TELEVISION › EL REGRESO DE “TVR”
“No nos interesa la bajada de línea”
El programa especial de hoy marcará el debut de Sebastián Wainraich y Gabriel Schultz como dupla conductora. “TVR no es la panacea de la reflexión en TV: es un ciclo de humor periodístico, nada más”, dicen.
› Por Emanuel Respighi
Tal vez se debe a que comparten la misma religión (ambos son judíos). Puede también que su amistad descanse en que se criaron a pocas cuadras (uno en Villa Crespo, el otro en La Paternal) o que son hinchas de clubes chicos (Atlanta y Argentinos Juniors). Pudo haber ayudado a estrechar vínculos el hecho de que ambos empezaron en la radio como productores (uno de Fernando Peña, el otro de Matías Martin). Lo cierto es que Sebastián Wainraich y Gabriel Schultz poseen un código en común, en el que el humor es pieza fundamental. “Nos conocimos hace cinco años en la Metro”, empieza Schultz. “Yo –se suma Wainraich– era productor de Fernando Peña y él era el productor de Matías Martin, que era el ciclo que nos seguía. Y entre el pase de un programa a otro surgió buena onda de entrada.” Esa amistad, con el tiempo, fue creciendo tanto afuera como adentro de los medios (compartieron equipo en ardetroya y después en Indomables). Y el destino (¿o la química?) hizo que esta noche los amigos se vuelvan a cruzar en un set de televisión, al frente del especial de fin de año de Televisión registrada (a las 21, por el 13).
Luego de la censura a la que fue objeto el programa en América, cuando cada uno de los comentarios de Mario Pontaquarto fue arbitrariamente editado por Rolando Graña, TVR regresa a la televisión tras cuatro meses de ausencia (ver aparte). Claro que esta nueva etapa, que seguirá en el 2006, vendrá con algunos cambios: al pase de América al 13 se le suma que Wainraich reemplazará en la conducción a José María Listorti. “Me tuvieron que convocar a mí para que salve el programa, que fue un fracaso en América”, dispara el pelado, con su habitual ironía.
El envío de esta noche hará un repaso sobre los acontecimientos más importantes o escandalosos del 2005. Con el habitual y polémico sello de TVR, el programa incluirá informes de variado tinte y temática, que van desde todo lo que sucedió este año en referencia a Cromañón hasta el sorteo del Mundial 2006, pasando por la censura que sufrió TVR, el año político, la guerra de la TV, Diego Maradona o el uso de los chicos en TV. “Los informes de TVR –dice Schultz– los quiere ver todo el mundo, hasta los damnificados. Los productores y visualizadores son el alma de TVR. Pueden cambiar los conductores, pero no los productores ni visualizadores. Ellos son TVR. Nosotros no somos más que aves de paso.”
–Históricamente, en TVR uno de los conductores cumple el rol humorístico y el otro la veta reflexiva. ¿Ese juego de opuestos se va a mantener?
Gabriel Schultz: –En esta etapa no va a estar tan marcado eso de que hay uno gracioso y otro que reflexiona, porque en este caso ninguno de los dos somos alguna de esas cosas por separado. No somos graciosos o reflexivos.
Sebastián Wainraich: –TVR tiene chistes guionados, pero no posiciones políticas. Eso está al libre albedrío nuestro. La relación entre nosotros va a ser más radial y la reacción ante un informe más natural.
–¿Qué creen ustedes que le faltó a la TV de este año?
S. W.: –Básicamente, programas periodísticos. El domingo pasado vi a Mariano Grondona un rato. Grondona defendiendo a Patti y diciendo que decir que hubo 30 mil desaparecidos durante la dictadura era camelo... Yo pensé que iba a ser un escándalo nacional, pero no pasó nada.
G. S.: –Si no tenés como opción a Luis Majul, que lleva como invitados a Sofovich, Rial, Peña o Maradona... Hay sólo dos programas periodísticos de agenda, y el nivel que tienen es preocupante.
S. W.: –Ahora, el ciclo de Mirtha Legrand es un programa periodístico.
G. S.: –Hasta dónde hemos llegado, que Mirtha es hoy por hoy la periodista televisiva más incisiva del país. Es una mina que se le plantó enfrente a Graña en su canal y le dijo que había metido la pierna al editar TVR. ¿Cuántos periodistas hicieron lo mismo? Estamos desmovilizados. Hoy, movilizarte pareciera molestar al prójimo, y no pedir lo que a uno le está faltando. Si hasta criticamos a los chicos de las escuelas porque se quejaban de que los edificios se le caían encima... Hoy por hoy, movilizarte es ser casi un subversivo.
–¿Por eso cree que en TV no hay periodísticos?
G. S.: –Los periodísticos en busca de la verdad, joden. Por eso no los hay. La gente que dice algo que determinada gente no espera es molesta. Las empresas prefieren contratar a gente que no joda.
–En ese contexto, ¿TVR molesta?
S. W.: –TVR molesta. De hecho, todavía no salió el programa al aire y con sólo los avances de la promoción ya hubo gente que se quejó. Y eso que TVR no es ningún juez. TVR sólo hace una crónica de los hechos. Nosotros apuntamos a hacer una dupla de mucho más humor y no tanta bajada de línea. De hecho, si no estamos de acuerdo con los informes lo vamos a hacer notar. Aunque los informes de TVR son los mejores de la TV argentina...
G. S.: –Más que joder, TVR hace pensar. En todo caso, hoy hacer pensar jode. Tampoco digo que TVR sea la panacea de la reflexión en TV: es un ciclo de humor periodístico, sólo muestra hechos que pasaron en la realidad y fueron televisados. Va a haber un informe de Cromañón, pero con todo: con las contradicciones de los padres, de los políticos y todo lo que pasó en este año de investigación. TVR muestra la historia reciente.
–Recién hablaban que esta dupla apuntará más al humor que a la bajada de línea. Ese cambio se da justo con el pase de América al 13 y el conflicto con Pontaquarto. Uno puede pensar que es un TVR más light...
S. W.: –Me parece que muchas veces la bajada de línea es políticamente correcta. Me parece más interesante y divertido bajar línea a través del humor que poniendo cara de pena. No soy amigo de la bajada de línea.
G. S.: –Más que políticamente correcta, la bajada de línea es demagógicamente correcta. La gente espera que cuando se vuelve de un informe sobre la desnutrición infantil uno diga “¡qué bárbaro! ¿dónde están los políticos?” También es cierto que lo que la gente quiere ver es hasta dónde uno tiene huevos de decir algo. Y no se trata de una cuestión de huevos, sino de decir lo que uno piensa.
–¿Pero el programa se emite grabado y tiene un guión, o no?
G. S.: –Tenemos una libertad muy grande a partir de lo escrito. El guión no es más que un machete por si no se nos ocurre nada más ingenioso o piola sobre lo que acabamos de ver. Es una ayuda para zafar.
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