Mar 23.09.2014
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DISCOS › EL CD SE TRATA DE NOSOTRAS REUNIó A ARTISTAS DE DIFERENTES GENERACIONES

“Es liberador cantar y pensar en construcciones colectivas”

Un álbum rico en estilos musicales –hay hip hop, cumbia, canción folklórica, rock, tango y más– funciona como herramienta política y como canal para luchar contra la trata. La presentación será hoy a las 19 en el Centro Cultural de la Cooperación.

› Por Sergio Sánchez

Cantantes. Cantoras. Cantautoras. Músicas. Intérpretes. Los rótulos pasan a un segundo plano cuando la temática pide a gritos ser escuchada. La canción como dispositivo cultural poderoso, como herramienta política, como canal para alumbrar la oscuridad. Ese es el espíritu de Se trata de nosotras, un disco colectivo que reunió a artistas de diferentes generaciones y búsquedas musicales, pero con un fin en común: visualizar y aportar un granito de arena para la erradicación de la trata de personas con fines de explotación sexual. Editado por el Comité Ejecutivo para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas y producido artísticamente por el Area de Música del Centro Cultural de la Cooperación (CCC), el disco compila canciones de Liliana Herrero, Soledad Villamil, Ana Prada, Tonolec, Miss Bolivia, Luciana Jury, Soema Montenegro, Alika, Sol Pereyra, Sofía Viola, Las Taradas, María Pien, Señorita Carolina, Camila López, Analía Prieto y 34 Puñaladas. El resultado es un disco rico en estilos musicales –hay hip hop, cumbia, canción folklórica, rock, tango y más– y con una gran fuerza rítmica, más allá de la seriedad del tema. “¡La lucha tiene que ser con alegría!”, resalta Señorita Carolina. La presentación será hoy a las 19 en el CCC (Corrientes 1543), con la presencia de artistas y organizadores. La fecha, claro, no fue elegida al azar: hoy se conmemora el Día Internacional Contra la Trata de Personas. La iniciativa, además, se enmarca en una campaña que tiene como lema “Paremos la trata” y que concluirá con un acto en Tecnópolis el 27 de septiembre, con la presencia de Susana Trimarco.

“¿Cómo creés que te ves siendo tan soez con otra mujer? ¿Te sientes libre? Libre es la que ríe, la que gime, la que grite / La que baila, la que goza, la que explota, la que brilla porque no le importa y no les corta las alas a otra”, dispara Miss Bolivia, en la cumbia “Libre, atrevida y loca”. El grueso de las canciones fueron grabadas en discos ya editados, otras eran piezas inéditas y hubo algunas que fueron compuestas y pensadas especialmente para este proyecto. Sin embargo, todas interpelan a la temática desde algún enfoque. La libertad de la mujer sobre su cuerpo, el machismo, la prostitución, la igualdad de géneros, la complicidad del poder patriarcal y la desaparición de mujeres y niñas son algunos de los tópicos recurrentes. “La idea era que fuera diverso y que pudiera llegar a distintos públicos”, explica Mariano Ugarte, coordinador del Area de Música del CCC, quien junto con Carlos Sidoni hicieron la curaduría del disco. “Todos los que fueron convocados participaron activamente –sigue Ugarte–. La música toca unas fibras en lo cultural que interpelan todo el tiempo. Y el disco es un dispositivo de sensibilización y educación fortísimo.”

Esta propuesta tiene como antecedente el disco Por algo será, que retrató la mirada de un puñado de cantautores treintañeros acerca de la última dictadura cívico militar. “Aquél era un disco más reflexivo, más poético, iba por otro lado. Pero en éste resaltó la palabra como potencia. No lo pensamos por ese lado, pero cuando el material se juntó ya vino caliente. Es un disco más urgente”, considera Sidoni. Es que esta problemática ganó más notoriedad luego de la aprobación de la ley 26.364 para la Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas, en abril de 2008. El delito fue incluido en el Código Penal y tipificado como federal. Antes de la convocatoria, el tema ya estaba latiendo en cada uno de los artistas que participan. De hecho, 34 Puñaladas ya había grabado una canción alusiva en su último disco, Astiya. Y cuando Alejandro Guyot, vocalista del quinteto, se enteró de esta propuesta, no dudó en acercarse. “Eran todas mujeres y cayeron los 34 Puñaladas”, bromea Ugarte. Ellos aportaron “Vírgenes rotas”, un tango crudísimo que Guyot canta a dúo con Victoria Di Raimondo, de Altertango. “Siempre se dice que el tango es machista. Para nosotros fue interesante poder tomar una composición de tango escrita en 2014 que vaya por otro lado”, apunta Guyot. El disco se podrá descargar de forma gratuita a partir de hoy en www.comite contralatrata.gob.ar

–¿Por qué consideraron que era importante sumarse a este proyecto?

Señorita Carolina: –No había muchas dudas. Es un tema que nos preocupa a todos y a nosotras en particular. Estaba bueno hacer algo para llamar un poco la atención.

Alika: –Es uno de los temas que tenemos pendientes como humanidad. Si queremos evolucionar en algún momento, hay que erradicar la trata de personas. Hacemos música y está bueno hacer un aporte. Porque lo que hacemos nosotros sirve para atraer la atención de otra gente hacia un tema tan interesante y pendiente.

Soema Montenegro: –Es un tema que me toca bastante. Crecí en Laferrère y en esos lugares todavía sigue siendo muy heavy la cosa. Hace un par de semanas estuve en Moreno con las chicas que organizan el Escobazo y estuvieron haciendo mucho movimiento porque desaparecen niñas y no se sabe nada. Desaparecen y queda en el aire. Es increíble que esto siga pasando. Está bueno desarraigar el miedo e instalar el poder que tiene la masa. Si todos sabemos que está pasando esto, hagamos algo. Creo que nosotros desde el arte y la música tenemos que sumarnos en el decir y en el compartir; porque la música se mueve. Me pone contenta intentar hacer algo, porque desde mi lugar denuncio cosas que veo, pero yo sola puedo hacer muy poquito.

Alejandro Guyot: –“Vírgenes rotas” es la historia de una chica que cae en manos de una red de trata. El tema termina revelándose. Para nosotros era muy interesante poder escribir un tango en el siglo XXI, en 2014, que hablara de esto, porque es un tema que el tango tocó sistemáticamente con distintos abordajes. Según estudios, en la época de Gardel, a comienzos del siglo XX, había más prostíbulos que escuelas públicas en Buenos Aires. Entonces, muchas veces se trataba el tema de la prostitución y de la “trata de blancas”. El estereotipo era la polaquita que traían de Europa, que le pintaban un lunar en la comisura del labio y la hacían pasar por francesita. Si bien algunos tangos se apiadaban de la historia de esta chica, siempre se la trató como a un personaje más que aparece en la vida cotidiana de Buenos Aires, en el arrabal, pero naturalizando ese lugar. Y me parece que hoy esa mirada es inaceptable. Por eso tenemos que dar un salto como humanidad. Eso pasa mucho en Argentina, Latinoamérica y el mundo. Tenemos que empezar a pensar el arte como una toma de posición y poder nombrar estas cosas que pasan, que son aberraciones del ser humano. Y poder combatirlo desde este lugar. No cabe una mirada romántica del personaje de la prostituta para nombrar este tema gravísimo.

S. C.: –Visibilizar es arrimarnos más a la posibilidad de solucionarlo. Si no, no está.

Edgardo González (34 Puñaladas): –El artista tiene que cumplir un rol importante en la sociedad. Siempre hubo un imaginario del artista relacionado con la fama y lo inalcanzable. Pero la idea es bajar al llano. Soy de un pueblo donde no es tan misteriosa la cuestión de la trata, se sabe qué pasa, por qué, quién es, pero está enquistado, tapado.

–Hoy es un tema muy en boga en los medios y en las políticas públicas...

Analía Prieto: –La propuesta del disco sintetiza todo un proceso de militancia y de laburo social y político vinculado con la problematización de las distintas violencias de género contra las niñas y mujeres, y la trata es una forma más de violencia de género extrema, como puede ser el femicidio. Yo vengo laburando desde el Comité, soy trabajadora social, y al mismo tiempo tengo un recorrido musical más por adentro, por lo bajo. Mi composición habla sobre los varones que pagan por sexo. Más allá del laburo cotidiano que nosotras hacemos desde el Estado, desde la militancia colectiva, el laburo en talleres y en los barrios para sensibilizar esta problemática, es hermoso debatir y problematizar sobre esto a través de la música. Es liberador cantar y pensar en construcciones colectivas.

–Más allá de los avances, ¿por qué creen que la trata de personas sigue sucediendo?

Alika: –Es un gran negocio. Al cuerpo de la mujer siempre se lo explotó para generar dinero. Existe porque hay muchas personas involucradas. Es un negocio súper rentable, por eso existe.

S. C.: –Está todo construido para eso. Prendés la tele y nadie habla en serio en televisión. Si decís algo en serio, te convertís en “la feminista pelotuda e intelectual”. Es más cómodo que la mujer esté en ese lugar y es muy difícil romper con eso. Les conviene a todos.

A. P.: –Tiene que ver con todas las complicidades políticas, judiciales y policiales. En la red actúan un montón de actores y hay complicidad. Pagar por sexo es histórico. Desnaturalizar eso es una tarea cultural que tenemos como sociedad.

A. G.: –Está enraizado culturalmente. Pero hace diez años comenzó a vislumbrarse un horizonte de cambio. Las decisiones políticas fueron radicales y cambiaron hasta el humor que uno se puede permitir entre amigos, desde la forma en que se puede hablar del tema. Tenemos que contrarrestar una bajada de línea tremenda que viene desde la televisión, desde programas como el de Tinelli.

A. P.: –Si bien estamos en una avanzada de problematización de un montón de temas y hay un estado presente en políticas de género, al mismo tiempo hay una fuerza muy fuerte que, través de la tele, nos está matando. Nos siguen cosificando.

A. G.: –Que esto se haya vuelto canción, más allá de que algunas canciones no hayan sido compuestas precisamente para el disco, es como un problema que se venía barriendo bajo la alfombra y llegó el momento de salir a la luz.

–¿De qué manera creen que la canción puede colaborar para difundir y evitar que siga sucediendo esta violación a los derechos humanos?

A. P.: –La naturalización es lo que alimenta el problema. Al empezar a hablar sobre esto, lo podemos combatir. La trata es una gran red, mafiosa, tremenda, mundial, es el tercer negocio ilegal más grande del mundo, antecedida por el tráfico de armas y el narcotráfico. A su vez, hay que generar otra red: la red luminosa. Hacerlo de forma colectiva y con alegría. Tenemos un camino que nos une y que es potente.

Alika: –Una madre bien plantada y con las ideas bien claras puede educar a un hijo para que no vaya a pagar por sexo. No es un resultado inmediato.

A. G.: –Un padre también. Hay que buscar un modelo diferente de cómo ser hombre.

S. M.: –Que un papá y una mamá puedan educar diferente a sus hijos, varones y niñas es muy necesario. Con el desarrollo de la humanidad, se fue perdiendo la sensibilidad. Pero somos muy sensibles a la palabra, a la música, al arte, a lo que nos toca profundamente. La música se podría comparar con el agua: es algo que va a pasar sí o sí. Si viene el agua, te va a tocar y te va a mojar. Uno puede tomar esa experiencia o no, pero en algún lugar siempre queda. Queda resonando eso que se dijo, desde dónde, con qué intención. La canción que elegí es muy íntima para mí (“Niña”). Toca un lugar muy profundo de mi historia, pero lo que me lleva a cantarla es la posibilidad de compartir la libertad. Tenemos que despertar de a poquito a través de la palabra y la música. Algo se puede hacer. Que hoy nos juntemos a hablar de la trata es muy importante.

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