El consumidor de los escasos programas televisivos dedicados a la música en los ’80 lo recuerda bien: cada dos por tres aparecían Curt Smith y Roland Orzábal para la enésima repetición de los megahits “Shout” y “Everybody wants to rule the world”. No podía ser de otra manera: Songs from the big chair, el segundo disco de Tears for Fears, fue su álbum más exitoso, posicionando además otros hits menos resonantes pero igualmente gancheros, como “Mothers talk” y “Head over heels”. Por eso no extraña que en 2014, al cumplirse 30 años de su lanzamiento, se produjera la tercera reedición del disco, una versión ampliada que en su versión Super Deluxe llegaba a los cuatro CD y dos DVD, y en la más moderada incluía un segundo CD con out takes y lados B. Por eso produce decepción que el tardío lanzamiento local se limite al disco original, sin ningún tipo de extras. Por lo menos queda el placer de comprobar que Tears for Fears fue mucho más que unos one hit wonders (de hecho, el Sowing the seeds of love que venían a presentar en aquel fallido show de Vélez 1990 junto a Soda Stereo era un gran disco), que Songs from the big chair ha envejecido muy bien, que Smith es un gran cantante y que el vientista Mel Collins (actualmente de regreso en King Crimson) es una presencia que realza todo asunto en el que se involucre.