Una galería de arte es una sala de exposiciones de obras –reales o supuestas– de arte, que se ofrecen a la venta. Una buena galería de arte garantiza la calidad de lo que ofrece. Una muy buena galería de arte es aquella que a lo largo de los años ha adquirido una experiencia y una conciencia, o sea, una sabiduría, de su accionar, como quien sabe quién es en el mundo donde es. Una excelente galería de arte es aquella que por los años de existencia ha acumulado un prestigio y una gravitación en su ambiente que ya, en consecuencia, lo trasciende, convirtiéndose así en un fenómeno cultural. Este es el caso de la Galería Rubbers, luego de cincuenta años de existencia.

Pero no es recién ahora que su fundador, propietario, director y alma mater tan identificado con ella, que para muchos es el Señor Rubbers, o sea don Natalio Jorge Povarché, ha tomado conciencia de ello.

Cada mudanza de la galería (la actual es su quinta sede) ha ido marcando un capítulo en su desarrollo y, por lo tanto, en su autoestima. Cuando, luego de haber ampliado por tres años su accionar, desdoblándose en dos locales, Suipacha y El Ateneo Grand Splendid, decidió instalarse en la Avenida Alvear, la autoconciencia de su rol protagónico en el mundo del arte de Buenos Aires había llegado a un punto interesante. Este es el siguiente: cuando uno sabe a fondo quién es y qué significa eso que es, se multiplica y deviene mucho más. Por lo tanto, éste es un cincuentenario glorioso.

Tengo el orgullo de exponer hace diez años en la Galería Rubbers. Curiosamente, éstos se cumplen cuando ella, a su vez, festeja su medio siglo y yo celebro lo mismo en tanto existencia pública como artista: hace cincuenta años que expuse por primera vez un cuadro. Fue en el Salón Nacional. También en ese 1957 se publicaron, en la revista El Hogar, dibujos míos que había hecho durante mi viaje de luna de miel a Humahuaca (otro aniversario en consecuencia).

Estas coincidencias nos han llevado a Povarché y a mí a tomar la decisión de festejarlas con dos exposiciones simultáneas: una de fotografías de la historia de la galería y otra panorámica de mi obra de estos últimos diez años.

Leyendo el texto que para esta oportunidad ha escrito Povarché quedé perplejo al comprobar que si bien han expuesto en la galería la gran mayoría de los artistas importantes de nuestro ambiente cultural, yo solo expuse por primera vez en ella luego de cuarenta años de su existencia. Viajes míos y un período de nueve años de abstención pictórica pueden explicar el hecho.

Pero es el caso decir que nunca es tarde cuando la dicho es buena. Porque quiero destacar que, más allá de su calidad y prestigio, me resultó sumamente agradable el trato franco y amistoso de todos los que trabajan en esta galería, desde su director y su encantadora hija Mariana.

Brindo por el centenario de Ru-bbers, aunque nosotros yo no estaremos.

* Texto escrito en 2007 para el cincuentenario de la Galería Rubbers. Povarché murió el 3 de abril pasado.