8-Y vas donde sonrisas...

Le Microkosmos. Heterogénea

No hay que acreditar asistencia perfecta a la Creamfields ni saber la pronunciación correcta de todos los subgéneros de la música electrónica para disfrutar de este disco made in Morón. De ahí salió Le Microkosmos, dupla de rockeros a los que un día se les cruzaron los cables (de los sintetizadores), pero que citan a Pescado Rabioso en el título de su debut. A tono con bandas como Justice o incluso MGMT, Guillermo Beresñak y Pablo Retamero hacen explotar la pista de baile con un calidoscopio de imágenes psicodélicas que gira a máxima velocidad. R. C.

9-Jazz Goes to College

Dave Brubeck. Columbia

El debut en el sello Columbia del Cuarteto de Dave Brubeck, después de varias grabaciones en Prestige, dio comienzo a uno de los éxitos comerciales más impensables en el mundo del jazz. Que el ámbito de los conciertos de 1954, con cuyas grabaciones se elaboró este disco, haya sido el universitario marca una circulación entre entendidos. Experimentos rítmicos, un lirismo extraordinario en el saxo de Paul Desmond y osadías armónicas por parte de Brubeck en el piano que, poco después, derivarían en el boom de “Take Five”. D. F.

9-Mahler. Sinfonía Nº 7

David Zinman. RCA

Como parte de la extraordinaria integral de las sinfonías de Mahler que Sony Music está editando localmente, acaba de publicarse la Séptima, una de las más bellas y, aparentemente, reposadas, del ciclo. La Orquesta Tonhalle de Zurich, conducida por David Zinman, no sobreactúa ni intenta enfatizar lo que en la música ya está destacado. Aunque suene ingenuo, no hace otra cosa que dejar que lo escrito por Mahler suene. Y suena de la mejor manera posible. Los dos Nocturnos (segundo y cuarto movimiento) son magistrales. D. F.

8-Far

Regina Spektor. Warner

Regina lo hizo de nuevo. En Far, la cantante y pianista moscovita –transplantada a Nueva York– cuenta con una selección de productores del peso de Jacknife Lee, Mike Elizondo y Jeff Lynne, pero eso no es lo más importante: lo que importa son canciones tan encantadoras como “Eet”, “Blue lips”, el lúdico “Dance anthem of the 80’s” o la ominosa “Machine”, que demuestran una vez más que, aunque por momentos recuerde a Björk, a Suzanne Vega o a Fiomna Apple, tiene una personalidad enorme, y puede estar junto a ellas en pie de igualdad. E. F.