8-Going way out with Heavy Trash

Heavy Trash, Ultrapop

No importa si la banda se llama Pussy Galore, Blues Explosion o Heavy Trash: si está Jon Spencer, el disco tendrá riffs asesinos y buenas melodías, y a pesar de que el sonido y los formatos serán retro, la enjundia y la convicción con las que están tocadas lograrán conjugarlas en tiempo presente. Así pasa con este álbum que mezcla canciones de los dos discos que Spencer hizo a dúo con el guitarrista Matt Verta-Ray: psicobilly, rock alucinado y una pizca de soul para alivianar los oídos ante tanta basura que se escucha. R.C.

8-Live in Pittsburgh 1970

The Doors. Warner

La historia señala a la última gira de los Doors como un caos, con epicentro en Jim Morrison. Pero, aunque el librillo admite que en el show anterior en Boston el cantante estaba hecho una piltrafa, en Pittsburgh todo salió bien. Tan bien como puede admirarse en este rescate que llevó años (faltaban un par de fragmentos que debieron ser llenados con cintas de otros conciertos) y que, de “Back door man” a “Light my fire”, exhibe a unos Doors que no parecían ni por asomo al borde de la disolución. E. F.

7-Pa Osteraker

Johnny Cash. Sony/BMG

Johnny Cash fue un emblema para los “fuera de la ley”, aunque nunca estuvo preso. El cantante grabó este disco en 1972, en su primera visita a una cárcel europea: Osteraker, en Suecia. Sin tantos hits, el núcleo de las canciones tenía que ver con la vida de los prisioneros, pero también hizo algo de gospel redentor. El registro del show, que por primera vez puede escucharse completo, no es tan memorable como las grabaciones en Folsom y San Quentin pero, claro, no hay muchos discos en vivo que les pisen los talones a esos dos. R. C.

7-A Lounged out...

Giacomo Bondi. Leader Music

Desde el título (A Lounged out Homage to The Beatles) y el italianísimo nombre del autor, el asunto mete miedo por donde se lo mire. Y sin embargo, lo de Bondi (!!) y los Apple Pies –con sus voces casi idénticas a las originales– tiene poco de lounge y resulta dignísimo. Hay, sí, alguna relectura chill que podría haberse obviado. Pero las versiones de “Drive My Car”, “Doctor Robert”, “I’ve Got A Feeling” y la lisérgica “Tomorrow Never Knows” sorprenden para bien. No todos los homenajes Beatle son un robo a mano armada. E. F.