La muestra Horizontes de deseo, con trabajos de artistas, arquitectos y diseñadores argentinos, una obra interactiva nocturna, shows en vivo, un mercado gastronómico y una feria de libros son algunas de las propuestas del Museo de Arte Contemporáneo de Mar del Plata (MAR), que se inauguró en diciembre de 2013 y se ubica en la avenida Camet y López de Gomara, a pasos de la playa. Lo definen como el más grande y moderno del país, con más de siete mil metros cuadrados. Desde su inauguración, recibió a más de dos millones de visitantes, según cifras oficiales.

Horizontes de deseo es una exposición que invita a reflexionar sobre el rumbo y las necesidades de la humanidad. Las salas del museo albergan desde el 29 de diciembre piezas de Diana Aisenberg, Patricio Gil Flood, Amancio Williams, Fabiana Barreda, Juan Doffo, Proyecto Anda, Manuel Archain, Joaquín Fargas y Miguel Canatakis, entre otros. “La muestra toma como eje la idea del deseo como motor de transformación. Buscamos artistas que trabajaran sobre esto, que pusieran de manifiesto la capacidad de modificar la realidad, el entorno, el mundo en que vivimos a través de la imaginación, las utopías y los planes a futuro”, cuenta a Página/12 el curador, Rodrigo Alonso.

Unas 70 obras componen la exposición. Entre ellas hay pinturas, esculturas e instalaciones. Algunas fueron elaboradas especialmente para el MAR. “Otras no. Hay obras de Quinquela Martín y de Pío Collivadino, que muestran la época de la construcción de la ciudad de Buenos Aires. Se mezclan cuestiones históricas contemporáneas y está centrada alrededor de ejes temáticos: el primero tiene que ver estrictamente con el deseo, los sueños, las utopías. Por ejemplo, está el caso de Williams, que diseñó una ciudad para la Antártida. Luego se plantea la cuestión ecológica. El tercero es el trabajo. Hay una parte dedicada a la educación, como otra forma de pensar en el futuro. Y finalmente hay una sala dedicada a la cuestión imaginaria. Hay unos proyectos monumentales, como el barco de Mariana Tellería”, dice Alonso. Somos el límite de las cosas es el nombre de esta obra, que consiste en un barco a escala real. También se destaca Vortex, de Martín Huberman, emplazada en el hall central de la planta baja: son más de 66 mil broches de ropa de madera coloreados que cuelgan desde las alturas.

Esta es la tercera exposición que se monta en el MAR. La primera fue sobre arte pop. La segunda, El museo de los mundos imaginarios, juntó obras de grandes maestros, como Xul Solar, Gyula Kosice, Raquel Forner, Leónidas Gambartes, Líbero Badii, Víctor Grippo, Grete Stern y Liliana Porter y de artistas como Marcos López, Fermín Eguía, Duilio Pierri y Carlos Trilnick. “Nuestra línea general es hacer recorridos por momentos cruciales de la historia del pensamiento y del arte argentino”, explica Jorge Telerman, presidente del Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires, que organiza la muestra. “Resaltamos momentos en que la producción artística conversó con el mundo y dejó sus huellas. Iniciamos con los ’60, un momento fuerte. Siguen siendo visibles las huellas argentinas en el arte pop mundial. Seguimos con artistas como Xul Solar. Y ahora nos hemos propuesto una reflexión sobre el cambio de época, el mundo en que queremos vivir, en un momento en que el mundo está descuajeringado, yendo a lugares no precisos, de manera caótica. Hacemos un recorrido con artistas argentinos que tienen un pensamiento que va más allá de la problemática nuestra, aunque está muy anclado en nuestra historia. Interpelan una problemática nacional pero muy universal”, reflexiona.

Asimismo, el MAR ofrecerá actividades al aire libre. En la plaza del edificio se inauguró un paseo que se puede disfrutar cada día después de las 18 y hasta la medianoche, y que incluye un mercado gastronómico, otro de libros y espectáculos de música y teatro. “Nuestra idea es recuperar el espacio público”, subraya. “Este es un museo masivo, de cruce de público conocedor con aquel que entra por primera vez a un museo. Queremos generar nuevos públicos. Este es un polo cultural, de encuentro, de circulación y apropiación. La gente, no solamente los marplatenses, se apropió de este espacio.”

Hasta mediados de febrero, en la plaza del MAR habrá 50 puestos donde se podrán degustar a precios promocionales productos gourmet, orgánicos y tradicionales. El paseo gastronómico incluirá, además, propuestas musicales y teatrales, entre las que se encuentran bandas de jazz, circo y DJ. Contará con un auditorio propio donde se brindarán conferencias y clases de cocina. A su vez, más de treinta librerías y editoriales ofrecerán novedades a precios especiales. En la feria de libros habrá talleres y charlas sobre literatura y escritura. Por otra parte, todas las noches, con entrada libre y gratuita, se puede disfrutar de la obra interactiva del Proyecto Biopus, conformado por artistas que investigan el arte en interacción. Y en la explanada, en colaboración con el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), se presenta la obra Volúmenes, de Sergio Avello, un semáforo que transforma el nivel del sonido ambiental en luces en tiempo real