8-Presencia

Adriana Nano. Tributo a Oscar Cardozo Ocampo. EMI

Adriana Nano y Oscar Cardozo Ocampo comenzaron a pensar este disco en 2001 y llegaron a grabar las bases. Tras la muerte del músico y compositor, debieron pasar años para que el trabajo pudiera ser retomado. A la voz clara y afinada de Nano se suman ahora el bandoneón de Walter Ríos y la percusión de Facundo Guevara en tangos, milongas, canciones, algún candombe y una versión diferente de la litoraleña “Río de los pájaros”. El piano y los teclados de Cardozo Ocampo, siempre en primer plano, resultan el mejor tributo. K. M.

7-César Rossi

Extasis tanguero. Epsa

Cantor, recitador y poeta, César Rossi es un personaje del tango que ahora muestra lo suyo acompañado de amigos, todos buenos músicos: el bandoneonista Julio Pane, declarado “hincha” de Rossi, el pianista Nicolás Ledesma, el contrabajista Horacio Cabarcos y otros maestros como Daniel Binelli y Mauricio Marcelli. Casi todas las letras son de Rossi y las músicas llevan la firma de Pane, Cabarcos y Atilio Stampone, entre otros. Entre las nuevas letras está el tango “Ciudadano de Saavedra”, dedicado al Polaco. K. M.

7-Todo es tan inflamable

Notevagustar. Barca

En tiempos de crisis, el grupo parece sacar una dosis extra de garra uruguaya. Con problemas internos y cambios de integrantes, Notevagustar propone un cuarto disco que supera en algunos aspectos a sus antecesores. Quizás aquí es menos explícito el estilo “rock latino” popularizado por la banda, detalle que expone, como contrapartida, una mayor riqueza melódica. Las letras potencian cierta sensación de melancolía y escepticismo que impregna todo el disco. Participan como invitados dos orientales emblemáticos: Rubén Rada y Mario Benedetti. F. D.

8-Mucho corazón

Martirio. Acqua

Con este disco, publicado originariamente en 2001 y ahora reeditado, la cantante Martirio cerró un ciclo de su irregular (aunque fascinante) carrera. Acaso la más interesante de sus etapas, cuando a su entramado posmoderno de coplas españolas y cultura pop le añadió aún más dramatismo kitsch con interpretaciones de temas latinoamericanos. Rodeada de músicos notables, Martirio hace siempre de sí misma, aun cuando canta clásicos tan indelebles como “Naranjo en flor” (Virgilio y Homero Expósito) o “Insensatez” (Jobim y Vinicius). F. D.