Un cuadro atribuido a Francisco de Goya, que había sido intervenido cuando iba ser subastado hace tres meses en Madrid con un precio de salida de 1.200.000 euros, fue vendido a “precio de saldo”. El óleo, titulado Santos adorando al Santísimo Sacramento, corresponde a la escuela del siglo XVIII, pero no necesariamente fue pintado por Goya. Uno de sus propietarios iniciales lo vendió como una obra, sin autoría conocida, a unos 48 mil euros hace un par de años, y si se hubiera tratado de un Goya auténtico supondría, a juicio de las mismas fuentes, “más que un precio de saldo”. El supuesto Goya iba a ser vendido en una casa de subastas de Madrid el pasado mes de diciembre, pero la policía lo intervino para evitar una posible estafa. Días antes, la junta de valoración, calificación y exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español había considerado que era muy dudosa la atribución de esta pintura, y por ello se procedió a esa intervención.