Como un universo en permanente expansión, la batea de “recopilaciones” engorda día a día y esta semana sumó tres opciones con verdaderos abismos de diferencia entre sí. Primero, una banda que ya había tenido sus Very best en 1992 y 2000, pero –se sabe– nunca es tarde para otra ensalada... ahora bajo la variante de “antología”. Así, Retrospectacle se presenta como The Supertramp Anthology, y recorre el camino que va de 1970 (“Surely”, del álbum debut) a 1997 (con “You win, I lose”, de Some things never change), pasando por temas que rebotaron de manera incesante en las FM, como “Dreamer”, “Give a little bit”, “School”, “The logical song” y “Breakfast in America”. 17–canciones–17 del grupo liderado por Roger Hodgson y Rick Davies, que conocía bien su oficio y dejó algunas tapas inolvidables, como Crime of the century, Crisis? What crisis? y el pianito nevado de Even in the quietest moments. En un lugar completamente ajeno a las pretensiones sinfónicas, Why try harder es un paseo por las alucinadas bandejas de Fatboy Slim, mago de las pistas que en su primer compilado deja los obvios “Rockafeller skank” y “Right here right know”, pero también la descomunal versión de “Brimful of Asha” junto a Cornershop, “Weapon of choice” junto al prócer funk Bootsy Collins y grandes momentos de Palookaville, su último disco, como “Wonderful night” y el arrasador “Slash dot dash”. El último lanzamiento, en tanto, llega rodando sobre bolitas de naftalina y puede llegar a pegotear el láser de la compactera: compilado una y mil veces, Barry White siempre rinde. Y si el asunto se presenta como Gold e incluye 29 tracks (o sea, todo lo que hay que tener de Mr. White), hay público asegurado, capaz de repetirle a su pareja cosas como “I’m qualified to satisfy you”, “I’m gonna love you justa little more, baby” o “It’s ecstasy when you lay down next to me”. Inimputable.