“Obra de arte... hacía rato que no llamaban a un disco mío así.” De frente a los reflectores, Charly García prefiere el concepto a la pregunta: “obra de arte”. En conferencia de prensa, indica: “Esta, al principio, era una obra en construcción. Digamos que un edificio alto con estilo de neoclasicismo, polirritmia y minimalismo”. Así definía el músico del insigne bigote a su reciente lanzamiento, la caja 60x60, durante su presentación, ocurrida ayer en una sucursal porteña de la ex cadena dedicada a la música Musimundo. En otro momento, aseguraba: “A los 59 años no andaba muy bien, estaba en un delirio creativo, muy controlado, pero los 60 me cayeron muy bien. Estoy feliz”. El par de centenares de fanáticos que se enteraron de la movida aplaudía, detrás del muro construido por la prensa, el vallado y el personal de seguridad (ampliado) del ahora local de artículos para el hogar. El hecho de que el sistema de ventilación goteara y, más tarde, directamente chorreara, saturado de trabajo por la muchedumbre, podía parecer otro chiste de Charly, que así estuvo: locuaz y divertido, incluso cuando una periodista osó preguntarle si se sentía “un dinosaurio del rock”, a lo que respondió: “Cuando hablé de dinosaurios me refería a la Triple A y los militares. Los dinosaurios me gustan como animales, pero así no me gusta que me llamen. Me gusta que me llamen Charly”.

Todo para estrenar esta obra, una caja de tres CD y tres DVD de registro audiovisual de “La vanguardia es así”, “Detrás de las paredes” y “El ángel vigía”, los actos que rubricaron sus shows de octubre y noviembre pasados en el Gran Rex, ofrecidos para celebrar sus seis décadas de vida en compañía de su nuevo grupo, The Prostitution (García López, Von Quintiero y Samalea, entre otros). La caja numerada incluye, además de las 60 canciones que formaron parte de aquellas selecciones, un libro de fotografías de esos encuentros, imágenes de sus cuatro décadas de música, las letras de 51 canciones y una reproducción de una de sus pinturas; a la vez que los DVD suman material de archivo y del detrás de escena. Y como señaló un contagiado Juan Alberto Badía: “Los DVD vienen con subtitulado en inglés y castellano, en caso de que no entendamos algo de Charly”.

El lanzamiento es una justa medida para la porción de su cancionero que más hondo caló en el inconsciente colectivo; porque en verdad, la mayor obra de Charly García es... su obra completa. La obviedad permitida en esa afirmación no alcanza para desintegrar una realidad inobjetable: que pese a cualquier traspié emocional, vértigo sanitario o revés compositivo, el arte de García sobrevuela la historia del último medio siglo de este país desde una altura soberbia, como un único gran relato musical que se enriquece al dejar de lado los limítrofes lomos de sus discos.

Es un corpus suculento y definitivo cuando se lo entiende globalmente; y a sabiendas de eso, Charly optó en este tiempo por reformar su propia tradición en conciertos-combo, en los que repasó sus grandes hitos. Con el elocuente subtítulo de El triunfo de la música y un cuidado tratamiento sonoro, en base a interpretaciones “muy buenas”, según Charly, esta caja 60x60 apareció ayer como un anticipo para las réplicas de aquellos shows, que ocurrirán el 4 y el 6 de septiembre en el Luna Park.