8-El mamut

Massacre. Popart

Massacre viene trajinando escenarios desde fines de los ’80, cuando se hacía llamar Masacre Palestina: en aquel combo “Nuevo Rock Argentino” de mediados de los ’90 mostró un salto de calidad, y a esta altura no sólo puede exhibir un gran presente sino también una sólida proyección. Con canciones urgentes y rotundas como “Compulsión”, “La octava maravilla” y “La reina de Marte”, el grupo encabezado por Wallas encuentra un aliado perfecto en el productor Juanchi Baleiron, quien consiguió un sonido compacto, ideal para traducir la fiereza del grupo en un disco. E. F.

9-I’m not there

Varios. Sony BMG

Sólo un cataclismo podía hacer que este disco fuera un fiasco. El curioso film de Todd Haynes sobre la figura de Bob Dylan tiene el mejor soundtrack posible, dos discos en los que las canciones de Mr. Zimmerman caen en manos de gente como los Sonic Youth, Eddie Vedder, Stephen Malkmus, Calexico, Yo la Tengo, Tom Verlaine, Los Lobos, Charlotte Gainsbourg y siguen las firmas. De la apertura con “All along the watchtower” al cierre de “I’m not there” con el mismo Bob y The Band, un auténtico festival dylaniano. E. F.

8-Negro y murguero

Ariel Prat. Universal

En la apuesta más “mainstream” de su carrera, Ariel Prat no resignó ninguna de sus banderas. Una producción cuidada a cargo de Juan Subirá no inhibió sino que potenció el espíritu afro-barrial del músico radicado en España. Porteño ligeramente desfasado, que toma de aquí y de allá sin prejuicios, Prat propone un viaje a la vez festivo y melancólico (acaso ése sea el secreto de la murga) por la cultura suburbana rioplatense. “La murga camina”, “Al viejo Británico” y “El Negro Bamba” son algunos de los títulos que con el tiempo se convertirán en clásicos. F. D.

9-La criolla

Nelly Omar. Universal

Largamente demorada, la edición de este disco salda una cuenta pendiente en la música popular: frente a tanta cantante “criolla” en busca de un revival inverosímil, Nelly Omar vuelve para ser simplemente Ella. Como portadora del ADN de la canción argentina en todas sus variantes, Nelly aborda un puñado de valsecitos, milongas, estilos, zambas y cuecas, con la sencillez de quien se siente con autoridad para hacerlo. La producción corrió por cuenta de Gustavo Santaolalla y Gustavo Mozzi, quienes, con humildad, simplemente, “dejaron hacer”. F. D.