirada y aunque realizan obras que parten de idénticos problemas, vivencias y reflexiones, al mismo tiempo los exceden.
El sábado quedó oficialmente inaugurado el Mes del Arte Fueguino (MAF), organizado por los Estados provincial y de la ciudad de Ushuaia (a través de sus respectivas secretarías de Cultura) y por el Museo Marítimo Ushuaia. Se trata de la tercera edición y la continuidad de este compromiso es el que permite, poco a poco, el crecimiento y el desarrollo de la práctica artística. Según los organizadores, cumplen “los objetivos de promoción y visibilidad de los artistas visuales de la provincia [...] con una propuesta que propicia la mirada sobre el arte, sobre nosotros y nuestro lugar en el mundo”.
La curaduría estuvo a cargo de María Teresa Constantin –historiadora y crítica de arte, coordinadora del Espacio de Arte de la Fundación OSDE en Buenos Aires–, con la asistencia y coordinación del fotógrafo local Gustavo Groh y la dirección de montaje a cargo de Fernando Brizuela (montajista del Malba y artista visual) con un equipo local.
El título que eligió la curadora para esta edición es Islario y, según escribe en el prólogo del catálogo, “la isla móvil es quizás uno de los más bellos mitos que pueden permitir pensar la Tierra del Fuego. Presente muy tempranamente en la literatura es la isla que nunca se deja poseer y, justamente por eso, cada vez es más acariciada y anhelada. Es ese enamoramiento arduo el que aparece una y otra vez en la obra de los artistas fueguinos y, quizá, hasta en el propio MAF. La isla es un territorio donde proyectar mundos posibles, donde lo real se mezcla permanentemente con los sueños o, a veces, choca duramente con ellos; una especie de paraíso inmerso en el mar, aislado entre montañas y, aparentemente, desvinculado. Un micromundo de potenciales y, a la vez, ese sitio que se escapa o que no se deja aprehender...”.
La bienal homenajea en esta edición a tres artistas de la ciudad locales fallecidos recientemente: Miguel Pereyra (19532010), Nancy Pardo (19562013) y Gustavo Facciuto (19622013), quien fuera la pareja de la gobernadora Fabiana Ríos.
Las obras seleccionadas de veinte artistas y tres grupos están distribuidas en cuatro espacios: la galería del Museo Marítimo (ex presidio), la Casa Beban, la Casa de la Cultura y el espacio Renacer. También hay obras distribuidas en espacios públicos.
Entre los trabajos que se destacan está la instalación Decisiones, del grupo Escaleno, montada en el espacio Renacer. Se trata de una delicada y enorme estructura helicoidal construida con ramitas hilvanadas con la que el grupo evoca los puentes (reales y simbólicos) que deben cruzar o construir los isleños.
En la Casa Beban sobresalen las obras de Rosana Rojas Gamoa y Maximiliano Sebastián López. La primera realizó una sutil construcción a modo de gran corona/enramada en la que colocó varios micromundos a modo de “nidos”. El segundo presenta una instalación de dibujos, tacos y estampas (que componen paisajes mentales y las especies –ficticias– halladas en aquellos territorios), presentados con la mirada de un científico del siglo XIX.
En el presidio se destaca, entre otras, la instalación de Rosalía Muñoz Jofré, que reconstruye poéticamente, con mirada de coleccionista –y a través de sus Bitácoras orales–, un pequeño museo de imágenes y objetos elaborados a partir de los relatos de experiencias migratorias reales. También presenta el audio con los testimonios de cada “caso”.
Finalmente, entre las obras más logradas de las que se exhiben por fuera de los espacios cerrados e institucionales, se encuentra la instalación que Mónica Alvarado presenta en una isla en el Canal de Beagle, en la que reconstruye ritos, objetos, mapas, imágenes y topónimos aborígenes dentro de una mínima habitación construida como refugio de pescadores. La instalación lleva por título Usi, país, mundo, tierra (en lengua yagán).
El espacio Renacer es la novedad más potente y quizá con más futuro del MAF, porque se trata de un ala de la ex fábrica Aurora/Grundig que padeció las políticas de desindustrialización de la década del ’90, dejando a sus 750 operarios en la calle. Pero gracias a las luchas que emprendieron, después de años lograron la propiedad cooperativa del emprendimiento –que produce y ensambla electrodomésticos–, transformándolo en una fábrica recuperada y gestionada por 160 de los 750 trabajadores originales.
Pablo Barone, quien es hijo de una pareja de trabajadores de la cooperativa (y antiguos operarios de la fábrica Aurora), pasó parte de su infancia en Aurora y ahora trabaja en Renacer. Además es fotógrafo: su obra –que alude al trabajo fabril en Ushuaia– integra la selección de artistas de la bienal y está exhibida en la fábrica y alrededores.
Los artistas seleccionados para la III Bienal Regional de Arte Contemporáno de Ushuaia son Alfio Baldovin, Carina Gavalda, Cecilia De Souza, Evelyn Bendjeskov, Fernanda Rivera Luque, Hernán Javier Elissamburu, José Luis Miralles, María Jacob, Maximiliano Sebastián López, Mónica Alvarado, Pablo Jesús Barone, Rosalía Jofré, Valeria Estefanía Dávila Gronros, Elisabet Graciela Quallio, Micaela Cantero, Rosana Ramoa, Rosario Sanz, Santiago Pastorino Cané, Amanda Monsalve, Gustavo Oddone y los grupos Escaleno, integrado por Walter Sierra, Romina Martínez y Andrea Ricchini; Flamboyant, conformado por Cecilia De Souza y Gustavo Oddone; y Constelar, integrado por Rubén Strizic, Paula Cifuente, Nany Ruartes, Raquel Delfino, Gabi Kun y Maya Villasante.
La bienal invitó fuera de concurso a Nini Bernardello, Eduardo Nicolai y Alejandro ABT (los tres de Tierra del Fuego); Pablo Quercia Martinic, de Punta Arenas (Chile); Melisa López, de Río Gallegos (Santa Cruz); y Lorraine Green, de Bariloche (Río Negro).
* La III Bienal del MAF sigue durante todo el mes de noviembre.
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