8-Cordillera

Oscar Miranda. Epsa Music

Nacido la localidad de Guaymallén, Mendoza, de madre boliviana y padre jujeño, actualmente residente en Buenos Aires, Oscar Miranda expresa en su charango todas esas influencias regionales. El virtuosismo en la ejecución no tapa el sabor de carnavalitos clásicos o de bailecitos, cuecas, malambos y canciones de su autoría, más una polca, un gato cuyano y una evocación a Atahualpa Yupanqui. Lo acompaña una cantidad de músicos invitados y en el último tema del disco muestra cómo suena el Himno Nacional con charango. K. M.

7-De ida y vuelta

Fernando Lernoud y Patricio Sullivan. Independiente

Un dúo que se presenta con un atípico encuentro de piano y charangos, formado a comienzos de 2005, y concreta su primer disco. Con este formato, el repertorio del pianista Fernando Lernoud y el charanguista Patricio Sullivan recorre un abanico de ritmos que incluye carnavalitos, cuecas, chacareras, tangos y milongas, donde se destacan obras de grandes autores, como Gustavo “Cuchi” Leguizamón, Juan Falú, Víctor Velázquez y los Hermanos Díaz. También hay un par de temas de autoría propia y todo suena cuidado y armónico. K. M.

9-Mozart. Conciertos

Leif Ove Andsnes. EMI, 2008

Los conciertos para piano y orquesta 17 y 20, de Mozart, están entre lo más atractivo de su extensa producción para esa conformación instrumental. El segundo de ellos, en particular con sus anticipaciones beethovenianas, tal vez sea una de las obras más explícitamente dramáticas que escribió. En esta interpretación, el gran pianista noruego Leif Ove Andsnes conduce además la Orquesta de Cámara de su país y logra lecturas que conjugan expresividad y transparencia, con gran fraseo y detalle en los planos. D. F.

9-Tren

Diego Schissi. EPSA, 2008

Composiciones originales, una producción ambiciosa, riesgo estético, un excelente nivel de ejecución y, también, una presentación bella. El disco del pianista Diego Schissi, ex integrante del Quinteto Urbano, no sólo plantea una tímbrica novedosa –un cuarteto “de jazz”, con guitarra eléctrica, piano, contrabajo y percusión, más un cuarteto de cuerdas–, sino que la explota. Nada es aquí decorativo, cada instrumento y cada combinación son exploradas y la música, nunca encasillada en lo previsible, lo agradece. D. F.